No seremos la Mendo York argumentada, pero no seamos el Springfield que se adivina

Una "Picada" política con posicionamientos preventivos y muy de laboratorio. Se vence el plazo para el "manso concurso" por los fondos de Portezuelo, qué pena le cabe a los que impidieron el desarrollo por crear la ley 7722, vida intestina de los partidos y el experimento "centroizquierda versus derecha", con dos radicales, uno de cada lado.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Queda apenas una semana para que se cierre la recepción de proyectos con repago para ser sumados a la lista de la que el gobierno provincial deberá escoger qué financiará con los recursos por el resarcimiento de la prórroga de la Promoción Industrial de Menem, más conocidos como "fondos para Portezuelo del Viento".

En ese menester han estado concentrados los equipos técnicos tanto del gobierno provincial como de los municipios y empresas que tienen iniciativas para sumar.

Lo que ha trascendido es una notable tensión e inquietud: eso que parece "mucho" es todo lo que hay en un contexto de sequía de recaudación. Así y todo, representa una especie de "joya de la abuela", que no se puede empeñar ni regalar y, por lo tanto, por lo bajo, las operaciones para desbancar a posibles competidores es lo que más abunda.

El "manso" concurso

Es un concurso, en definitiva, con el mayor premio al que puedan acceder muchos: los intendentes, la de tener obras en una gestión cuyo contexto es la escasez de plata; las empresas, la vuelta de la obra pública; para la gente, obtener obras y servicios, beneficios y puestos de trabajo, a la vez de hacer recircular la plata en la sociedad.

Dicho en mendocinés, "mansa" oportunidad.

El gobernador Alfredo Cornejo les ha puesto la carga de pensar de que o que se genere con ese fondo vuelva, genere nuevos recursos, se active un "círculo virtuoso", frase que le gusta repetir y que estaría bien que se encarne en una clase política y empresaria a la que les ha interesado más el "carpe diem" (vivir el momento) que el proyectar a futuro.

Springfield

Un importante dirigente lanzó en off un latigazo: "Algunos creen que Mendoza es Springfield y es más: les encanta. No nos extrañe si salen a proponer financiar con esos recursos la construcción de 'el monoriel', que para el caso son las bicisendas o ciclovías", soltó y dejó picando.

Lo cierto es que lo que se acerca en el tiempo es la toma de decisiones al respecto.

Algunos hubiesen querido que fuera más rápido, para tener mayor impacto en el año electoral. Si no se apuran, las elecciones llegarán cuando recién estén empezando las obras y nadie lo sienta ni lo vea.

En ese punto, hay temores varios. Entre otros, que una "ola pro Milei" arranque de cuajo el liderazgo radical o peronista en las comunas, por ejemplo, e instale en los concejos (aunque, sobre todo, en la Legislatura) pequeñas semillas de "Peluca", solo por llevar su imagen en la boleta, con las calidades y desorientaciones que ya están demostrando en el caso de la diputada nacional Lourdes Arrieta, la del patito en la cabeza.

Interpretaciones

En el medio se abre un debate interesante y es a qué se considerará "repago". 

Ya hay algunas manifestaciones en torno a que "si el proyecto nos saca de la crisis social, debería ser considerado". En este camino está la gente del Este de Mendoza. El intendente de San Martín, Raúl Rufeil, por ejemplo, dijo en el programa "Tenés que saberlo" que "un porcentaje de ese dinero debería destinarse a paliar la situación social", acosado por el cierre de comercios, el desempleo y cada vez más gente viviendo en la pobreza, la indigencia y directamente, en la calle. 

No está solo. Su idea no es la misma que tiene Cornejo para usar esa plata, pero muchos políticos, sin decirlo, miran a su alrededor y preferirían una entrega directa que calme "la cosa" ya, y no proyectos con resultados a mediano y largo plazo.

Otra posibilidad es que se invierta en proyectos que "salven vidas" y "ahorren presupuesto" a otras áreas, transformando muchas realidades en simultáneo. Por ejemplo, aplicarlo a rutas y accidentología que haga que llegue menos gente a los hospitales: esa sí sería una opción posible de "repago": menos gasto en atender a los cientos de accidentados que hay anualmente. La cifra hasta se podría calcular en millones de pesos, que es lo que cuesta cada día de internación, por ejemplo.

Evaluar el daño causado por los que impidieron el desarrollo minero. ¿Y cobrárselos?

Un mensaje que llegó en la semana al programa "Tenés que saberlo", por Radio Jornada de un oyente no identificado, pero que se mostró perspicaz, indagó: "¿Hay alguna sanción para aquellos legisladores que por hacer política impidieron que Mendoza tenga minería desde hace 17 años? ¿En cuánto se puede valuar el daño perpetrado a Mendoza?".

