La saga de los Sánchez Sorondo
Quiénes son los Sánchez Sorondo, una familia influyente argentina que ahora también extiende sus dominios al Vaticano. Gustavo Gutiérrez desarrolla en esta nota la historia familiar.
La excelente nota de Memo acerca de Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo motivó la siguiente narrativa no ficticia sobre la estirpe de su familia, fundamentalmente de su padre y abuelo.
En 1820 una división del Ejército de los Andes influenciado por el chileno Miguel Carreras, se sublevó en San Juan. Un español de apellido Sánchez ocupó por un tiempo la gobernación de San Juan que se había segregado de la de Cuyo. Este episodio fue comentado por Domingo Faustino Sarmiento con acritud porque este Sánchez era un godo confeso.
Los Sánchez Sorondo provienen de este señor Sánchez. El politólogo Luis González Balcarce que descendía del General Marcos González Balcarce, gobernador de Cuyo, dijo que ya en la Argentina había un partido godo en ese momento, que lo integraban los descendientes pero que se opusieron al proceso emancipador de la corona española y no colaboraron con la causa patriota.
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Esos godos ya en el Siglo XX iniciaron el movimiento nacionalista influenciados por el pensador monárquico francés, Charles Maurras, que se anticipa a Mussolini en sus planteos contra la democracia liberal. Entre estos nacionalistas primigenios se encontraba Matías Sánchez Sorondo. Este actuó en política en el partido conservador de la Provincia de Buenos Aires, en 1931 fue elegido senador nacional por la Legislatura bonaerense.
Después del golpe de estado de 1930 que derrocó a Hipólito Yrigoyen, el presidente de facto José Félix Uriburu lo designó ministro del Interior.
Luego de las elecciones del 5 de Abril de 1931 para elegir gobernador de la Provincia de Buenos Aires donde el candidato radical Honorio Pueyrredón logró vencer al conservador Antonio Santamarina. Uriburu anuló este comicio y en este acto Sánchez Sorondo renunció al ministerio.
Matías Sánchez Sorondo fue uno de los políticos más cultos de la época, un parlamentario con dotes de orador y polemista que fue reconocido por amigos y adversarios pero fue acercándose cada vez más a posiciones antidemocráticas cercanas al fascismo italiano que lo alejaron del partido demócrata nacional.
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En 1940 emprendió un viaje a Italia y Alemania convencido que el eje nazi fascista ya había ganado la guerra mundial. Este viaje tenía el objetivo de discutir el rol de la Argentina en el nuevo orden mundial que declamaba Adolf Hitler. A su regreso junto con sectores nacionalistas católicos influenció a los oficiales del ejército que conspiraban contra el gobierno constitucional para llevar al país a una cercanía con el Eje. Después del golpe del 4 de junio de 1943 que derrocó a Ramón Castillo, este grupo ocupó posiciones en el gobierno militar y en 1946 apoyaron a General Juan Domingo Perón. Este no les dio posiciones y los calificó de piantavotos.
El hijo de Sánchez Sorondo, Marcelo, tomó la posta y logró notoriedad, sobre todo desde 1955. El conflicto con la iglesia católica que inesperadamente lanzó Perón a mediados de 1.954 alejó a los nacionalistas de su gobierno que se volcaron a participar en las conspiraciones que pretendían derrocarlo. El 16 de septiembre de 1955 fue derrocado Perón y este grupo fue parte del entorno del General Eduardo Lonardi, nuevo presidente de facto. Esto provocó la reacción de civiles de partidos políticos democráticos y sectores del ejército más liberales. Se produjo entonces el reemplazo de Lonardi por el General Pedro Eugenio Aramburu.
Marcelo Sánchez Sorondo lanzó un periódico llamado Azul y Blanco que hacía tiradas de 100.000 ejemplares y atacaba al gobierno de la revolución libertadora. Con esto buscaba un acercamiento con el peronismo, su modelo era el falangismo español y el gobierno de Francisco Franco.
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Unos años después apoyará al golpe del general Juan Carlos Onganía del que luego se alejará y girará a la izquierda. Por otra parte, su secretario privado, Juan Manuel Abal Medina tomó notoriedad por ser hermano de uno de los asesinos del General Aramburu y más tarde desde Madrid, Perón lo designa secretario general del Partido Justicialista en Argentina.
Cuando llegó el momento de las candidaturas, Abal Medina, consiguió imponer a Sánchez Sorondo como candidato a senador nacional por la Provincia de Buenos Aires. También impuso a otro nacionalista amigo de Sánchez Sorondo, como candidato a gobernador de Santiago del Estero, el médico López Bustos que provocó la división del peronismo santiagueño.
Sánchez Sorondo fue derrotado en el balotaje que definió la mayoría, por un joven de 35 años, Fernando de la Rúa.
En Santiago del Estero también fue derrotado López Bustos. Estas dos derrotas provocaron el desplazamiento de Abal Medina porque esas candidaturas no contaron con el aval del General Perón y además terminaron en un fracaso.
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Sánchez Sorondo no ocupará cargos en el gobierno de Cámpora ni María Estela Martínez de Perón. Posteriormente fundó su propio cenáculo, El Círculo de Plata, que funcionaba en una casa antigua de San Telmo, una vez por semana en este sitio se servía puchero y un orador hablaba a los comensales que antes de acometer con las carnes y las verduras hervidas, rezaban y el padre Raúl Sánchez Abelenda bendecía la mesa.
En los 90 fundó el mensuario que denominó "Adolfo Alsina". Sánchez Sorondo en su vejez buscó una síntesis entre nacionalistas y liberales.
Poco antes de fallecer hizo una fuerte autocrítica de su trayectoria. Esta declaración fue cuestionada por el autor de la historia de los nacionalismos en la Argentina, profesor y académico mendocino, Enrique Zuleta Álvarez, quien dice "por su influencia, mucha gente soportó prisión, exilio, perdió carreras en el ejército y ahora dice que estaba equivocado, debió callarse".