Vacunar a las discusiones de temas centrales para que no las infecte la politiquería

Mendoza se encuentra ante la oportunidad histórica de aprovechar la pandemia y las evidencias que deja en superficie en torno a la educación para dar un giro importante para conducir todo el proceso hacia el destino necesario. Una vez más, que la crisis resulte una gran oportunidad.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Cuando los gobiernos no quieren cambiar nada, desde sectores de su oposición se llenan la boca pidiendo cambios. Pasa gobierne quien gobierne y se opongan quienes fuera que sean. Cuando deciden transformar algo crucial, como por ejemplo la educación, surge la única frase que les puede servir de excusa: "No es el momento". Sin embargo, cualquiera (y sobre todo este) es el tiempo de avanzar con una nueva época en materia educativa, habida cuenta de que la pandemia ha puesto a la vista de todos las falencias, necesidades y potencialidades que tiene el sistema.

Algunos datos que están en evidencia y que permiten que toda la sociedad se sume con sus opiniones y aportes, tienen que ver con:

- La importancia de la enseñanza a distancia, on line, y los recursos para que pueda concretarse, en todos los sectores de la comunidad educativa.

- La forma en que se ejerce esa relación entre docente, alumnos y padres, la ocupación del tiempo, las valoraciones sobre el trabajo de cada uno de los involucrados, las consecuencias del intercambio no presencial y cómo valorar la eficiencia y la eficacia o detectar los problemas, oportunidades y ventajas del uso de las nuevas tecnologías.

- Lo que significa la escuela como motor social y económico en una Mendoza en donde la educación debe empezar a cumplir un rol vital y determinante en la formación de los futuros ciudadanos, y no solamente cumplir con una alfabetización básica.

- Cómo, por qué y para qué ejercer la docencia; de qué formas conducir las escuelas y cuáles son las formas, espacios, temas, relaciones, metodologías, instrumentos que los nuevos tiempos empiezan a demandar de todos los involucrados en el proceso.

Se pueden agregar numerosas razones, pero las hay y es el momento, salvo que algún sector no se sienta preparado para aportar algo o bien, le convenga sospechosamente que todo siga igual de mal para poder seguir quejándose de "lo mal que está", probablemente su espacio de confort.

Hay motivos para celebrar que los que más saben y aquellos que más experiencia tienen, buenas o malas, pero con camino recorrido, estén opinando y haciendo sus aportes. De hecho, el martes se espera la aprobación de la creación de la Comisión Bicameral de Educación que tendría un rol central en la tarea de avanzar con una nueva Ley de Educación y que fue propuesta por el Frente de Todos y aceptada por el gobierno de Cambia Mendoza.

Mientras tanto, el sindicato docente, el SUTE ridiculiza su existencia al negarse a trabajar en la nueva ley cuando ni siquiera ha leído el anteproyecto.

Debe haber más acciones positivas en este sentido: el rol de las empresas, que terminan tomando a personal educado por este sistema de educación, el de los sectores gremiales, porque educar es bastante más que reclamar aumentos salariales y su obligación pasa por involucrarse en la integridad del tema y no solo en el petardeo permanente.

La política sabe cuáles son las cosas importantes y las aborda con generosidad y sapiencia. La politiquería, sin embargo, no descarta ningún momento para poner palos en la rueda y lo hace siempre que tiene oportunidad. 

Convocar a cambiar la Educación hoy no solo es reformista, sino revolucionario. Y conseguirlo, resultaría histórico, por lo que quienes participen serán parte de este momento bisagra.

Por eso Memo ha convocado a diversos expertos y sectores a que opinen y lo sigan haciendo, con ideas, críticas, aportes diversos, experiencias propias y casos de estudio. Bienvenido sea el debate.

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