El papa Francisco y su renuncia a renunciar
Una columna analítica y profunda del Dr. Eduardo Da Viá sobre la situación sanitaria, pero también política del papa Francisco.
Para entrar en tema transcribo la noticia periodística:
Desde el Vaticano
Hoy 00:30 27 de marzo de 2025
El Sumo Pontífice salió de la clínica el domingo. El jefe del equipo médico que atendió al máximo referente de la Iglesia Católica reveló que, durante su internación, estuvo a punto de morir dos veces.
El papa Francisco fue dado de alta médica el domingo, tras haber pasado 38 días internado por una pulmonía bilateral grave. Este martes 25 de marzo desde la oficina de prensa del Vaticano anunciaron que el Sumo Pontífice "continúa con el tratamiento farmacológico y la fisioterapia respiratoria y motora" y que, por ahora, "no recibe visitas" ni se tomaron "decisiones sobre su agenda para las próximas semanas".
Las fuentes oficiales añadieron que Francisco "está cumpliendo la convalecencia en los términos descritos por los médicos el sábado". También detallaron que el máximo referente de la iglesia católica deberá continuar con la terapia farmacológica "durante mucho tiempo todavía y por vía oral", así como también con la fisioterapia motora y respiratoria de forma completa "para recuperar completamente el uso de la respiración y el habla".
A su vez, "se reiteró la solicitud de suspender temporalmente tanto las reuniones individuales como grupales, así como la disponibilidad de atención las 24 horas del día para satisfacer las necesidades" médicas del papa. En este contexto, desde el Vaticano señalaron que, por la noche, el Sumo Pontífice "utiliza la oxigenación a altos caudales con cánulas nasales", la cual prosigue durante el día.
El médico de Francisco reveló que el Papa estuvo a punto de morir en varias ocasiones
"Todavía no hay indicaciones precisas sobre el programa de los próximos días, y mucho menos sobre el futuro, con las celebraciones de los diversos jubileos y los ritos de la Semana Santa. Se espera naturalmente evaluar la recuperación y se prevén mejoras clínicas, como dijeron los médicos", especificaron.
Francisco regresó el domingo a la Casa de Santa Marta, la residencia donde vive. El papa concelebra la misa en la capilla situada en la segunda planta del edificio, pero en los últimos dos días no ha tenido visitas "aparte de sus colaboradores más cercanos", precisó el Vaticano.
En ese punto añadieron: "Algunas cuestiones están en proceso de decisión, que se evaluará en función de las mejoras que habrá en la semana que viene". Además, remarcaron que este miércoles 26 de marzo no se realizará la audiencia general y el texto preparado de la catequesis se difundirá por escrito. "Probablemente" tampoco estará presente en la oración del ángelus del domingo.
Finalmente expresaron: "Por ahora el papa no está recibiendo visitas y en estos dos días sólo ha visto a sus colaboradores más cercanos. En cuanto a las visitas previstas de jefes de Estado y de Gobierno, no hay previsiones".
"El Papa estuvo por morir": la fuerte declaración del jefe del equipo médico que atendió a Francisco.
Sergio Alfieri, el médico del hospital Gemelli que trató al papa Francisco durante su hospitalización, reveló que el Sumo Pontífice estuvo dos veces al borde de la muerte. El doctor contó: "Por primera vez vi lágrimas en los ojos de algunas personas a su alrededor. Personas que, según pude entender durante este periodo de hospitalización, lo quieren sinceramente, como a un padre".
El médico que trató al papa Francisco: "Tuvimos que elegir entre dejarlo ir o probar con todo"
"Todos sabíamos que la situación había empeorado aún más y que existía el riesgo de que no lo lográramos. Tuvimos que elegir entre parar y dejarlo ir o forzarlo y probar todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo el riesgo muy alto de dañar otros órganos. Y al final tomamos este camino", explicó Alfieri.
