Los primeros 100 días de Trump: América Latina en la encrucijada comercial
La Casa Blanca ha endurecido su postura arancelaria en sectores de la región como la agroindustria, la energía y la tecnología, afectando a exportadores latinoamericanos.
El próximo 30 de abril, la administración de Donald Trump alcanzará los primeros 100 días de su segundo mandato, un período que ha estado marcado por medidas proteccionistas, redefinición de acuerdos comerciales y una creciente competencia geopolítica con China.
Estas acciones están impactando de manera diferenciada a las economías de América Latina, algunas de las cuales dependen en gran medida del comercio con Estados Unidos.
De acuerdo con datos de comercio exterior basado en el análisis Evoution of economic relations between Latin America with the US during the Trump era de SEC Newgate revelan que la región tiene distintos niveles de exposición a las políticas comerciales de Washington. México es el país más vulnerable a los cambios en la política comercial de Trump.
En 2024, el 80% de sus exportaciones, equivalentes a 493.7 mil millones de dólares, tuvieron como destino Estados Unidos. Además, el 43.8% de sus importaciones provinieron de ese país. Colombia mantiene una relación significativa con Washington, con un 29% de sus exportaciones, equivalentes a 11.6 mil millones de dólares, y un 26% de sus importaciones, por un valor de 13 mil millones de dólares, vinculadas al mercado estadounidense.
Brasil y Argentina han diversificado sus relaciones comerciales. En el caso de Brasil, Estados Unidos representó solo el 10% de sus exportaciones en 2024, mientras que China se consolidó como su principal socio comercial con un 32%. Argentina, por su parte, destinó solo el 6% de sus exportaciones a Estados Unidos, aunque su alineación política con Trump podría reconfigurar sus relaciones económicas.
Según Thyago Mathias, vicepresidente de Public Affairs en Brasil y América Latina de SEC Newgate, consultoría global y líder en comunicación estratégica, análisis de mercado e investigación, los primeros meses del nuevo mandato de Trump han estado marcados por una serie de medidas que están transformando las relaciones comerciales en la región.
La Casa Blanca ha endurecido su postura arancelaria en sectores de la región como la agroindustria, la energía y la tecnología, afectando a exportadores latinoamericanos. Trump ha intensificado su presión para limitar la influencia de Pekín en la región, lo que impacta a países como Brasil y México, cuyos lazos comerciales con China han crecido en los últimos años.
Además, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podría ser objeto de nuevas negociaciones, lo que genera incertidumbre en el comercio regional. Mientras Argentina ha fortalecido sus lazos con Estados Unidos bajo el liderazgo de Javier Milei, países como Colombia han enfrentado amenazas arancelarias en respuesta a diferencias políticas y migratorias. La menor presencia de Estados Unidos en la región abre un espacio para que Europa y Asia refuercen sus inversiones en infraestructura, energía y tecnología.
Ante este escenario, Thyago Mathias señala que las empresas deben tomar medidas proactivas para minimizar riesgos y capitalizar oportunidades. Reducir la dependencia de Estados Unidos mediante la diversificación de mercados en Europa y Asia, fortalecer alianzas con socios locales para mitigar impactos de regulaciones comerciales más estrictas, optimizar cadenas de suministro para reducir costos ante posibles barreras arancelarias, participar en negociaciones comerciales para garantizar estabilidad en acuerdos internacionales y aprovechar la menor presencia de Estados Unidos en sectores estratégicos con inversiones en tecnología y energías renovables, son algunas de las estrategias que podrían marcar la diferencia.
Con los primeros 100 días de Trump en la Casa Blanca, vicepresidente de Public Affairs en Brasil y América Latina de SEC Newgate opina que América Latina enfrentará una nueva fase de desafíos y oportunidades en sus relaciones comerciales con Estados Unidos. La clave para las empresas será la capacidad de adaptación y la diversificación de sus estrategias en un contexto global en constante evolución.