Sobre el anteproyecto de Código de Aguas

La opinión de Daniel Buono sobre el proceso de consultas y el anteproyecto de Código de Aguas.

Daniel Buono

Luego de cumplirse el plazo impuesto por el Departamento General de Irrigación (DGI) para concluir el proceso de participación ciudadana sobre el anteproyecto referido, se llega a la conclusión de que el mismo no cumple suficientemente los objetivos que se propuso.

No puede cumplirlos porque el plan se basa en dividir un recurso que se ha dado en llamar "escaso": el agua dulce. Y no hace propuestas serias para resolver el tema. Más bien parece un anteproyecto que asegura el agua dulce a los poderosos a costa de los demás... nada nuevo bajo el sol.

El agua en nuestro país no es escasa, gracias a Dios disponemos de fuentes de agua dulce todavía abundantísimas que son un reservorio de agua para muchos millones de personas, muchísimos más que los que habitamos el país.

Sin embargo, hasta ahora, el análisis que se hace redunda en la redistribución del agua de cuencas que están sobredemandadas. No se piensa, y pensar es gratuito, que se podrían analizar y realizar proyectos que serían muy rentables para traer agua de fuentes de agua dulce haciendo canales, acueductos, etc. Esto ya lo hicieron los nuestros antecesores que habitaron este suelo: los pueblos originarios, el Gral. San Martín, o más antiguamente en Europa los romanos.

A modo de ejemplo me gustaría ahora citar el caso de Los Ángeles, una ciudad que enfrentó una crisis de agua y tomó medidas audaces para resolverla.

En el siglo XIX, Los Ángeles era una pequeña ciudad sin importancia. Carecía de algo fundamental: agua.

La visión de William Mulholland, un ingeniero autodidacta irlandés, cambió radicalmente su destino. En la década de 1910, Mulholland concibió la idea de construir un acueducto que atravesara California para llevar agua desde el remoto Valle Owens, ubicado a 370 km al norte de Los Ángeles. Este proyecto sería una obra admirable de ingeniería. Las obras comenzaron en 1908 y se inauguraron en noviembre de 1913.

El acueducto incluyó:

· 142 túneles con una longitud total de unos 70 kilómetros.

· 55 kilómetros de canal a cielo abierto.

· 60 kilómetros de canal cubierto de hormigón.

· 160 kilómetros de tubería de acero alemán.

· 500 kilómetros de carreteras pavimentadas y líneas de ferrocarril.

· 1 fábrica de cemento.

· 2 centrales hidroeléctricas.

· 400 kilómetros de líneas telefónicas.

El impacto en Los Ángeles:

Con un caudal de 11.9 m³/s, el acueducto permitió que la ciudad floreciera aceleradamente. Los Ángeles comenzó a crecer 9 veces más rápido que Nueva York.

En resumen, Los Ángeles transformó su destino al construir un acueducto audaz que resolvió su escasez de agua. Una historia de ingenio, ambición y consecuencias medioambientales.

Luego hubo que construir un Segundo Acueducto para complementar el suministro de agua.

A medida que la ciudad crecía y la demanda de agua aumentaba, se hizo evidente que se necesitaba una fuente adicional. Por lo tanto, se construyó este segundo acueducto aún más largo y complejo para garantizar un suministro sostenible y confiable.

Controversias:

La construcción y operación de ambos acueductos no estuvieron exentas de controversias. Hubo debates sobre los impactos ambientales, especialmente en el Valle Owens, disputas legales relacionadas con el uso del agua, etc.

El segundo acueducto fue una respuesta audaz a las necesidades crecientes de una ciudad en constante expansión.

En resumen, loa acueductos de Los Ángeles fueron una solución vital para abastecer de agua a esta gran ciudad. Su construcción y funcionamiento han sido temas de debate y reflexión a lo largo de la historia.

Si ellos supieron y pudieron resolver el problema del agua, nosotros ¿por qué no?

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