2024: La vuelta del "laissez-faire" en Argentina
Las desregulaciones son el camino de salida necesario para dejar de penalizar a la producción.
En un país encorsetado, con cepos y limitaciones de todo tipo, el afán desregulador del gobierno libertario, quizá sea uno de los puntos más altos para destacar en el primer anuario de la gestión de Javier Milei.
"Cuando deje el poder, Argentina será el país más libre del mundo", repitió Javier Milei en sus reiteradas entrevistas, conferencias y visitas a cada punto del país.
Pues, para llevarlo a cabo, primero creó el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, que bajó el mandato de Federico Stuzenegger avanzó días hábiles, sábados y domingos, en un proceso de desregulación pocas veces visto.
De hecho, según el Instituto Cato, desde el 10 de diciembre de 2023, cuando Milei asumió la presidencia, hasta el 7 de diciembre de 2024, hubo 672 reformas normativas.
En promedio, eso significa que, durante su presidencia, Milei y su equipo han emitido 1,84 desregulaciones por día, contando los fines de semana.
Un año, 672 reformas normativas a razón de 1,84 desregulaciones por día
Por eso, y más allá del orden fiscal, la estabilidad cambiaria y la fuerte rebaja de la tasa de inflación, la gestión libertaria deberá ser ponderada y medida en base a las facilidades y libertades que otorgue al sector privado, para que pueda emprender y generar riqueza y a la vez, en una economía sana y con indicadores normales, intente competir con el resto del mundo.
Si "a mayor Estado, menos riqueza", le sumamos la frase "a mayor libertad, más desarrollo"; y si Argentina logra persistir en el camino del libre comercio, mejorando también sus índices de libertad económica, seguramente podrá despegar.
Además, como derivada de este principio de no intervención del Estado en cuestiones económicas, podrá terminar con otro círculo vicioso de la administración pública: esto es la hegemonía de la burocracia y las corporaciones (empresariales, gremiales) que con el fin de mantener su negocio, se hicieron socios del Estado y terminaron por limitar todo el potencial productivo.
Por esto, la decisión del gobierno avanzar gradualmente con el fin del paseo de los contribuyentes, emprendedores e inversores por infinitas ventanillas, mostradores, trámites, papeleo, visaciones, sellos, desarchivos de expedientes y acceder al pago de dudosas "contribuciones", será sin dudas uno de los grandes legados que pueda dejar esta o cualquier administración de gobierno venidera.
En términos liberales clásicos, el "laissez faire et laissez passer" (dejar hacer y dejar pasar) parecen estar de vuelta en la Argentina del 2024 y aunque las desregulaciones no luzcan pomposas, ni sumen votos, serán cruciales para revertir décadas de atraso.