Natalio Mema: La pandemia nos afianzó como equipo

En este primer año de gestión se puso de manifiesto que lo propuesto en la campaña del año pasado se logró cumplir. Hubo una marcada continuidad en los lineamientos del gobierno anterior, con una impronta distinta propia de los tiempos que nos han tocado vivir.

Arrancamos con un acuerdo político relacionado a otro tema que también se planteó muy claro en la campaña, como fue el incentivo a las inversiones mineras en nuestra provincia. Como ya todos sabemos, hubo un marcado rechazo de buena parte de la ciudadanía a esta iniciativa y se pudo resolver con mucho diálogo y estando muy atentos a lo que los mendocinos estaban expresando en ese momento. El contexto latinoamericano estaba signado por fuertes protestas sociales en Chile y Colombia y una marcada crisis institucional en Bolivia, Ecuador y Perú.

En lo que a los servicios públicos concierne, para variar, fue un primer año muy complejo. El hecho de negarnos en un año que ya venía acarreando una fuerte crisis económica un presupuesto con roll over y financiamiento para obras y servicios, obligó a redistribuir partidas y hacer foco sólo en las prioridades.

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En materia de transporte, nos encontramos con un sistema que, a un año de un cambio estructural, ya se encontraba mucho más asentado. Una prueba de ello fue el récord de transacciones que tuvimos en marzo de este año, con 840.000 transacciones en un día, cuando hasta 2.018 el promedio era de 680.000 transacciones diarias. Teniendo el boleto más barato y el costo por km más barato del país, logrado con mucha eficiencia en la asignación de costos y recorridos con el sistema inteligente de transporte. Ese sistema, sumado al orden fiscal de las cuentas públicas provinciales, nos permitió también ser la única Provincia del país que mantuvo todo el año el transporte funcionando, haciendo pequeños ajustes a medida que se iba incrementando la demanda. También logramos migrar de Red Bus a SUBE, objetivo muchas veces anunciado en los años anteriores sin haberse concretado nunca. Fue un traspaso sin inconvenientes y muy ordenado. Actualmente el 90% de las transacciones se hacen con SUBE en nuestra área metropolitana. Es de destacar, que pese a la prohibición nacional, se mantuvo para trabajadores esenciales el transporte de media y larga distancia nacional durante todo el año. Todo ello con un congelamiento tarifario, logrando mantener por 2 años el mismo precio y sumando la gratuidad del boleto para todos los efectores que trabajan en establecimientos de salud, para ese cometido entregamos 17.000 tarjetas SUBE sin costo alguno para el usuario. Es bueno recordar que este nuevo método de pago viene con un abono de viajero frecuente que llega hasta un 50% de descuento para quienes más utilizan el transporte público todos los meses.

En lo que respecta al Agua y Saneamiento tuvimos que corregir un atraso de la tarifa que hacía inviable la operación de AySAM y también de los pequeños operadores, que en nuestra provincia con 149. Si agregamos que las partidas para ese sostenimiento en el presupuesto habían sido negadas, el panorama era imposible de sortear sin trasladar ese costo al usuario. Pudimos continuar con inversiones muy importantes como es el colector Boedo Ponce, la ampliación de la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Paramillos y una gran cantidad de intervenciones menores que lograron que este servicio, aún con muchas dificultades, se mantuviera en condiciones normales de prestación.

En cuanto al sector eléctrico, se pudo sostener con dos años de atraso tarifario, buscando acuerdos para que no se afecten bruscamente las inversiones del sector que este año ascendieron a 600 millones de pesos, evitar conflictos judiciales y llevar adelante las audiencias públicas como indica la ley. Fue todo un desafío aliviar la economía de los mendocinos mediante estas medidas, congelando esta tarifa y evitando que se produzcan cortes por falta de pago, pudiendo ofrecer amplios planes de pago a los usuarios. No hubo ningún inconveniente sanitario por falta de servicio, se reforzó todo el sistema eléctrico vinculado a hospitales y clínicas.

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Ah claro, también tuvimos una pandemia mundial. Pudimos prestar todos esos servicios bajo estrictos protocolos que permitieron que no haya contagios masivos, con rotaciones de trabajadores en el sector eléctrico y de agua y saneamiento y con aislamiento en el transporte público. En el transporte, signado permanentemente por ser un gran riesgo en la pandemia, pudimos lograr que en los momentos que se realizaban exhaustivas investigaciones epidemiológicas nunca se marcó el transporte público como una fuente de contagio y prácticamente no tuvimos contagios de trabajadores del sector en el contexto de su trabajo.

La pandemia también afianzó mucho el equipo del Gobernador, a los pocos meses de haber asumido ya trabajábamos todos como si lleváramos varias gestiones juntos. La firmeza y coherencia en las decisiones de Rodolfo hicieron mucho más fácil llevar adelante la gestión en tiempos de grandes incertidumbres mundiales. Todavía no podemos cantar victoria, pero hemos llegado a diciembre de manera ordenada y trabajando mucho. Podemos decir que fue un primer año bastante atípico mundialmente intentamos llevar la mayor tranquilidad a los mendocinos y no detener nuestros planes de gestión, siempre buscando avanzar.