Un discurso vacío y un gobernador sin brújula
El senador provincial por el Frente de Todos Samuel BArcudi, y una opinión crítica sobre el discurso del gobernador Rodolfo Suarez.
Este primero de mayo de iniciaron formalmente las sesiones ordinarias de la Legislatura de la Provincia de Mendoza. Como todos los años, el gobernador debe hacerse presente para hacer un balance y rendir cuentas de su gestión, planteando al mismo tiempo los objetivos para el futuro. Este año, nada de eso ocurrió.
A decir verdad, esta apertura de sesiones contaba con grandes expectativas fundamentalmente de la oposición teniendo en consideración la situación particular que estamos atravesando y la falta de respuestas tanto del Gobernador como del Ministerio de Salud, ante nuestros requerimientos. Pensamos quizás, que su venida a la Legislatura iba a servir para que pudiéramos saber, conocer, para con eso, poder seguir colaborando.
Sin embargo, nos encontramos con un gobernador perdido, desorientado, que ni siquiera tiene un norte ya que, en realidad, ha perdido la brújula.
Su discurso fue con conjunto malogrado de "autobombo", méritos que él encuentra en su gestión, sin dejar nunca de rendir pleitesía al anterior gobernador.
Se refirió al sistema educativo sin mencionar si quiera las tareas pendientes con las que cuenta su gobierno es esa área: escuelas que se llueven, docentes con magros salarios, falta de infraestructura y, lo que es peor aún, una consideración peyorativa y despreciativa hacia todas y todos los trabajadores de la educación.
Al referirse a los asuntos económicos era imposible no pensar que estaba hablando de otra provincia: no hizo mención de la pobreza, al desempleo y las condiciones lastimosas en que viven miles de mendocinos. No se refirió a la deuda descomunal que posee Mendoza y que ha sido tomada en su enorme mayoría por el exgobernador del mismo partido. No se refirió a los aguinaldos pagados en cuotas ni a las paritarias de hambre. Imposible es afrontar lo que nos está pasando ni las decisiones que amerita tomar la realidad, si no tenemos cabal comprensión de la situación compleja que estamos viviendo y que el gobernador debe protagonizar.
Pero el desconcierto mayor fue cuando se refirió a la situación sanitaria en Mendoza. Lejos de plantear la realidad del problema, convocando a todos los sectores políticos, económicos, de la sociedad civil a colaborar, realizó un decálogo de reproches mal hilados al gobierno nacional.
El mismo gobernador que se sienta con las autoridades nacionales a pedir fondos, que pide ayuda para la compra de IMPSA, que le endilga al presidente la responsabilidad de tomar decisiones por él en Mendoza, al sentarse en la Legislatura de Mendoza, repartió culpas y no asumió uno solo de sus errores.
Muchos esperamos que Rodolfo Suarez explicara, planteara, para que, con la información en la mano, pudiésemos trabajar en conjunto, pero no, nada de eso pasó. El gobernador al referirse al tema parece desorientado, sin comprensión de la gravedad del tema.
Una vez más, repetimos que nuestra voluntad es la de colaborar más allá de cualquier distinción partidaria, porque lo que está en juego es la salud de las y los mendocinos. Esperamos del gobernador gestos de humildad, de valentía para afrontar lo que está pasando contando con la grandeza necesaria para hacernos parte de eso a todos aquellos que tenemos algo para dar.