Un año de Javier Milei: política económica, narrativa de poder, encuestas y futuro
Ruben Zavi (consultor político, licenciado en Ciencia Política y Administración, especialista en Comunicación Política) y Jimena Politino (consultora económica, Contadora Pública Nacional y licenciada en Administración; maestranda en Administración de Negocios).
Desde su victoria en las PASO de agosto de 2023 hasta el balotaje de noviembre contra Sergio Massa, estuvo marcado por su habilidad para capitalizar el hartazgo social y económico con un discurso disruptivo y emocional. Tras emerger como el candidato más votado en las primarias, Milei enfrentó el desafío de consolidar su liderazgo frente al entonces ministro de Economía, quien cargaba con los desequilibrios heredados de la gestión de Alberto Fernández: una inflación desbordada (25%), creciente pobreza (40%) indigencia (9,3%) y déficit fiscal crítico. Durante la campaña, Milei moderó parcialmente su retórica y construyó alianzas estratégicas con sectores tradicionales, como el PRO, ampliando su base electoral pese a las tensiones internas que ello generó. En la primera vuelta, se consolidó como alternativa al oficialismo, explotando las contradicciones de Massa, quien intentó combinar su rol de gestor de una economía en crisis con promesas de estabilidad. En el balotaje, Milei reforzó su narrativa de cambio estructural y su rechazo a "la casta", logrando una victoria histórica que no solo marcó un cambio de ciclo político, sino que también transformó el mapa electoral argentino, y lo propulsó como líder mundial de las ideas libertarias.
Crisis de la socialdemocracia, estructuras partidarias y la oposición fragmentada
Javier Milei llega al poder en un contexto global marcado por la crisis de la socialdemocracia, una ideología que en América Latina fue central en los últimos años pero que comenzó a perder fuerza frente a los desafíos económicos y sociales no resueltos. En contraste, Milei se posiciona como el abanderado de una vertiente libertaria radical, donde la libertad individual prima sobre cualquier tipo de intervención estatal.
Ejemplos paradigmáticos de este enfoque son su postura contra el cambio climático, al que ha calificado como un "invento del socialismo", y su visión de un Estado mínimo, limitado a funciones esenciales.
La falta de estructura política lo enfrenta a limitaciones significativas: su espacio legislativo es reducido, carece de un programa claro y enfrenta el reto de construir consensos fuera de sus expectativas con Cristina Fernández de Kirchner en un Congreso fragmentado: en temas institucionales importantes, como el proyecto de ley de "ficha limpia" y la puesta en funciones de los nuevos ministros de la Corte Suprema, iniciativas respaldadas por una opinión pública mayoritariamente favorable. Este respaldo social, junto con un sector sindical (sostenido por el peronismo) que por ahora permanece con una tensa calma, le ha permitido mantener cierta estabilidad, aunque no sin tiranteces.
Su relación con el PRO, particularmente con Mauricio Macri, se ha deteriorado por disputas estratégicas y diferencias ideológicas, lo que podría erosionar alianzas clave.
La fragmentación de los partidos opositores ha jugado un papel crucial en la consolidación de Milei durante este primer año de gestión. El PRO enfrenta divisiones internas entre sectores liderados por Mauricio Macri y otros que buscan renovar el espacio con figuras más moderadas. Por su parte, el Frente para la Victoria está dividido entre quienes apoyan a Cristina Fernández de Kirchner y sectores que intentan desmarcarse de su liderazgo. El radicalismo, tradicionalmente un actor de equilibrio, atraviesa su propia crisis de identidad, con referentes dispersos y sin un liderazgo claro. Este escenario caótico ha permitido que Milei avance con mayor comodidad en su agenda, sin una oposición unificada que actúe como contrapeso efectivo.
Éxitos económicos, desafíos pendientes
A un año de haber asumido el máximo cargo del poder ejecutivo; Javier Milei se encuentra ante un escenario mixto en cuanto a sus promesas de campaña, con logros palpables, anuncios que fueron solo eso, anuncios, y con un listado de retos por delante.
En el lado del debe (si usamos terminología contable) aparecen los logros indiscutidos de la baja en el ritmo de inflación, haber eludido el fantasma de una hiper, el equilibro de las cuentas públicas, el desarme de las Leliqs, los avances en materia de desregulación, la eliminación del impuesto pais, de las Siras para importar y la reducción de aranceles, entre otros.
Atrás quedaron ideas como la de dolarización (con la moneda local fortalecida poco parece importar), la disolución del Banco Central o que el ajuste "lo pague la casta", aun así, en términos económicos el balance resulta positivo, sobre todo si se tiene en cuenta que el 47% de la gente considera un escenario optimista para 2025.
