El agua hospedada en la poesía

Estrella nació en Málaga, España, en el seno de una familia llena de sueños y pasión por la literatura. A los siete años, emigró junto a su familia a Argentina en busca de nuevas oportunidades. Este cambio de escenario no solo marcó su vida, sino que también influyó en su perspectiva artística. Desde temprana edad, Estrella se sintió atraída por el mundo de la poesía. Escuchaba con admiración las obras de grandes poetas de la literatura española, como Federico García Lorca, Francisco de Quevedo y Gustavo Adolfo Bécquer. Cada verso resonaba en su alma, despertando emociones y su creatividad.

A medida que crecía, Estrella sintió una necesidad cada vez mayor de expresar sus propios sentimientos a través de la palabra escrita. En sus momentos de soledad, encontraba refugio en la poesía, dejando que las palabras fluyeran libremente sobre el papel, como un río que busca su cauce. Su poesía, impregnada de melancolía y esperanza, refleja su experiencia de vida, fusionando las raíces españolas con las influencias culturales argentinas. Cada verso es un viaje emocional, un reflejo de su alma inquieta y su profundo amor por el arte de la palabra.

Con el tiempo, Estrella Santiago se convirtió en una voz destacada en el panorama poético, cautivando a sus lectores con su estilo único y su capacidad para transmitir emociones universales a través de sus versos. Su obra, como un faro en la noche, ilumina el camino de aquellos que buscan consuelo y belleza en las palabras. Una Estrella que se hospeda en la poesía y donde el agua en muchas de sus formas ha fluido en poemas, poemas que les dejo para este domingo.