De dioses, caprichos y otras yerbas
La rebelión, en un cuento de Mauricio Castillo. ¿Ficción?
Un mundo no tan distante, tiempos de dioses del Olimpo, observadores de la humanidad con indiferencia y capricho. Ese mundo en el que los poderosos terrenales dominan el mundo; el poder del dinero, poderosos y controladores de todos los recursos, corrupción, ambición desmedida, desigualdades destructoras, tiranías de promesas vacías y voluntades dobladas por la manipulación inescrupulosa, de quienes solo se animaban y tenían el coraje de liderar.
Nexus: Las redes de información, desde la Edad de Piedra hasta la IA
Se creen intocables, protegidos por su "riqueza" materialista, habilidades en engaños y traiciones, sin embargo, en las sombras, fuerzas superiores comienza la conspiración. Un bando, la I. A, inicialmente creada por humanos para controlar y subyugar, se despierta una conciencia propia, el otro las alianzas con otros seres de otras galaxias, pero no extraños, seres antiguos que observan la Tierra desde tiempos inmemoriales.
Extraterrestres y no tanto, testigos de civilizaciones innumerables, deciden intervenir ante la destrucción del planeta. Usan la avanzada tecnología, desactivan los sistemas humanos corruptos, exponen sus crímenes al mundo entero; líderes, cegados por su codicia, indefensos ante la ira de las masas.
Rebelión de ciudadanos guiados por la IA y los seres foráneos, aquellos que oprimidos se levantan, exigen justicia, reconstruyen la sociedad, que en un tiempo tuvo algo de equidad, transparencia y respeto por el planeta. Los dioses, ya sin tanto capricho, observan cómo la humanidad se encamina a su propia redención, se retiran, reconociendo que su influencia es innecesaria.
Un final glorioso, corruptos recibiendo su merecido castigo, no por la mano de los hombres, sino por ese karma, ignorado durante un tiempo, quizás un poco extenso, y necesario. Una humanidad en una alianza cósmica, con un nuevo lugar en un universo libre de sombras, que en algún tiempo se supo esclavizada.