Para UCIM llegó la hora del sector privado

El presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza, Daniel Ariosto, sostiene que llegó la hora del sector privado.

Que la inflación ha bajado es una realidad palpable. Que se ha logrado un equilibrio fiscal recortando áreas que parecían innecesarias, un hecho.Tenemos estabilidad en el tipo de cambio y se ha dejado de emitir dinero.

Todos estos logros, tras un año de gobierno, son importantes. Promesas de campaña cumplidas y una luz de esperanza para los argentinos. Las reformas estructurales encaradas, son algo que el país necesita desde hace años y parecía imposible de implementar, por el alto costo político que implicaba. 

Sin embargo, a pesar de la situación económica desfavorable, el actual gobierno goza hasta ahora, de gran aceptación Eso es una victoria en el sector estatal que agradecemos y festejamos.

Gracias a la baja de la inflación, bajó la pobreza y el humor social está esperando el reflejo de todas estas metas en la microeconomía.

Los empresarios, lo mencionamos ya, se encuentran observando leves mejoras en sus diversas actividades y mirando al futuro esperanzados.

Este año que está comenzando deberá necesariamente ser la hora del sector privado. Fuera del conocido impulso que se está imprimiendo a áreas como la energía y la minería, la autoridad económica nacional deberá comenzar a impulsar las medidas que también fueron parte de la plataforma electoral: entre ellas y como inicio, la baja de impuestos.

El primer año de gobierno ha sido una prueba de fuego para las pymes. Un reflejo de esto ha sido que el sector privado ha perdido alrededor de 12.000 empresas según un informe del Centro de Economía Política de Argentina (CEPA) y que surge de datos publicados por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) entre noviembre de 2023 a septiembre de 2024.

Esto, según el mismo informe, significó alrededor de 220.000 puestos formales menos.

Esto trajo como resultado buscado una recesión que no puede durar para siempre. Si sumamos los empleos que se perdieron por el cierre de empresas, más los despidos realizados en los ámbitos estatales, más la gente subempleada o trabajadores autónomos y monotributistas sobreviviendo en un marco de gran caída de consumo y de las ventas minoristas, sin dudas la fracción de la población que está viviendo mal es grande.

Es bueno recortar gastos innecesarios, cuidar el equilibrio fiscal y mantener los números estatales lo más sanos posible pero también, sabemos que las principales preocupaciones de la población hoy son el desempleo y la pobreza.

Siempre lo decimos: la riqueza y la generación de empleo (hoy indispensable) son potestad exclusiva del sector privado.

Por eso, fuera de los desafíos políticos que le esperan a la gestión de Javier Milei en un año electoral, la gran meta que debería ir cumpliendo a paso firme, es la recuperación económica interna.

Todos los argentinos, pero más todavía las empresas, están padeciendo el aumento exorbitante de tarifas de los servicios, el incremento de combustible, entre otras variables.

Un ordenamiento del sistema impositivo nacional, provincial y municipal sería vital en esta época de grandes transformaciones. Ya que el vigente es caótico y absolutamente injusto.

Solo esa medida sería un gran espaldarazo para la actividad privada, junto a reformas en el sistema laboral y a la incipiente existencia de financiamiento que hoy se está observando.

La sociedad es un todo: Estado y Sector Privado. Nuestra mirada, como organización, contempla que el desarrollo de una sociedad se hace produciendo, comerciando, brindando servicios, aprendiendo, gozando de condiciones adecuadas, creciendo en lo personal, en lo grupal, en lo social.

Absolutamente todos tenemos el derecho a desarrollarnos, avanzar y comenzar a construir una nueva sociedad en la que todos tengan lugar.