Cornejo: Segundo primer año marcado por el reimpulso minero, "simpatía" con Milei y sin oposición en Mendoza
Cumplidos los primeros 365 del segundo mandato de Alfredo Cornejo, bien vale repasar el tránsito de la gestión.
Se cumplen 365 días de la segunda parte de Alfredo Cornejo al frente del ejecutivo provincial. La esperanza minera pasó a la realidad y aunque falten muchos años para ver dividendos, el gobierno dio un paso clave para torcer un rumbo económico de declive para la Mendoza de los próximos 20 años.
El éxito de esta gestión, seguro trascienda el segundo mandato de Alfredo Cornejo y se pueda valorar al pasar al menos unos 10 años concluída. Será si todo marcha acorde al plan, un nuevo punto de partida para la Mendoza actual.
No habrá magia, pero sí mucho trabajo porque primero habrá exploración y si existe tanto potencial mineral como se estima, serán no menos de 5 años de explotación.
Pero está claro que sí se rescatará de esta administración, el cambio de rumbo en materia minera, la reapertura de una discusión que parecía saldada para el lado de los "hambrientalistas" y el deseo incansable de torcerles el pulso de una buena vez. Sin marcha atrás, con pasos contundentes, sigilosos.
El gobierno hizo docencia en la necesidad de ampliar la matriz productiva (agotada por cierto) de una Mendoza que aparece en el escenario nacional como "glam-turística", ordenada, pero que no logra crecer en términos de PBG hace al menos 10 años y con un consumo de vino, la supuesta industria madre, con un consumo medido en litros, en franca en caída a nivel mundial.
En materia de administración financiera, el leitmotiv cornejista sigue siendo el superávit fiscal, que ya lleva 7 años y de no mediar catástrofe económica macro, seguirá siendo igual por los próximos años.
En cuanto a obra pública, caído Portezuelo del Viento, la gran promesa de la UCR desde tiempos cobistas, habrá que ver si el reparto de los fondos en proyectos para todos los departamentos, no termina por diluirse en el tiempo.
Daría la sensación en Mendoza, sobre todo en la comparativa con las provincias vecinas que sigue faltando una obra, "la" obra, pero quizás responda al eslogan de la primera fase de Cornejo (entre 2015 y 2019), en la que se aferró a la "revolución de lo sencillo".
La relación Cornejo Milei y la falta de oposición en Mendoza
El cambio de parecer sobre Milei ha sido más que notable en el gobernador mendocino. Milei para Cornejo pasó de ser "un salto al vacío" en octubre de 2023, a verse espejado en cada acción de desregulación, simplificación o ajuste en el gasto público, que como repiten los funcionarios de esta administración "ya se hizo en Mendoza a lo largo de los últimos 9 años".
En lo formal, daría la sensación de que Cornejo pasó de una lógica distancia con el Presidente, al que honestamente muchas veces cuesta descifrar, a la simpatía.
Fue una suerte de "wait and see" que tuvo el punto más alto de sintonía, durante el tradicional encuentro anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, en septiembre pasado, llevado a cabo en Mendoza.
El recibimiento fue cálido, informal, hubo un abrazo y respeto mutuo. Las incógnitas pasan por saber si habrá afinidad electoral en 2025 y 2026; por el lado de las críticas, se le puede cuestionar a Cornejo su cambio de 180°, pasando del apoyo al kirchnerismo estatista, al apego por el libremercado mileísta. Todo, en apenas 17 años.
Pero esos 17 años, muestran la hegemonía política del actual gobernador, quien tuvo adversarios que sencillamente no pudieron o no supieron cómo doblegarlo.
Por último y para facilitar el tránsito de este segundo mandato de Alfredo Cornejo, se destaca el poco peso específico de la oposición: Con un peronismo en eterna reconstrucción (al menos desde 2015) y La Unión Mendocina sin conducción aparente, el ejecutivo es el que termina por proponer y llevar a cabo las propuestas de la Mendoza que viene, sin mayores aportes y debates sobre si es o no el rumbo correcto.
Sin riesgos opositores a la vista, ni sobresaltos, Cornejo y los suyos, se dan por aprobados en este primer año. El doble tilde azul, lo pondrá o no el electorado en las próximas elecciones legislativas.