La introducción del AntiViejismo a la Economía Plateada

Preparándote para tu devenir.

Carolina Iglesias

El cambio demográfico exige que pongamos el foco en la última etapa de la vida. Lo cierto es que cada vez hay más publicidades, notas periodísticas, videos virales de nietxs con sus abuelxs y de personas con arrugas visualizadas como ejemplos a seguir. 

Familias unigeneracionales donde podemos encontrar tres, cuatro generaciones de personas mayores, muchas de ellas centenarias y mujeres.Sí porque a este fenómeno global debemos sumarle el de la Feminización de las vejeces, al parecer el futuro no sólo es cosa de viejxs sino también cosa de mujeres. Educarnos y pensarnos en el mundo que vendrá, que ya está aquí, nos ofrece la gran ventaja de imaginarnos la vieja, el viejo, el vieje que seremos y así tener la posibilidad de planificar y proyectar nuestros devenires.

Se calcula que para el año 2050 un tercio de la población de la Argentina tendrá más de 60 años, y esto sucederá a escala mundial: habrá generaciones de personas mayores contemporáneas, muy diversas, todas incluidas bajo una misma categoría. 

Tanto las mujeres como los ancianos son considerados vulnerables según el art. 75 inciso 23 de la Constitución de la Nación Argentina, por lo que, cuando hablamos de mujeres mayores tenemos que hablar de un doble tipo de discriminación: por mujeres y por viejas, lo que da cuenta de una discriminación múltiple. 

Hoy el término ancianidad ya no se utiliza, el art. 2 de la Convención Interamericana sobre la protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores dice que pasamos a ser personas mayores o personas adultas mayores, al cumplir 60 años. Pasar a tener esta denominación hace que en nuestros cuerpos y en nuestras vidas se impriman un sin número de ideas prejuiciosas, ya el hecho de que tengamos que aclarar que somos personas nos habla de la imposibilidad de nombrarnos viejxs cuando atravesamos la etapa de "la vejez".

Algunos de los prejuicios más arraigados en la sociedad son: pensar que las personas mayores son enfermas, que todas las facultades declinan con la edad, que son asexuadas, que son feas, que son improductivas, que ya no pueden aprender, que todas son abuelas, que ya están grandes para hacer eso que hacían de jóvenes y tanto placer les daba hacer.¿Alguna vez han reparado en estas ideas? ¿han pensado en su vejez? 

Robert Butler crea un concepto troncal para poder abordar y reflexionar respecto a la discriminación por edad, fenómeno emergente en las sociedades modernas, a través del término ageism (edadismo) y postula que implica un estrago para la humanidad equiparable a las manifestaciones del racismo y del machismo pero atribuido a discriminar a las personas con mucha edad, a las personas viejas.

 Estos tipos de discriminación han obligado a las sociedades a proclamarse creando los movimientos AntiRacista y AntiMachista, en la actualidad es imposible hablar de uno de ellos sin hacer referencia a su contrapartida, su efecto de choque, el que exige un stop, una necesidad de cambio urgente para vivir en un mundo con igualdad de derechos y oportunidades.

Fue Leopoldo Salvarezza quien a finales de la década del 80 crea el neologismo viejismo definiéndolo como "una conducta social compleja con dimensiones históricas, culturales, sociales, psicológicas e ideológicas y es usada para evaluar, consciente o inconscientemente, el estatus social de las personas viejas

La tendencia de culpabilizar a la víctima está presente también en este prejuicio. Debemos entender que esos prejuicios son construcciones sociales. Y que en muchos casos son apropiadas por las mismas personas mayores, contribuyendo a su propia victimización". 

Este neologismo condensa los mitos, estereotipos y prejuicios presentes en la vida social que tienen como particularidad asociar la vejez al deterioro, a la pérdida, a la enfermedad y a la decadencia. 

Estas representaciones sociales responden al paradigma biomédico erigido sobre un sistema de creencias y determinaciones que centran a las personas mayores como objetos a "ser cuidados" y no como sujetos de derechos.

En este contexto es nace el AntiViejismo, un movimiento que lucha y se proclama contra los viejismos y los estragos que ellos causan en toda la humanidad. Desde una perspectiva reivindicativa de la vejez, ser antiviejista es militar en oposición a los viejismos, visibilizarlos, cuestionarlos, ponerlos en tensión, contribuir a derribarlos, desintegrarlos, para poder crear múltiples maneras de entender esta etapa de la vida. Es así que la perspectiva antiviejista se vuelve una modalidad eficaz para cuestionar y visibilizar distintas realidades acerca de lo que las vejeces significan, rescatando la importancia de hacernos preguntas que permitan abrir nuevos interrogantes para ir construyendo nuevas ideas mucho antes de llegar a ser viejxs.

Debemos prestar entonces especial atención a los medios masivos de comunicación, que en muchas ocasiones funcionan y operan como canales de desinformación y reproducción de viejismos, ellos son los grandes aliados a la hora de construir representaciones acerca de cómo debemos ser, qué debemos hacer, cómo debemos estar, qué debemos vestir todas las personas en general y, en este caso, las personas mayores en particular creando necesidades muchas veces innecesarias. La naturalización de estas ideas, que imprimen el acento de que lo mejor que te puede pasar es no llegar a viejx, produce efectos desubjetivantes y hace estragos en las vidas de millones de personas.

En este panorama que parece desalentador surge una nueva disciplina que se enfoca en el segmento +50, la economía plateada, en referencia a su definición google dice: "es aquella parte de la economía global vinculada al cambio demográfico producido por el envejecimiento de la población cuyo enfoque se centra en las necesidades y demandas de los adultos mayores". Nos preguntamos entonces: ¿cuáles son las necesidades y demandas de este segmento poblacional? 

Es necesario conocer el lugar social que depara nuestro devenir, las personas que no son viejas y trabajan con, por y/o para personas mayores ¿saben de qué se tratan los viejismos?

La perspectiva AntiviViejista echa luz sobre este aspecto, nos permiten mirar de otras maneras para deconstruir ideas unívocas acerca de las personas envejecientes cuando, de más está aclarar, existen tantas personas mayores como personas mayores hay en el mundo.

La educación se transforma así en una vía regia para no solo construir nuevas formas de pensar sino también para acercar generaciones, ya que, aprendiendo sobre los viejismos, desde una perspectiva AntiViejista, es que vamos a poder ampliar nuestra mirada y darle nuevos colores a la "economía planeada".

 Presentándose así al envejecimiento y a la vejez como un campo de infinitas oportunidades enfocado en las reales necesidades y demandas de este grupo poblacional desde la voz de sus protagonistas, incluyendo a todas las generaciones. Una economía plateada que enfoca su devenir desde una perspectiva AntiViejista abre un nuevo horizonte para crear nuevas oportunidades que nos invitan a desear y proyectar nuestra última etapa de la vida.


*Carolina Iglesias, psicoanalista y profesora de enseñanza media y superior en Psicología de la UBA, especialista en ESI, maestranda en Derecho de la Vejez, creadora de Por la Lic. Prof. Carolina Iglesias, Psicóloga y Profesora universitaria de la UBA. Diplomada en ESI y Equidad de géneros en salud. Maestranda en Derecho de la Vejez por la UNC. Integrante del Seminario Permanente de investigación del Instituto Gioja de la Facultad de Derecho de la UBA. Creadora de @SeneS.PersonasMayores - Comunidad AntiViejista.

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