Los desafíos para el próximo año no son pocos, además de la salida del cepo, se deberán mejorar las cifras de producción, consumo, y salarios, según el informe del INDEC de noviembre de 2024 (Año 29 Número 11) se evidencia un retroceso significativo en varios sectores económicos:
· Producción industrial: el Índice de Producción Industrial (IPI) muestra una caída acumulada del 12,7% interanual en septiembre, con sectores como textiles (- 18,1%) y construcción (-26,8%) liderando las contracciones. Este descenso refleja una capacidad instalada infrautilizada, que en septiembre alcanzó solo el 62,4%, afectando particularmente a sectores estratégicos como la automotriz y la metalmecánica.
· Consumo interno: las ventas a precios constantes en supermercados y centros de compras disminuyeron un 12,8% interanual, lo que señala una pérdida de poder adquisitivo y confianza del consumidor. Los rubros más afectados incluyen alimentos, indumentaria y artículos electrónicos, indicando un cambio en las prioridades de gasto de las familias argentinas.
· Salarios: En septiembre de 2024, el Índice de salarios se incrementó 4,7% mensual y 181,9% interanual. El indicador acumula una suba de 119,2% respecto de diciembre previo. El crecimiento mensual se debe a subas de 3,8% en el sector privado registrado, 3,9% en el sector público y 10,4% en el sector privado no registrado, estando allí el principal reto.
Estos indicadores reflejan la profundidad de los desafíos económicos. Si bien la administración de Milei ha promovido políticas de ajuste fiscal y liberalización económica, los efectos inmediatos han sido desalentadores para los sectores productivos y el consumo interno.
Política económica y la percepción pública
El informe del INDEC resalta un contraste entre la realidad económica y los intentos del gobierno por manejar la percepción pública. Si bien los voceros oficiales destacan logros como acuerdos internacionales y avances en infraestructura, las cifras de inflación y caída del consumo minan la credibilidad de estas afirmaciones. Sin embargo, el leve crecimiento en la capacidad de consumo y la baja en la inflación generan en la sociedad una expectativa futura con mayor optimismo.
El papel de las encuestas: credibilidad y comunicación
El análisis de algunas encuestas de Consultores muestra divergencias significativas en la percepción pública del gobierno de Milei. Mientras que unos reportan un aumento reciente en la aprobación, otros reflejan una desaprobación predominante. Estas diferencias subrayan la importancia del profesionalismo y la claridad en la comunicación de los datos:
Metodología transparente: Las encuestas deben contextualizarse con detalles sobre el tamaño de muestra, técnicas de recolección y márgenes de error (son datos que generalmente no leemos, pero podemos visualizar si la técnica de recolección fue: presenciales o por internet, los segmentos de ponderación por: zonas, grupos etarios, nivel socio económico, como algo no menor la fecha y tamaño de la encuesta entre otros aspectos).
Evitar politización: Los resultados no deben ser utilizados como herramientas para validar posturas políticas, sino como insumos objetivos para comprender el estado de la opinión pública
Comunicación ética: La credibilidad de las encuestas depende de la capacidad de los encuestadores y medios para evitar lecturas alarmistas o manipuladoras.
La diversidad en los resultados de las encuestas también evidencia el impacto de la segmentación de audiencias y la polarización en el análisis de datos, aspectos clave para interpretar las dinámicas políticas actuales.
Futuro, imagen, estabilidad económica y poder político
El análisis del primer año de Javier Milei en el poder deja en claro que la implementación de políticas efectivas y la construcción de consensos serán determinantes para el éxito de su gestión. Desde el punto de vista económico, indicadores como el Índice de Salarios, que acumuló una suba interanual del 181,9% hasta septiembre de 2024, muestran avances, pero también áreas de desafío, particularmente en el sector privado no registrado, donde la informalidad limita el impacto de las mejoras salariales en la estabilidad económica y social.
En términos de comunicación política, el presidente ha capitalizado su capacidad para moldear modelos mentales con un discurso que polariza, pero que también moviliza a su base. Sin embargo, esta estrategia de confrontación necesita evolucionar hacia un enfoque más inclusivo que amplíe las audiencias y construya mayor legitimidad
institucional. La falta de una diversificación en los voceros y un manejo inconsistente de los temas públicos limitan el impacto de su narrativa y dificultan la generación de consensos necesarios para abordar problemas estructurales como el empleo y la seguridad alimentaria.
Si Milei logra integrar sus esfuerzos económicos con una comunicación política más estratégica y menos polarizante, podrá fortalecer su imagen como un líder capaz de ofrecer soluciones en un contexto de crisis. La alineación de una narrativa cohesionada con políticas públicas que generen resultados tangibles permitirá no solo estabilizar la economía, sino también consolidar su poder político en el mediano plazo.
El reto principal radica en equilibrar las demandas de su base electoral con las expectativas del conjunto de la ciudadanía, incluyendo actores clave como sindicatos, empresarios y sectores académicos. Solo a través de una mayor articulación de consensos y la capacidad de liderar con una visión de largo plazo, Milei podrá transformar los indicadores económicos actuales en un crecimiento sostenido de su popularidad, mayor estabilidad económica y una plataforma política más amplia y sólida para los desafíos futuros.