Santiago Coppoletta Pace: Este es mi sueño de Mendoza en 30 años

Santiago Coppoletta Pace tiene 20 años y estudia en la London School of Economics. Aquí nos escribe desde la Mendoza del futuro.

Quedé en juntarme con amigos a almorzar, así que me tomo el metrotranvía desde Chacras y dejo mi auto cargándose en casa, ya que sólo se puede entrar al centro en bicicleta o transporte público. En el camino veo mi portafolio de inversiones y vendo algunos tokens para pasar dinero a mi billetera virtual. Cuando llego al restaurante, pago con mi celular. Juan, uno de mis amigos, me cuenta sobre las granjas de cryptos que construyeron en Mendoza con energía nuclear; las primeras en el mundo en no emitir dióxido de carbono. 

La mayor parte del PBI mendocino ahora proviene de fuentes de energía renovable y prestación de servicios de software, no del petróleo. Antonio, otro amigo que se acaba de recibir de ingeniero en software, aspira a una carrera política. El gobierno opera en un "open ledger", sistema en el cual todo ciudadano tiene acceso a una planilla detallando exactamente cómo se gasta cada peso que ingresa al estado. 

El gobierno es totalmente transparente y meritocrático, con todos los ingresos y gastos públicos actualizados en tiempo real y los cargos estatales asignados en base a credenciales académicas y desempeño profesional. 

Nombrar a dedo quedó en el pasado, y profesionales que antes no formaban parte del gobierno, como mi amigo Antonio, se demandan cada vez más para mantener las leyes al tanto del crecimiento desenfrenado en materias como la biotecnología y la inteligencia artificial. 

La corrupción es inviable, porque hackear el ledger público sería prácticamente imposible y demasiado costoso, entonces la clase política no es una élite que toma decisiones a corto plazo, sino un grupo de líderes con el objetivo común de seguir transformando Mendoza en una de las ciudades más inteligentes del mundo. 

Dos de mis amigos se van de vacaciones; uno de ellos a San Francisco y el otro a Amsterdam. Ambos vuelan desde Mendoza sin escalas, ya que ahora, decenas de aerolíneas operan desde la provincia gracias a las medidas favorables y a los incentivos tributarios que se han implementado. 

Los dos vuelven en un par de semanas para comenzar sus maestrías en inteligencia artificial, impartida por el Instituto Tecnológico de Mendoza, líder educativo en Sudamérica. La demanda por profesionales mendocinos en el exterior es impresionante, pero poca gente quiere irse porque escasos lugares ofrecen sueldos y condiciones laborales tan favorables como acá. 

Además, con una inflación promedio por debajo del 5% y préstamos hipotecarios bastante accesibles, varios estamos considerando comprar nuestra primera casa. 

Lo que a nuestros padres les parecía un proyecto de vida, es un paso más en nuestro desarrollo económico gracias a los buenos hábitos que tuvimos a la hora de organizar nuestras finanzas personales. 

Con una población bien educada y un índice de pobreza menor al 20%, la brecha social es más baja que nunca. Terminamos de comer y nos despedimos.

Voy camino al metrotranvía y antes de subir espero un rato para que se desplace bien la rampa para discapacitados. Adelante mío viene una señora en silla de ruedas, pero no tiene ningún problema para subir porque la infraestructura pública es excelente. 

Cuando me siento, escucho varios idiomas a mi alrededor. En el metro viene gente de China, Francia y Australia, unos pocos de muchos inmigrantes que han venido a Mendoza en busca de oportunidades. Esta provincia lo tiene todo.

EL AUTOR. Santiago Coppoletta Pace tiene 20 años y es un estudiante de finanzas y emprendedurismo en Babson College de Boston. Se encuentra cursando tercer año de su carrera en el London School of Economics con un enfoque en políticas públicas y economía latinoamericana. En su tiempo libre es DJ y ayuda a ahorristas argentinos a invertir en los mercados de capitales internacionales. Cualquier consulta le podés escribir a copposan@hotmail.com

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