La escasez de pesos será la nueva normalidad

Tras cuatro años de elevada liquidez en el mercado debido a altos niveles de emisión primaria de dinero, y a la falta de crédito doméstico, parece que se está volviendo a la normalidad. La liquidez bancaria se sitúa en el 37%, cuando los meses anteriores había superado sistemáticamente el 60%.

Juan Pablo Rotger
Analista macroeconómico en Mariva Research Licenciado en Economía UBA, maestrando en UTDT, lleva cinco años trabajando en consultoría macroeconómica. Especializado en temas monetarios y financieros, con un enfoque multidisciplinario

Cuando llegó al poder la actual administración consideró que el exceso de pesos era la fuente más inmediata de preocupación; en su opinión, incluso amenazaba con una hiper inflación; a su vez dividieron el problema en dos partes: por un lado, un stock de pesos no deseados- resultante de la laxa política monetaria del gobierno anterior- y por el otro, la emisión endógena de dinero derivada del pago de intereses. 

Restringidos por la enorme magnitud del problema, pero ayudado por la existencia de controles de capital y una inflación galopante, el Gobierno recurrió a un conjunto de políticas poco ortodoxas. Esto incluyó emisión de Bopreal, para deuda de importadores recortes de tasas de interés, de Y más recientemente ventas de reservas internacionales en MEP para esterilizar pesos. En el centro de todo, por supuesto estuvo el ajuste fiscal, que el sector público ya ha pasado de ser una enorme fuente de creación de dinero, a un factor contractivo, puede ser el mayor logro de esta administración. El Tesoro ha logrado un superávit primario en todos los meses del año acumulando un 1.7% en los tres primeros trimestres del año.  Esperamos que esta adhesión casi religiosa a la autoridad fiscal continúe en el futuro inmediato. 

Van apareciendo señales de unas condiciones monetarias, cada vez más restrictivas: tras cuatro años de elevada liquidez en el mercado debido a altos niveles de emisión primaria de dinero, y a la falta de crédito doméstico, parece que se está volviendo a la normalidad. La liquidez bancaria se sitúa en el 37%, cuando los meses anteriores había superado sistemáticamente el 60%. Este es el resultado directo de la reactivación de los préstamos del sector privado en pesos que vienen creciendo con celeridad. Esto ha provocado a su vez, un aumento de las tasas de interés de mercado donde la tasa de call entre bancos privados se sitúa más de 5 puntos porcentuales, por encima de la tasa de política monetaria; algo sin precedentes; la caución a un día ha subido hasta los 30 y largos llegando incluso a superar el 40% en algunos días; la tasa bancaria de los depósitos a plazos también ha empezado a subir lentamente. 

Tanto el presidente Milei como el ministro Caputo, siguen mostrándose reacios a comprometerse a levantar el cepo a corto plazo argumentando que esto no ocurrirá hasta que se elimine por completo el exceso de dinero. Milei considera el stock de Leliq habrá sido absorbido por completo por los bancos y -la dinámica de la liquidez de pesos en las últimas dos semanas- podría ser una señal de que la economía se encamina hacia ese escenario. Otro síntoma según el presidente será que la inflación habrá caído un nivel de crucero, inducido que consiste en la tasa de 2% crawling peg mensual más la inflación externa. La lectura del IPC de la semana pasada también es alentadora de que la inflación se mueve en esa dirección.

No esperamos ningún apuro en levantar los controles de capital a corto plazo, pero no podemos descartar medidas parciales con eliminación del blend para los exportadores, mientras tanto la escasez, de pesos se convertirá en la nueva normalidad. La era del sobrante monetario parece haber terminado.  

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