¿Cómo creamos un Estado más accesible para los adultos mayores?

Esta pregunta me hice cuando acompañé a mi abuela en varios trámites. Atención deficiente, tecnología que no acompaña, y falta de capacitaciones de quienes están frente a nuestros abuelos. Desde casi dos horas de espera para realizar una denuncia, hasta una hora para comunicarse con una persona en un banco. 

Creo que hay que replantearnos de que manera se idean las políticas públicas para que sean más transversales a toda la sociedad, y que un jubilado no deba marcar casi 20 opciones en un celular, para lograr hablar con una persona en un banco que su mayor clientela son los jubilados. 

El Estado, sin dudas, debe exigir que las empresas con las que trabaja, y van a tener vínculo directo con adultos mayores, tenga políticas tendientes a una accesibilidad plena. 

En un banco que trabaja con jubilados, lleno de novedosas máquinas, encuentro a una mujer de unos 65 años frente a una pantalla táctil y le ofrezco ayuda, lo único que quería era cobrar su jubilación y no sabía cómo operar la maquina que daba turnos, después de que logramos sacar el turno me agradece y dice "pasa que no sé leer", es inadmisible que simplemente la hayan mandado a sacar turno, sin preocuparse por si podía o no hacerlo. 

Situaciones como las anteriores deben haber miles, es nuestra responsabilidad que dejen de ser miles y todos los adultos mayores tengan la posibilidad de acceder plenamente a sus derechos. 

Políticas más transversales y en concordancia con los instrumentos del derecho internacional, que protegen los derechos de los adultos mayores. Mendoza tiene una ley de procedimiento administrativo que pone especial énfasis en la atención de personas en situación de vulnerabilidad; toda la legislación debería hacerse en igual sentido, cuando involucre atención al público.