Mendoza Este, lugar para revivir experiencias de los pioneros migrantes de 1884
Pablo Lacoste y una reivindicación del Este de Mendoza, en rescate de su identidad y valores, para un relanzamiento económico, social y cultural.
Ya sabemos que para el Gran Mendoza y el turista nacional, Mendoza Este todavía no es percibido como destino turístico. Esto responde a la sobrevisibilización que han logrado las propuestas super-maquilladas de otros destinos, que cuentan con grandes fondos para financiar campañas de marketing y la tendencia facilista que nos lleva a mirar lo primero que aparece en Google y lo más instalado en el bigdata, sin profundizar en propuestas menos visibles, pero más auténticas. Este es el caso de Mendoza Este que, en forma silenciosa y eficaz, está preparando una oferta distinta, auténtica, con línea con las tendencias de las nuevas generaciones por lo sustentable, lo natural y lo real. Tal como adelantó el antropólogo francés Frédéric Duhart, en su trabajo "Reflexiones desde la eco-antropología sobre el terroir", la tendencia actual es a valorizar lo auténtico. El consultor internacional Gonzalo Rojas suele enfatizar este premonitorio estudio para recomendar que se eviten las ofertas maquilladas con relatos artificiosos; sólo se van a sostener con mucho dinero en marketing; pero la falta de autenticidad, a la larga, pasa la cuenta.
Las pymes del sector turístico y vitivinícola del Este están avanzando en la tarea de ofrecer experiencias emocionantes, que permitan comprender y recrear su identidad fundacional, particularmente la épica de los inmigrantes que, alrededor de 1884, comenzaron a instalarse en el territorio para hacer, de los campos incultos, un vergel de labradores y viticultores.
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Igual que en el siglo XIX, la propuesta incluye caballos y carretas, que permiten ambientar el entorno precario y preindustrial que impregnó la vida de aquellos pioneros (Figura 1). El parque Dueño del Sol (Junín) también ofrecen aquella atmósfera del estilo de vida al aire libre, donde se requería cocinar con fuego directo (Figura 2).
Esta evocación alcanza su máxima expresión con una actividad tradicional, que se celebra todos los años en Junín. Organizada por Marcelo Roncetti: el Fuegódromo. Allí se cocina con la misma técnica de aquellos héroes de 1884, es decir, con fuego directo; no solo carne, sino también verduras y todo tipo de alimentos (Figura 3).
El Este es un territorio de calidez rústica, con hornos de barro, galerías sostenidas por pilastras y constante presencia de madera y materiales nobles. La posada La Cautiva de la bodega Lancelotti (San Martín) entrega todos estos elementos, en un ambiente de calidez elegancia y confort (Figura 4) o bien en el restorán Los Encinas de Campamentos (Rivadavia) (Figura 5).
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La epopeya de aquellos inmigrantes se ha llevado al arte. Así lo refleja el conjunto escultórico realizado en Junín para poner en valor la épica de aquellos pioneros (Figura 6).
La oferta incluye la puesta en valor de lugares emblemáticos de las guerras civiles argentinas que, igual que en EEUU, todavía estaba fresca en los imaginarios sociales cuando los inmigrantes llegaron a fundar la nueva historia del territorio. Entre ellos se encuentra el Algarrobo Grande, lugar de una cruenta batalla en la década de 1860 (Figura 7). Calles con el nombre de Chacho Peñaloza contribuyen a conmemorar aquellos tiempos bravos.
La puesta en valor del sitio histórico Algarrobo Grande fue una intuición notable de los lugareños. Porque estos son los elementos que, en el primer mundo, se han detectado como vectores que aportan emoción y realismo a la reconstrucción de época. En la serie "1883", dedicada a los inmigrantes que construyeron la sociedad del oeste de EEUU y la cultura del cowboy, se incluyen varios veteranos de la guerra civil de ese país (1861-1865), todavía fresca en los años posteriores, como actores locales que interactuaban con los inmigrantes y junto con ellos, construyeron la nueva sociedad. Pues bien, en Mendoza Este se está revalorizando ese legado, con figuras como la de Isaac Estrella, el jefe político de Rivadavia en representación de la figura de Juan Manuel de Rosas.
En resumidas cuentas, Mendoza Este se está haciendo fuerte de abajo hacia arriba; está preparando una propuesta de turismo rural signada por la autenticidad, la identidad y el orgullo por tu territorio y su historia épica.