"Pan y circo": significado y semejanza

Todos hemos escuchado alguna vez esta expresión latina, pero ¿sabemos qué significa Panem et circenses? El significado del término -traducido literalmente como 'pan y circo (juegos)' nos remite a la antigua Roma y a un poeta, Juvenal, célebre por las sátiras con las que denunciaba las atrocidades de su época. 

La expresión en cuestión, en efecto, está tomada de una de sus composiciones más famosas (la sátira X, la de la vanidad de los falsos bienes y de la necesidad de pedir a los dioses una mens sana in corpore sano) y explica, en relación con el contexto contemporáneo, las aspiraciones del pueblo: el reparto gratuito de pan y los juegos de gladiadores en el circo. 

Pero, ¿por qué se escucha a menudo esta expresión hoy en día? ¿Cuál es el significado actual de pan y circo?

Pan y circo: la sátira de Juvenal

Panem et circenses - '[...], o 'ya que no se han vendido más votos, [el pueblo] ha perdido todo interés; una vez le atribuyó todo, poderes, bultos, legiones; ahora déjalo, sólo dos cosas anhela: pan y juegos. (Juvenal, Sátira X, 77-81).

Pan y circo (Panem et circenses) es una expresión latina de Juvenal contenida en una de sus sátiras más famosas, la décima, en la que describe lo que la plebe romana, ignorante de las prevaricaciones de los privilegiados, se contentaba con tener: una donación periódica y gratuita de trigo (panem) y la posibilidad de asistir a los juegos circenses (circenses). De esta manera, según el poeta, quien tenía poder y gobernaba ganaba el consentimiento del pueblo, mientras que éste, sin comprender la miseria de lo que recibía frente a los privilegios de los más ricos, se contentaba con poco, sólo con pan y espectáculos. - peleas de gladiadores, carreras de carros y terribles peleas con animales. 

La alocución "pan y circo", por lo tanto, indica esto: la acción de aquellos que ganan con poco el favor de las masas. En otras palabras, dado que el pueblo ahora aspira a sólo dos cosas (pan y juegos, es decir, comida y entretenimiento), quien les promete algo concreto rápidamente gana su simpatía, aunque esas promesas nunca se cumplan.

La práctica de repartir cereales gratis estaba muy extendida en la época romana y sucedía a menudo que los magistrados, o aquellos que querían hacer carrera política, repartían cereales y organizaban espectáculos públicos para ganarse la simpatía del pueblo. En realidad, para un gran imperio como el romano, disponer de grano era fundamental para satisfacer las necesidades del pueblo, pero con el tiempo se convirtió en una forma de los distintos emperadores de congraciarse con la plebe -pero también con los ejércitos-, y así evitar el peligro de revueltas y manifestaciones (las diversas leyes del trigo, de hecho, eran sobre todo para ciudadanos de renta media-baja).

Desde este punto de vista, por lo tanto, la locución pan y circo adquiere un significado que parece ser, en realidad, una verdadera denuncia de la demagogia por parte del autor, tanto que posteriormente comenzó a utilizarse en sentido crítico, para indicar una política destinada a mantener el consentimiento del pueblo y desviarlo, mediante el entretenimiento, de la vida administrativa reservada a las élites. En otras palabras, se ha convertido en una metáfora utilizada para describir una forma de gobierno.

Pan y circo, el significado hoy

Panem y circenses tiene pues hoy un significado preciso: indica el consenso (entendido como aprobación pública) obtenido no por la buena administración sino por la distracción, la satisfacción de necesidades frívolas y superficiales de una sociedad que cuida más los aspectos 'ligeros' que los valores cívicos mucho más importantes. Con la misma intención, por ejemplo, también la manera de decir 'fiestas, harinas y patíbulos', que en la Nápoles borbónica definía la vida de la ciudad hecha de fiestas, repartos de pan y ahorcamientos públicos: demostrando que el poder político era incapaz de mantener la ley y el orden.

La máxima de Juvenal, por lo tanto, cobra hoy más actualidad que nunca: como en su momento dar comida barata y ofrecer espectáculos y diversiones era la forma más eficaz de conquistar y mantener el poder, hoy pan y circo (con un sentido aún más irónico y polémico) indica cualquier actitud mezquinamente demagógica: mientras el pueblo se distrae (con la televisión,con las redes por ejemplo, o con el fútbol o cualquier otra distracción típica de la sociedad moderna) el poder político 'hace su juego', halagando a las masas y distrayendo a mucha gente de la realidad real de los problemas del país.

Cualquier similitud con la Argentina de hoy es pura coincidencia.