Sobre las dietas de los senadores...
El análisis histórico y la opinión de Juan José Laborda Ibarra desde San Luis.
Las dietas de nuestros senadores nacionales y la pobreza de las hermanas de Pringles: un caso de ejemplaridad parlamentaria.
«No ha lugar»: (Respuesta lacónica de la Comisión de Peticiones del Senado de la Nación de fecha 23 de Julio de 1869 al pedido de la Sra. Úrsula Pringles de Gutiérrez de recibir una pensión graciable para proveer a su subsistencia como familiar del héroe de la Independencia Coronel Juan Pascual Pringles".- Citada por el Juan W. GEZ en su libro "Apoteosis de Pringles (1795/1895) - páginas 384/ 98).
I. Introducción:
En estos tiempos donde la sociedad argentina observa asombrada la diferencia creciente de niveles de ingresos entre muchos de sus dirigentes y más de la mitad de la población bajo la línea de pobreza, volver la mirada a épocas donde la sensibilidad social de nuestros legisladores no estaba alejada de los sacrificios que hacia la mayoría del pueblo, puede servir como un llamado de atención a quienes hoy deben comportarse con la ejemplaridad ética que les impone su cargo.
II. El caso de las hermanas del Coronel Juan Pascual Pringles (1869).
Fallecido el Coronel Juan Pascual Pringles en el mes de marzo de 1831 y al no dejar este descendiente reconocido alguno, el resto de su familia directa fue extinguiéndose con el paso del tiempo. Primero lo fueron sus padres, doña Andrea Sosa en 1828 y después don Gabriel Pringles en 1835.
Sus hermanos fueron José León, Isabel, Margarita, Melchora y Úrsula. Al igual que Juan Pascual, los tres primeros fallecieron siendo solteros, en cambio las dos últimas se casaron y tuvieron descendencia. Melchora Pringles contrajo matrimonio con el oficial español Juan Ruiz Ordoñez con quien se trasladó a vivir a Barcelona regresando a Argentina y ya viuda en 1873, y Úrsula Pringles con José Eusebio Gutiérrez, que, viviendo en la Ciudad de Buenos Aires, falleciendo en 1871 víctima de la epidemia de fiebre amarilla.
Los últimos años de estas dos hermanas Pringles se caracterizaron por vivir en la extrema pobreza. Ante tal situación, una de ellas, Úrsula tomando conocimiento que el Congreso de la Nación había concedido pensiones graciables para los descendientes de la héroes de la Guerra de la Independencia, en el mes de Julio de 1869 solicito al Senado de la Nación poder acogerse a esos beneficios "en atención a que su ancianidad no le permite obtener los recursos necesarios por medio del trabajo y a los servicios prestados en la Guerra de la Independencia por su hermano el Coronel Pringles..." argumento en su peticion.
Días después, con fecha 23 de Julio, la Comisión de Peticiones de la Cámara Alta rechazo lo solicitado. Los argumentos de tal negativa fueron dos: 1) Úrsula no era "descendiente del Coronel Pringles", sino familiar "colateral", y 2) los recursos del Tesoro eran escasos en esos tiempos. Tamaña insensibilidad parlamentaria no fue suficiente, sino que la misma Comisión le aconsejo a la peticionante que debía recurrir "a las asociaciones de filantropía para el socorro de su indigencia...".
El miembro informante de la negativa fue el Senador por la Provincia de Mendoza Federico Corvalán.
Pero ese día en el recinto había dos Senadores que rebatirían con incuestionables argumentos esa insensible posición, el puntano Juan Llerena y el expresidente de la Nación y entonces senador por la Provincia de Buenos Aires Bartolomé Mitre.
Dijo el comprovinciano de Pringles, tras objetar al Senador Corvalán "el uso en sus palabras de términos tan desconsiderados, tratándose de un hombre que forma parte de una de las más esplendidas glorias nacionales...".
"El Coronel Pringles, señor Presidente, es una de esas glorias sin mancha que embellece nuestra historia. Se le ha negado a la hermana de este esclarecido personaje de nuestra historia, el socorro que en su nombre venía a solicitar. Por lo menos debía haberse respetado ese nombre glorioso que ella invocaba. El Coronel Pringles, señor Presidente, murió cuando la Nación la adeudaba todos sus sueldos; no ha dejado hijos, no ha dejado sino esta hermana, y por consiguiente la Nación debiera conceder esta remuneración de sus servicios. Aun cuando no fuera por su propio honor y por el lustre del nombre argentino, recompensando sus tan brillantes servicios prestados en causa puramente nacional en las épocas más notables de nuestra historia...",. "Yo votaré contra el dictamen de esta Comisión..." finalizo diciendo el Senador por San Luis Juan Llerena
Lo continuo en el uso de la palabra el Senador Nacional por la Provincia de Buenos Aires y expresidente Bartolomé Mitre.
El mas tarde fundador del Diario La Nación comenzó lamentando que quien le negara este reconocimiento a la hermana de Pringles, proviniera de una ciudad que había formado antes la Provincia de Cuyo, buena conocedora de las luchas del héroe puntano, y agregó: "El coronel Pringles a legado a la Patria una rica herencia de gloria, herencia de que nosotros hoy disfrutamos. Deberíamos votar, en muestra de gratitud hacia él, un premio como lo solicita su hermana...". Y respondiendo a quienes consideraban como argumento a la negativa del beneficio solicitado la falta de recursos del Tesoro, expreso: "Por consecuencia, si fuera necesario disminuirnos un peso del sueldo de cada Senador y Diputado para dar esta nuestra de gratitud, lo haríamos, cualquiera fuese el estado del Tesoro Nacional....". Para terminar antes de solicitar el voto afirmativo de la pensión graciable "Demos un peso de nuestro sueldo durante los pocos años de vida que le quedan a esta hermana del Coronel Pringles, siquiera para poder decir, que en su cabeza se perpetua la gratitud de la Nación..."
El debate continuo hasta llegar al momento de la votación, resultando afirmativo el otorgamiento de la pensión por amplia mayoría, y con un solo voto en contra.
Pasado el Proyecto de Ley a la Cámara de Diputados, ésta introdujo modificaciones volviendo más tarde en revisión al Senado, agregándose a los beneficios la otra hermana sobreviviente del Coronel Pringles de nombre Melchora y que vivía también en la indigencia en la Ciudad de Barcelona.
Planteado esta ampliación y ante la pregunta curiosa del Senador Elías acerca de esta hermana olvidada, el Senador Mitre mostro en el recinto una carta que le enviara el entonces embajador argentino en París, el yerno del General San Martin y esposo de Merceditas don Mariano Balcarce quien le relataba vista la miseria en que vivía Melchora Pringles, hasta el extremo que él mismo de visita en Barcelona y condolido por su situación se había visto en la obligación moral de ayudarla económicamente.
Concluido el debate, el Senado y Cámara de Diputados de la Nación con fecha 25 de Septiembre de 1869 aprobó por unanimidad la Ley Nº7604 que decía: "Art. 1º: Acuérdese a las hermanas del finado Coronel Pringles la pensión graciable de cincuenta pesos fuertes mensuales durante sus días divisible por la mitad entre ambas. Art. 2: Comuníquese al Poder Ejecutivo...".
III. Reflexiones finales.
Aquellos legisladores nacionales, imbuidos de gratitud patriótica y espíritu de renunciamiento, con el dinero sacado de sus propias dietas honraron al héroe de la Independencia Coronel Juan Pascual Pringles.
EL AUTOR. Juan José Labora Ibarra. Exlegislador provincial en San Luis. Leé más columnas con clic aquí en De Política.