Por qué la plata de Portezuelo tiene que quedar en el sur, sí o sí

Ya sea con la construcción de Portezuelo del Viento u otra obra alternativa, la inversión de los 1.023 millones de dólares tiene que destinarse a la zona sur de Mendoza. Hay argumentos de sobra.

Andrés Vavrik

Ante la demora en el laudo presidencial con respecto a la aceptación o no del estudio de impacto ambiental de Portezuelo del Viento y la posibilidad de que esto prorrogue como mínimo dos años el proceso, estamos obligados a buscar un Plan B.

En primer lugar, en este escenario, varios sectores se movilizaron para buscar el mejor destino para esos fondos legítimamente ganados por Mendoza a la Nación, en aquel largo conflicto por la ley de promoción industrial que tanto perjudicó a nuestra provincia. 

Para abordar este tema quiero recordar el último almuerzo oficial de la Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas, que organiza la Cámara de Comercio de Genera Alvear, en la edición número 40.

Dije en aquel entonces: "Sobre el proyecto multipropósito de aprovechamiento de los recursos del río Grande, distintas cámaras y asociaciones mendocinas ya expusimos todo lo que había para decir. Las cartas están sobre la mesa y como siempre sucede, el tiempo será el encargado de juzgar las decisiones. NUNCA hemos estado en contra del proyecto Portezuelo del Viento, pero desde General Alvear queremos dejar algo en claro que el oasis en su conjunto corre altísimos riesgos por cuestiones climáticas y judiciales. El Rio Grande tiene 34 m3 por segundo que son MENDOCINOS, y los necesitamos más que nunca. Es por eso que para nosotros el trasvase de aguas del río Grande al Atuel es irrenunciable". 

En ese momento, no podíamos dejar de avisarle al señor Gobernador sobre el malestar generado en General Alvear, San Rafael y algunos productores de Malargüe por la falta de un enfoque de aprovechamiento hídrico en dicho proyecto, acentuado por la persistente sequía que azota a los Andes centrales hace ya una década. 

Hoy en día, vemos con agrado el manto de coherencia que en los últimos días a cubierto este tema, sobre todo por parte de Rodolfo Suarez, que como ya ha demostrado otras veces, acepta la imposibilidad de insistencia e invita a abrir el debate sobre qué obras podrían abordarse con los 1.023 millones de dólares americanos que Nación está pagando en tiempo y forma según el plan de cuotas plurianual acordado entre las partes. 

También cobra relevancia la lucidez del anterior gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, y sus ministros, al momento de firmar el acuerdo con el ex presidente Mauricio Macri, al haber incluido la leyenda "otras obras hídricas", previendo las complicaciones que acarrearía el ambicioso proyecto hidroeléctrico que sería enclavado en el extremo sudoeste de Mendoza. 

No podemos perder el foco en estos momentos: es la oportunidad histórica que tiene Mendoza para sentar un nuevo precedente en nuestros derechos sobre el río Grande. En tal sentido, consideramos que avanzar con el estudio y construcción de un trasvase es el camino más corto y beneficioso para el sur provincial

Otro punto a tener en cuenta es que los perjuicios de la promoción industrial se produjeron principalmente en el sur mendocino, con una marcada desindustrialización y consecuente reducción del PBG. En este punto, el epicentro fue San Rafael. 

Se puede decir que Portezuelo venía como un resarcimiento al sur mendocino en particular y a Mendoza en general. Malargüe de ninguna manera puede quedar relegado en este nuevo plan de inversiones y lo que corresponde por lo antes mencionado es que el orden de prioridades sea de sur a norte. 

El oasis del Atuel es el más afectado por la escasez de nevadas, principalmente en su parte inferior y es el más amenazado por los conflictos judiciales con La Pampa, por lo tanto la lógica no puede ir en otro sentido que no sea atacar estos graves problemas con los fondos de Portezuelo del Viento. 

Lo importante de este posible cambio rumbo es que la generación de mano de obra y requerimientos de bienes y servicios no se verá afectado, al contrario, se amplían las chances para que sean empresas mendocinas las que aprovechen estas oportunidades. 

Al salir de la órbita el gigante Chino Sinohydro, se soluciona el dilema que tuvo intervención directa de Presidencia de la Nación y el embajador en Beijing, Sabino Vaca Narvaja , para dar garantías a los asiáticos de que las ganancias generadas en la hipotética construcción podrían ser giradas desde Argentina (algo imposible para el resto de las empresas internacionales actualmente).

De todos modos, en mayor o menor medida, con Portezuelo del Viento u otra obra similar, estos dólares quedarán en la provincia,  lo que representa una buena noticia para las grandes constructoras locales e impactando directa e indirectamente en muchas pymes que esperan hace años un golpe de aire fresco, afectadas por la pandemia y la crisis económica reinante. 

La construcción es generadora de empleo por excelencia, sería un despegue magnifico para un gremio alicaído por la época de "vacas flacas". Mendoza ya tiene en sus arcas 320 millones de dólares y está próxima a vencer la décima letra del tesoro, estas se pagan en forma trimestral, y en octubre de 2024 estaría saldada la totalidad de la deuda. 

Estos valores representan números inéditos para Mendoza en lo que respecta a obra pública, por lo que el actual Gobernador tiene la oportunidad de revolucionar la provincia y pasar a la historia, construyendo infraestructura fundamental para el futuro de este desierto convertido en oasis, gracias al sacrificio de sus regantes y la inversión constante de diferentes administraciones a lo largo de los años, para mantener el recurso hídrico. 

Trasvase, infraestructura de riego y agua potable, alcanza para todo. Con unión, federalismo e ingenio podemos mejorar mucho esta tierra que tanto amamos y defendemos.

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