¿Los libertarios están a favor o en contra de los sindicatos?

Jeffrey A. Miron explica que los libertarios Los empleados deben ser libres ante la ley para organizarse, solicitar la negociación colectiva o ir a la huelga; y los empresarios deben ser libres ante la ley para despedir a los empleados que se afilien a un sindicato o vayan a la huelga, o para contratar trabajadores de sustitución, o para trasladar sus operaciones a otros estados o países.

Jeffrey A. Miron

¿Los libertarios están a favor o en contra de los sindicatos?

Ni lo primero ni lo segundo.

Los libertarios sostienen que las políticas gubernamentales no deben favorecer ni oponerse a los sindicatos. Los empleados deben ser libres ante la ley para organizarse, solicitar la negociación colectiva o ir a la huelga; y los empresarios deben ser libres ante la ley para despedir a los empleados que se afilien a un sindicato o vayan a la huelga, o para contratar trabajadores de sustitución, o para trasladar sus operaciones a otros estados o países. Así pues, la perspectiva libertaria no se refiere a los sindicatos en sí, sino a la política del gobierno hacia los sindicatos.

Suponiendo que haya competencia en el mercado laboral, las protecciones sindicales implican salarios más altos pero menos empleo que con el salario del mercado libre. Por lo tanto, las protecciones sindicales distorsionan la actividad económica. Si los empresarios tienen poder de monopsonio (la capacidad de mantener los salarios bajos porque pocas empresas contratan a un determinado tipo de mano de obra), entonces los salarios elevados por los sindicatos aumentan potencialmente la eficiencia económica. Sin embargo, el grado de poder de monopsonio en Estados Unidos parece ser modesto, y nada garantiza que la protección gubernamental del poder sindical se produzca principalmente en las industrias monopsonistas. El poder sindical también puede elevar los salarios por encima del nivel de libre mercado, reduciendo así la eficiencia incluso en presencia de monopsonio.

Además, del mismo modo que los precios de monopolio incentivan la entrada de nuevas empresas que subcoticen estos precios, el monopsonio incentiva la entrada de nuevas empresas que ofrezcan salarios y beneficios más atractivos a los empleados de más alto nivel. Por ejemplo, los servicios locales de taxi han sido históricamente empleadores de monopsonio. Sin embargo, Uber y Lyft se han hecho con una gran parte del mercado de los servicios de transporte por carretera al ofrecer a los conductores mejores salarios y la opción de conducir sin arrendamiento.

Así, la posición libertaria sobre el poder del monopsonio y la política sindical es paralela a la posición libertaria sobre el poder del mercado y la política antimonopolio. En ninguno de los dos casos insisten los libertarios en que los acuerdos privados sean perfectos, pero ésa no es la cuestión. Se trata, en cambio, de saber si la intervención gubernamental mejora la eficiencia, y la valoración libertaria es que no lo hace.

* Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (Estados Unidos).

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