Sergio Alfieri: "Fue terrible, realmente pensamos que no lo lograríamos"
Después llegó el segundo episodio en el que el papa estuvo a punto de perder la vida: "Estábamos saliendo del momento más duro. Mientras el papa comía, vomitó y aspiró. Fue el segundo momento verdaderamente crítico porque en estos casos, si no se rescata con prontitud, existe el riesgo de muerte súbita, además de complicaciones en los pulmones, que ya eran los órganos más comprometidos. Fue terrible, realmente pensamos que no lo lograríamos", confesó.
El médico remarcó el buen humor del papa durante toda su estadía en el hospital y contó: "En cuanto empezó a sentirse mejor, pidió dar una vuelta por la sala. Le preguntamos si quería que cerráramos las habitaciones de los pacientes, pero en lugar de eso miró a su alrededor en busca de la mirada de los otros pacientes. Se desplazaba en silla de ruedas, un día salió de la habitación cinco veces, quizá más".
Alfieri explicó también que el papa, que nunca perdió la lucidez, delegó las decisiones a su asistente médico personal, Massimiliano Strappetti, en quien tiene una total confianza. Massimiliano Strappetti nos dijo "intenten todo, no abandonen" y "nadie abandonó", contó Alfieri.
Aun débil, el Papa liquidó a un otrora superpoderoso adversario
En mi opinión, resulta más que evidente que la renuncia de Bergoglio se impone por cuanto el Vaticano no puedes estar acéfalo, tenida cuenta que no solo es la sede central del catolicismo sino también del país más pequeño del mundo en extensión y población. Su forma de gobierno, de acuerdo con la clasificación internacional, es la de una teocracia organizada como una monarquía electiva.
Se supone que algún jerarca lo está remplazando pero no hay noticias oficiales al respecto
En cuanto al subtítulo de este escrito, la negativa a renunciar puede obedecer a dos razones: o es una decisión particular muy bien meditada y sabedor de que tácitamente implica claras esperanzas de total recuperación de la salud, lo cual es casi imposible y por lo tanto esas esperanzas son falsas y dañinas para la creyente feligresía; o, lo que es mucho peor es una imposición de la cúpula cardenalicia opositora.
En el primer caso, el de la decisión propia implica para ser tenida en cuenta, una indudable salud mental, y una tremenda responsabilidad dadas las múltiples obligaciones intramuros, ciudadanas e internacionales que habitualmente enfrenta en lo cotidiano.
Personalmente no creo que reúna las condiciones para tamaña empresa.
De no ser así lo califico como una acabada demostración de egoísmo y de auto calificarse como el mejor y el único capaz de atender la multitud de tareas, aun cuando muchas de ellas sean totalmente inútiles y aquí menciono como ejemplo dedicar tiempo a rogar por el cese de hostilidades entre países actualmente en guerra.
Ninguno de los respectivos responsables principales del belicismo lo escucha, y si lo hace lo pasa inmediatamente por alto, ninguna guerra va a deponer armas porque lo pida el Papa desde la aséptica comodidad del Hogar Santa Marta.
Lo mismo ocurre con similares ruegos para terminar con la pobreza y el hambre universales, con la delincuencia y el terrorismo, con las castas y la estratificación social, o con la xenofobia y el desprecio por los migrantes.
Lo que ocurre es que estas actividades constituyen la escenografía mínima necesaria para justificar en parte la existencia del papado.
La otra razón para la renuencia, la macabra, es que no sea tal, es decir voluntad de Bergoglio, sino imposición del muy nutrido y poderoso grupo de cardenales opositores, encabezado por el peligrosísimo norteamericano Raymond Burke.
Preparar la farsa del concilio cardenalicio elector del sucesor de Francisco, no es tarea fácil; las diferentes componendas necesarias para asegurar votos, tenida cuenta siempre la el consabido veletismo, forma de llamar a la actitud de un veleta, una persona que cambia sus opiniones y convicciones ante los demás, siguiendo la tendencia general o según le parezca más conveniente a sus intereses. Es una comparación con la herramienta "veleta" que cambia de posición según la dirección del viento, propio de políticos venales y de venales cardenales.
