Borombombom, borombombom, a Malena Galmarini que quilombo se le armó

Luego de la asunción de Massa, su esposa y los dirigentes del Frente renovador subieron al escenario a festejar a puro canto de cancha y el ministro los tuvo que callar.

Tal como lo dijimos, la dirigencia política parece vivir en otra dimensión, lejos de la angustia de los ciudadanos argentinos que no saben cómo van a vivir dentro de dos días, en un país en que, en medio de una de los peores crisis económicas, el gobierno se da el lujo de nombrar una ministro de Economía que dura 20 días y luego tener ese ministerio acéfalo durante cinco días. 

Como si fuera poco, este miércoles, cuando finalmente Sergio Massa juró como ministro, el gobierno organizó un festejo con 500 invitados: políticos amigos, empresarios amigos, sindicalistas amigos y algunos deudores de favores que, además de ir a aplaudir, pudieron luego tener un momento de brindis y hasta disfrutar de un cátering que, por supuesto, se pagó con los impuestos de los ciudadanos

No fue el juramento habitual de cualquier ministro que, protocolarmente, se hace en el Salon Blanco de la Casa Rosada. A Massa se lo ungió en el Museo del Bicentenario no sólo para marcar la diferencia sino también para poder acomodar a los 500 invitados. 

Entre esos invitados estaba también la dirigencia del Frente Renovador, espacio político Massista que, sin ningún pudor y bajo el liderazgo de la esposa del nuevo ministro, Malena Galmarini, se subió al improvisado escenario a cantar a los gritos "Borómbombom, borómbombom, somos el Frente Renovador". 

La actitud fue tan desubicada que el propio Massa, que estaba dando una nota a la prensa, se giró a hacerle gestos de "¿qué hacen?" a los "Renovadores" mientras les gritaba "¡Eh, no! ¡No!", haciéndolos callar. 


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