La multa o la vida

¿Cuáles son los objetivos de multar a una persona en infracción? Reflexiona sobre el tema en esta columna para Memo Paul Burlot.

Paul Burlot

 Los gobiernos, en su mayoría, sean de nivel, nacional, regional o municipal, están más enfocados en obtener recursos a costa de poner en un segundo plano las vidas de sus pobladores.

Mirando el centro de una ciudad, veremos inspectores controlando el estacionamiento medido, mientras a su lado pasan conductores y peatones cometiendo graves infracciones, en varias ocasiones con serias consecuencias.

Claramente su objetivo no es la vida, no es educar, sus superiores le exigen recaudar.

Los anglosajones dirían money is life, dinero es vida.

Si vamos a otro punto del espectro colocamos multas, pero no trabajamos seriamente sobre educar, controlar, corregir y hasta se termina buscando un chivo expiatorio puntual, como el alcohol, que no tenga demasiado "padrinazgo" como ocurre con el narco, los laboratorios o el mismo Estado (por las condiciones de las vías de transporte).

"Prohibir y multar" (o más impuestos) es la receta que está de moda, incluyendo a la OMS. Vale recordar la Ley Seca de los años 20 en USA y sus frutos: el whisky siguió y las mafias florecieron... y perduran.

Si solo fuera cuestión de prohibir, no habría estupefacientes (y muertes por sobredosis) o; no se cometerían delitos, incluyendo crímenes a corruptelas varias, etc.

Hay que machacar que todo abuso mata, más lento o más rápido, sea por comer o beber mal /mucho, sobreexigir al cuerpo (peso, descanso, esfuerzos, deportes, etc), bla, bla, bla.

Todo tiene consecuencias con un costo social y personal inmenso, que no solo es dinero, ¿cuánto cuesta un "quemado"? por ejemplo.

Autoridades: lo principal es proteger la vida, no es juntar plata, para ello se debe educar y responsabilizar.