No pienses en Milei
La política necesita autenticidad y coherencia discursiva. Coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Intuyo que al leer el título del artículo lo primero que hicieron fue pensar en el mismísimo Milei. Se imaginaron su famosa "peluca", su histrionismo y empezaron a llenarlo de simbología y contenido. Recrearon la imagen que tienen de él e inevitablemente, y haciendo todo lo contrario al título del artículo, pensaron el Milei y todo lo que representa para ustedes.
Aclaro que el título no es mío, deviene del famoso libro "No pienses en un elefante" del lingüista norteamericano George Lakoff.
En el libro Lakoff habla de los marcos mentales (o frames). "Los marcos son estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo". Para Lakoff todas las palabras se definen por relación a marcos conceptuales. Sin construir un "frame" (marco mental) propio no hay ideología política que pueda triunfar. Puesto que el lenguaje activa los marcos. Como cuando anteriormente dijimos Milei y se activó el marco mental que representa para ustedes. Todas las palabras se definen en relación a sus marcos conceptuales. Cuando se oye una palabra, se activa en el cerebro su marco (o su colección de marcos).
Entonces: ¿Qué son los marcos mentales?
En base a la definición de marcos mentales que nos otorga Lakoff, podríamos definirlos como estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo. Estas estructuras mentales conforman las metas que nos planteamos, los planes que hacemos y nuestra forma de actuar ya sea bueno o malo. En política estos marcos conforman nuestras políticas sociales y las instituciones que creamos como espacio para poder poner en marcha dichas políticas. Entonces, dicho esto, si cambiamos nuestros marcos mentales estamos dando pie a cambiar todo esto y por lo tanto "el cambio de marco es el cambio social" y el cambio político.
Entonces veamos cómo se aplican los marcos mentales a la política y a la comunicación política.
Estaba revisando twitter y vi un tweet del Diputado por Libertad Avanza Ramiro Marra con la siguiente foto:
Automáticamente pensé en Lakoff, en los marcos mentales y en el error en la estrategia de Juntos por el Cambio.
Analicemos: si la estrategia comunicacional de Juntos por el Cambio es modificar el marco de la discusión para desprestigiar a Milei (es evidente que "populista de derecha" salió de un Focus Group) con el objetivo simbólico de posicionar su marco como de mejor "reputación" están equivocándose, y mucho...
Lo único que logran es posicionarlo más a él, están posicionando cada vez más a Milei.
Para Lakoff la comunicación política se fundamenta en la creación de marcos mentales compartidos por los votantes. Como dijimos, los marcos "son estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo".
El lenguaje es la clave para comunicar y crear dichos marcos: "casta" "populismo" "derecha" "izquierda" "peronismo" "libertarios", etc. La política es lucha por la construcción de "relatos", de emociones, sensaciones e historias personales a las que un individuo se siente fundamentalmente vinculado.
Por eso los valores que encarnan un candidato o una ideología, son más importantes para sus votantes que por ejemplo el programa político. Discutir con el adversario político usando su marco mental (y no el propio) conduce inevitablemente a la derrota.
REPITO: Discutir con el adversario político usando su marco mental (y no el propio) conduce inevitablemente a la derrota.
No tiene sentido adoptar formas lingüísticas ajenas para transmitir valores propios.
Derrota garantizada...
Por eso decir "populista de derecha" no afecta la imagen de nadie. Refuerza marcos mentales previamente configurados. Es decir, si al núcleo de votantes de Juntos por el cambio no le cae bien Milei, decir populista de derecha refuerza todo lo que previamente estaba construido en su marco mental. Pero no aporta nada nuevo, no hace daño. Y además, no estamos transmitiendo valores propios reales.
Equivocadamente la estrategia de Juntos entra en un terreno que no le es propio, un terreno ajeno. Equivocadamente comienza a hablar otro idioma, un idioma que no les representa. Equivocadamente, lo que hacen es consolidar el marco "Milei" y no el que ellos estratégicamente deberían posicionar.
Hablar en los términos de "Milei" le da visibilidad, reconocimiento y lo ubica en el centro de la discusión pública. Refuerza marcos mentales ajenos y no profundiza valores propios. Hablar en los términos de "Milei" sin ser Milei, lo que genera es un desgaste político totalmente inevitable. Genera que perdamos credibilidad, genera poca coherencia discursiva e imposibilita que empecemos a generar vínculos legítimos con el electorado.
A su vez, Milei fue el primero que usó este tipo de tonos en su comunicación (tonos confrontativos). Tonos que hacen que pierda credibilidad cuando lo utilizan otros/as.
REPITO una vez más: Discutir con el adversario político usando su marco mental (y no el propio) conduce inevitablemente a la derrota.
El desafío de los partidos políticos es encontrar una lógica discursiva propia que conecte con el votante indeciso y desmotive a los adversarios. Los marcos mentales (o frames) son fundamentales para la estrategia discursiva. Si caemos en el error de hablar un idioma que no es propio porque pensamos que así conectaremos con parte del electorado, NUNCA vamos a conectar.
La política necesita autenticidad y coherencia discursiva. Coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. El desafío de los partidos políticos es empezar a crear lazos efectivos con los electores, desarrollando marcos conceptuales propios que le otorguen credibilidad y sea un eje diferenciador entre tanta competencia mediática y política.