Un gran terremoto en Mendoza Este
Marcela Muñoz Pan pone en foco el nacimiento del Clúster "Mendoza Este".
Cuando las placas tectónicas tiemblan, la identidad territorial sale a borbotones, reflota del suelo al replantear nuevos horizontes a una comprensión de la realidad con fundamentos reales, necesaria, filosófica y prácticamente posible, no ajena a nuestra cultura identitaria. Mendoza Este llegó para acompañar el cinturón del Bonarda con el pasaporte a los departamentos del Este: San Martín, Junín, Rivadavia, donde la economía naranja incauta un desarrollo agudo y prolífero en lo que será el Este de las bondades enriquecida por la vida cotidiana de lo que es propio. Una realidad que no debe mirar a supuestas sociedades culturales, políticas ajenas a cada uno de nosotros.
Se llevó a cabo una reunión entre los principales artífices de este movimiento tan crujiente en la comuna de Gral. San Martín junto al Intendente de la Municipalidad: Dr. Raúl Rufeil, el Secretario de Gobierno Dr. Mauricio Petri, el Presidente del Clúster Dr. Pablo Lacoste, Gerente Lic. Mariano Morales, Prof. Alejandro Aruj y Lic. Marcela Moroncelli (tesorera), conversando fervorosa y coincidentemente, sobre las nuevas políticas en cuanto al refundación del Enogastroturismo, tratando de encontrar puntos de conexión entre lo público y lo privado, para darle mayor protagonismo y circularidad a necesidades de productores vitivinícolas, olivícolas, frutihortícolas, gastronómicos, circuitos de posadas, casas de té, que traduzcan literalmente las vivencias humanas de una identidad sanguínea y no de afuera, de un acercamiento a nuestros artistas locales, a la música que nos pertenece, a una arquitectura autóctona, esas empanaditas recién sacadas del horno hechas acá cerquita, en "nuestra casa" con personas, reales, en lugares reales.
El agua después de esta revolución en los suelos del Libertador, volvió a sentir sed, sí sed de volver a reencontrarnos, repensarnos como en aquella gloriosa llegada de los inmigrantes que venían a trabajar para forjar no sólo su futuro, sino el de todos los que llegaron a esa estación de Palmira allá por 1884, con valijas llenas de sueños, imaginando escribir en un nuevo territorio su nueva patria, tejiendo historias familiares que compondrían una trama social, económica, productiva a Este lugar en el mundo. Mendoza Este es tú lugar en el mundo, aprendamos a quererlo (yo lo amo), a cuidarlo y volverlo a posicionar con acciones de unidad, en virtud de las cosechas por nacer. Cómo se movió la tierra por estos días en el Este, todavía hay réplicas a lo que sucedió de golpe, a lo que está sucediendo mientras leen esta nota y a lo que sucederá en breves y significativos movimientos próximos. Que tiemble en todos lados para que se oiga en voz bien alta, los sueños de un visionario como San Martín (y que muchos se llenan la boca hablando de él y haciendo miles de cosas en pos de su buen nombre y grandeza, pero en sus acciones son todo lo contrario, entonces esas obras caducan, esas actitudes no son sinceras) al considerar que estas tierras eran un prodigio, nuestro sueño inmortalizado en los vinos de todos, para todos y al mismo tiempo, pintando acuarelas entre sus parralitos, bailando la zamba de mi esperanza de Don Luis Profili con sus pañuelos de amor, esos amores que chocan y se encuentran en el momento justo, con la estrella indicada, a la hora precisa, marcando registros altísimos en las escalas de medición. Terremoto de pasiones.
Hacían muchos años que no se movían en total comunión la tierra, las viñas y los olivos, lo patrimonial, lo cultural, los carolinos y las callecitas que escuchan el rum rum del agua clarita en las acequias de los suspiros, de vez en cuando, de vez en vez. Transcurren esas placas tectónicas una al lado de la otra como tonadas en los ecos de las Huayquerias en Rivadavia, las posadas juninenses, las vides sanmartinianas, las bodegas de antaño de historias fieles a los destinos mixturados en las ciudades descalzas de agua.
Ojalá después de este cimbronazo se despierten los sentidos verdaderos de la identidad en pensamiento, palabra y emisión. Tenés que saberlo, tené Memo/ria, Mendoza Este marcará las huellas emocionales del tiempo y el espacio en nuestra tierra, aquí se acomoda todo, se vuelven a juntar las placas para dar a luz a la belleza perpetua.
(*) Agradecimiento a las fotos de Oscar López y Posada Los Yoyos, y a Canal 3 de San Martín