Innovación, creatividad, disrupción, sociedad, Estado, gobiernos locales

El modelo Moonshot Thinking para abordar el Estado desde los gobiernos municipales. Lo describe Mauricio Castillo.

Mauricio Castillo

El mundo actual, en una constante evolución, donde la innovación resultó ser un impulsor preponderante de progreso. La innovación entendida como una habilidad o característica que se limita solo a nuevos productos o servicios, sino incluirla en la mejora de procesos, la resolución de problemas: sus distintos modos y distintas formas; y a la satisfacción de necesidades buscando la eficiencia.

El pensamiento corriente de una persona común, lo relaciona con el universo empresarial; la cultura impregnada de innovación de una empresa, se posicionan con una clara ventaja o beneficio que le permite adaptarse a los cambios, inesperados y las mantiene competitivas, como una conceptualización contextualizada de manual. Una de mis conclusiones, parafraseando: la innovación es el motor de cambio. Ahora pienso y trato de responderme: ¿Es aplicable en el Estado en los gobiernos locales?

La habilidad con vigencia y uso más frecuente en las organizaciones es la creatividad, como complemento a la innovación. Pensar la creatividad, como habilidad clave en todas las disciplinas y ordenes de la vida humana, sin limitarla solo a las artes, es la acción hacia la exploración de nuevas ideas, encontrar soluciones únicas a desafíos complejos; el fomentar la creatividad en los entornos y contextos laborales es un enriquecimiento al proceso innovador, es inspiración para los equipos a colaborar y contribuir con ideas frescas. ¿Pensar la creatividad como el alma de la innovación... puede transformarnos como Sociedad?

Otra cualidad de las acciones innovadoras y creativas ante desafíos, problemas y necesidades un término emergente y reciente, lo disruptivo. Si hablamos de disrupción, podemos explicarlo como una ruptura, romper en pedazos esos moldes, sean por la cultura, que impiden modificar el statu quo, la comodidad, lo seguro. Este término se comienza a aplicar en esos cambios radicales que transforma mercados, trasponiéndose a las sociedades también, en conclusión, son alternativas totalmente diferentes y a menudo más eficientes, sea en emprendimientos, estilos de vidas, que buscan siempre el bien común.

El surgimiento de tecnologías digitales, la AI, los startups, una real revolución en industrias enteras, y en servicios, ejemplos de este tipo de emprendimientos son Google, Facebook, Uber, y Airbnb; lo disruptivo nos obliga a pensar y repensar como operamos y nos vamos adaptando, el romper moldes con el objetivo de avanzar, lo que nos da la oportunidad de pensar y repensar desde la participación ciudadana en la cosa pública, municipios, gobiernos provinciales y hasta el gobierno nacional.

La innovación y la disrupción son términos imposibles de intercambiar en su aplicación a tal o cual idea creativa, pero si están intrínsicamente vinculados. Es la innovación incremental lo que mejora lo existente, en tanto la disrupción incorpora nuevos paradigmas. En lo empresarial se equilibra ambos enfoques para prosperar: innovar en forma constante para mejorar y dejar abiertas las oportunidades disruptivas que pueden redefinir su campo de acción. Existe una sinergia entre innovación y disrupción, y también esa sinergia puede trasladarse a lo empresarial: sector privado, y al rol y funcionamiento de nuestros gobiernos.

El papel crucial de fomentar la innovación y la creatividad por parte de los gobiernos locales y el Estado, a través de políticas públicas que promuevan y concienticen la investigación y el desarrollo, como la transformación a través del impulsar y brindar subvenciones para startups y pymes; creando así entornos reguladores favorables, para facilitar un ecosistema propicio para innovar. El liderar con el ejemplo, integrando tecnológicas innovadoras en los servicios que presta y promoviendo la digitalización, conlleva a un rol del Estado como impulsor y facilitador, con un equilibrado accionar disruptivo.

El pensamiento crítico, la resolución de problemas su promoción por parte del sistema educativo es fundamental, para enriquecer y cultivar la generación de innovadores que se viene. Transmitir, y guiar como eje de la enseñanza dirigida a los jóvenes, sin limitar al aprendizaje, sino a cuestionar, experimentar, explorar nuevas ideas. Debemos inspirar a los estudiantes a imaginar y crear para cubrir las necesidades y demandas el mundo laboral y social, actual y futuro. Una educación como fundamento de la innovación, que debe evitar dejar de lado la función pública.

Tesla, SpaceX, y startups emergentes en inteligencia artificial, combinación de creatividad e innovación son muestra de éxito, con un impacto significativo. Ejemplos inspiradores, basados en innovación y disrupción.

El entorno globalizado y competitivo, nos lleva a desarrollar capacidades como la de innovar, y la adaptación. Los que nos atrevamos a desafiar lo establecido por un sistema tradicional, mecanicista, los que intentamos cada día a pensar creativamente, es una realidad que estoy convencido que aportamos con nuestro accionar presente, una importante mejora para el futuro, y así moldearlo, abrazando la innovación y la disrupción como caminos al progreso significativo y sostenible. El futuro es de los innovadores.

Considero, desde lo más profundo de mi ser, que es importante fomentar la innovación, la creatividad y lo disruptivo en todos los niveles y actividades de nuestra sociedad, desde la educación, hasta el mundo corporativo y gubernamental, como aspectos y habilidades que nos ayudarán a construir un futuro dinámico y resiliente.

Una buena propuesta es aprender a aplicar el modelo Moonshot Thinking. ¿Ustedes preguntarán en qué consiste? El próximo encuentro se los cuento. Gracias.