Recién cuando entre bambalinas lleguen a un supuesto acuerdo, es que le permitirán u obligarán al Papa renunciar.
Las fuerzas del cielo de la Iglesia, con apoyo de un think tank republicano de Estados Unidos, movieron sus fichas para la sucesión del papa Francisco. Lo hicieron en una cumbre celebrada con sigilo en Portugal, con más de 80 clérigos ultraconservadores, convocados y financiados por el Instituto Acton para el Estudio de la Religión y la Libertad.
Esta suerte de pre-cónclave de la ultraderecha tuvo como objetivos sumar fuerzas eclesiales a una corriente opositora y sondear posibles candidatos para evitar que el próximo papa continúe la línea de Jorge Bergoglio.
Pagándoles todos los gastos y exigiéndoles confidencialidad absoluta de lo debatido, el Instituto Acton invitó a participar a cardenales y obispos procedentes de Venezuela, Chile, Argentina y América Central; de Australia y de Pakistán; de varios países de África; de Estados Unidos; y de Europa del Este.
Entre los pocos nombres que trascendieron y dicen presente en estos encuentros, figuran el cardenal guatemalteco Álvaro Ramazzini; los arzobispos Ignatius Ayau Kaigama (Nigeria), Salvatore Cordileone (Estados Unidos) y Sebastian Shaw (Pakistán); y los obispos Fernando Areas Rifan (Brasil), Jorge Veja Velasco (Chile) y los angoleños Antonio Jaca y Zeferino Martins.
Sin embargo Francisco no está totalmente desprotegido, dado que teóricamente cuenta con prelados que apoyan sus proyectos de cambios en la iglesia, así por ejemplo Ángel Rossi y Víctor "Tucho" Fernández serían los encargados de reunir adeptos y sostener las vallas de contención en un intento de avance del grupo opositor.
La situación es compleja aunque ambos bandos vienen pertrechándose desde hace tiempo debido más que nada a la avanzada edad del pontífice; pero este inesperado y brusco episodio de la grave enfermedad del Papa, los ha encontrado un tanto desorganizados en especial a los enemigos, que, a mi juicio no han vacilado en enclaustrarlo hasta organizar las estrategias.
Les recuerdo a mis lectores que hace tiempo atrás dí mis razones para inferir que la salud del Papa estaba mucho más comprometida que lo que dejaban traslucir los escuetos partes de la prensa vaticana con la famosa muletilla de "está estable", alerta y colaborador.
Mentiras, recién ahora sabemos que en dos oportunidades estuvo a punto de morir y en los partes no hubo referencia a estos dos episodios, con la anuencia de los médicos, quizás coaccionados por la cúpula pero que debieron respetar a la feligresía negándose a ocultar la verdad, forma sutil de mentir.
Con estos antecedentes, yo dudo de toda información actual sobre la salud del Papa y de no aparecer videos confiables que muestren sus progresos, sigo insistiendo que continúa grave y totalmente discapacitado para gobernar la Iglesia.
El hermetismo y la mentira son las dos poderosas armas de que se vale el vaticano para frenar la diáspora.
El discurso habitual es el de inculcar la paz, la tolerancia, la fraternidad, la castidad, la moderación en las tenencias de dinero y bienes, la ayuda material a los pobres etc. etc.
Todo lo contrario de lo que ellos practican, hoy si ir más lejos hay una guerra interna entre ultraconservadores, conservadores y progresistas; y qué pretenden con la contienda, pues solamente llegar al poder omnímodo de la Iglesia y del Estado Vaticano.
La sociedad que los rodea es meramente eso, seres humanos que deambulan perdidos por el mundo en busca de una mejor calidad de vida, pero que jamás entrarán en los tétricos pasadizos vaticanos, ni obtendrán de sus dueños solución a los innúmeros problemas que les acosan.