Poder: las tentaciones de la autocracia
Dice Elia Bianchi de Zizzias: "Todas las autocracias terminan beneficiando (abierta o secretamente) no sólo al autócrata, sino a sus seguidores y a un cierto sector social que le es leal".
La pandemia mundial nos desafía a reflexionar sobre distintas formas de gobierno que ameritan acercarnos a sus significados, vigencia y peligros. Democracia y autocracia, a pesar de sus diferencias tienen en la historia mundial ejemplos que es necesario atender.
Comencemos, entonces, por recordar su etimología: Democracia: del griego', formado con dêmos ‘pueblo' y krateîn ‘gobernar'."Se basa en la voluntad libremente expresada por el pueblo y está estrechamente vinculada al imperio de la ley y al ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Democracia y la gobernanza democrática en particular, significan que los derechos humanos y las libertades fundamentales son respetadas, promovidas y se cumplen, permitiendo que las personas vivan con dignidad."(Naciones Unidas).
Por otra parte, Autocracia: es una forma de gobierno en la cual todo el poder recae sobre una sola persona o grupo. La palabra, como tal, proviene del griego auto, que significa ‘uno mismo', y krátos, ‘gobierno' o ‘poder', y puede entenderse como ‘poder absoluto'.En la autocracia, la voluntad del autócrata prevalece por encima de los intereses del resto de los poderes públicos, de los demás actores políticos, y de la sociedad en general. Así, la figura del autócrata no se encuentra sujeta a ninguna ley o marco constitucional que limite o modere su poder.
Las autocracias son contrarias a la democracias, que se sostienen gracias a una separación de poderes públicos que equilibran sus influencias sobre la vida ciudadana.Los sociólogos y filósofos nos advierten sobre los peligros de los regímenes políticos autocráticos: Corrupción: rasgo distintivo de las autocracias es la corrupción, ya que al no contar con ningún tipo de poderes opuestos, los aliados del autócrata gozan de impunidad e inmunidad casi absolutas, pudiendo así enriquecerse ilegalmente, cometer crímenes y acumular bienes, sin que puedan ser juzgados por ello. Violencia: las épocas autocráticas, en el mundo contemporáneo, pueden ser períodos de violencia, dado que todo el poder reside en manos de una misma persona, se alienta el culto a la personalidad del líder o caudillo, a través de mensajes manipuladores que lo ofrecen como un salvador, un redentor o, en el peor de los casos, como un mal necesario.
Todas las autocracias terminan beneficiando (abierta o secretamente) no sólo al autócrata, sino a sus seguidores y a un cierto sector social que le es leal.
En una situación de crisis como la que estamos viviendo a nivel mundial, los gobernantes muestran sus estrategias para disminuir el impacto del coronavirus en sus tres dimensiones: salud física, emocional y económica. Pero en nuestro país, asolado por el crecimiento de la pobreza, la calidad de los recursos hospitalarios y sanitarios, se hacen difícil los pronósticos, a pesar de las buenas y alentadoras estadísticas que nos muestra el Presidente y sus equipos.
Además del comportamiento ejemplar de los ciudadanos recluidos en sus casas y cumpliendo con todos los protocolos exigidos. Paralelos a estos mensajes los escenarios económicos nos ponen en evidencia otra crisis: la de la economía, las deudas, las amenazas de default, la pérdida de fuentes de trabajo. Y por otra parte, la Justicia amenazada en su independencia, un Congreso que debe funcionar a pleno, una ideología populista que orienta a nuestros gobernantes a inclinarse por autocracias como Cuba, a cometer errores como las dudas con el Mercosur, la situación y arreglos con delincuentes liberados, los múltiples nombramientos de funcionarios con causas pendientes en la justicia, oscurecen la confianza ciudadana a la ética pública.
"El pasado ilustra de qué manera las tradiciones autocráticas se conservan al paso de diferentes experiencias políticas. La pulsión autocrática que conduce a la personalización del poder no es fácil de extirpar. Ha sobrevivido a revoluciones, se ha incrustado en regímenes totalitarios -de Stalin a Mao y de este a Fidel Castro-, ha reaparecido en los actuales regímenes autoritarios de China y Rusia y, para complicación de las democracias, está hoy presente en algunos países del este europeo y arroja señales de advertencia en los Estados Unidos."
"¿Estaremos, pues, asistiendo a otro ciclo de líderes fuertes en regímenes autoritarios y a una flaqueza en las democracias que no atinan a renovarse frente a estos desafíos? Razón suplementaria para insistir en el valor que reviste la autonomía de la política., el progreso moral y político no coincide a menudo con el progreso material."
"Por cierto, el logro del crecimiento sostenido nos puede traer la buena nueva de vencer los flagelos de la pobreza y del hambre (como efectivamente acontece en China), pero la incapacidad política nos puede legar el triste espectáculo de la declinación de sociedades que, en esa condición, también escuchan el canto de sirena de líderes prepotentes, xenófobos y expertos en el arte de azuzar instintos. Este parecería ser uno de los dilemas que hoy agitan a las democracias."(Natalio Botana,2.019). Botana, N.R. (2.019) La libertad, el poder y la historia: conversaciones de Natalio R.Botana; Fernando Rocchi. Ed. Edhasa. Buenos Aires.
En consecuencia, los ciudadanos que defendemos la democracia y la libertad debemos cuidarlas celosamente , para que este panorama pandémico no nos confunda.
Botana,N.R, Las nuevas autocracis que desafían al mundo
Bianchi Zizzias, E.A. (2.019) Democracia. ¿Realidad o Ficción? Ed. Librea. Mendoza.IV .p.43.IX.p.73.
Uriarte,J M.(2020): Autocracia
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