Es una duda y tiene posibles destinatarios con nombres y apellidos, aquellos que, apurados por el miedo a las marchas de sectores chicos, pero gritones, hicieron escribir en el capot de un auto, en pésimos términos legislativos, la ley 7722.

Cairo: "La ley 7722 es una opción por la pobreza que tomó Mendoza sin querer"

Ya sabemos que mintieron: con minería no sale "cianuro por las canillas". De hecho, hay actividades en Mendoza que usan cianuro, pero que no son repudiadas Dios sabrá por qué por los mismos sectores y legisladores que agitaron el atraso, solo para obtener bancas.

La consecuencia está a la vista: cientos de personas están pidiendo comida en las calles y durmiendo a la intemperie. Es verdad: ¿no habría que evaluar ese daño también, como aquel de la Promoción Industrial a las provincias vecinas? Y cobrárselos, por supuesto.


Laboratorio activo: sin saber cómo "jugará" Cornejo, ¿una polarización entre socialdemócratas y liberales?


Tal como se lee: hay quienes, en la política, están ya especulando en torno a quiénes pueden ser los sectores en pugna por la gobernación en 2027. Todos lo niegan, todos están trabajando en ello o, al menos, haciendo sus apuestas.

El peronismo: aglomeradores vs conceptualizadores

En el peronismo hay dos grandes grupos que están en una pulseada para imponer visiones distintas en torno a cómo resucitar al Partido Justicialista y todas sus versiones y socios, tras la más fuerte debacle de su historia en las últimas elecciones en Mendoza.

Parecen estar empatados a la hora de tirarse culpas, porque todos hicieron el mismo juego y llegaron divididos a más no poder, con cuatro fórmulas por la gobernación en las PASO, además de defecciones hacia el nuevo fracaso de Omar De Marchi, esta vez con las máscaras de La Unión Mendocina. Algunos quieren volver, otros convocan a que se vayan todos... Los enojos cruzados no se han resuelto.

Un factor a considerar es que en cuanto a calidad de oposición, es el peronismo la segunda fuerza en la Legislatura que mejor y más debate ofrece, lugar en el que termina cayendo cuando es sometido al voto masivo en las urnas

Pero se identifican al menos, dos grupos que están activos en la rosca pueden ser identificados, en un marco de notoria atomización: los aglomeradores, que responden a la muñeca política de Carlos Ciurca, que busca sumar a todo el mundo, por dentro y por fuera del PJ y en todo caso, sumarse a algún otro liderazgo, aunque sea externo, pero acercarse de algún modo al calor del poder; y los conceptualizadores, más cercanos al kirchnerismo, que creen que ya pagaron sus culpas haciendo la "colimba" política de ser candidatos cuando nadie quería y que llegó la hora de impulsar a los "cuadros". Desde allí se sostiene que el peronismo tiene que recuperar una agenda y definiciones sobre los grandes temas provinciales y a partir de ahí empezar a fijar posiciones.

El radicalismo: entre la continuidad, el neoalfonsinismo y la ruptura

Se reitera la advertencia: niegan toda acción política en este momento; rechazan hablar del tema abiertamente; reiteran las frases comunes como "es temprano aun" o "estamos concentrados en gestionar". Pero es mentira: si bien es prematuro para cerrar la rosca, están haciendo ensayos de laboratorio rumbo a 2027 y, para ello, el 2025 será una prueba.

Es en algún rincón del peronismo en donde ven una posibilidad de que el intendente de la Ciudad, Ulpiano Suarez, lidere un polo de "centroizquierda", al que aquí bautizaremos como un neoalfonsinismo, que reconduzca al radicalismo más hacia sus raíces de 1983 que a otro momento de su línea de tiempo.

Ya lo había anticipado el dirigente peronista porteño y exjefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, en una entrevista que le hizo el programa "Tenés que saberlo" por Radio Jornada: "Hay que ir hacia una coalición con los radicales que piensan como Lousteau y en contra de Javier Milei". Los entusiasma la idea. Creen que hay que dejar de lado los prejuicios y enfrentar al "monstruo" con el que identifican las ideas, conceptos, antecedentes y acciones -todo- del libertario que anda por el mundo recogiendo medallas, cual cazador de Pókemons.

Está en el otro extremo Luis Petri, alrededor de cuya figura, migrantes errantes del Partido Demócrata (PD), armaron su balsa o su patera para arribar a las costas de un "petrismo" en construcción y que podría constituir una opción por dentro o por fuera de la UCR y Cambia Mendoza, según lo dirán las circunstancias. Armaron "Liberales por el futuro", a todas luces más una corriente interna que un partido para jugar en la cancha completa y que se adonan a la Fundación "Mendocinos por el futuro" que lidera el ministro de Defensa. Allí está, además, el ignifugo Julio Cobos y "su gente".

Petri no deja de hablar bien de Cornejo y su gestión. Pero eso puede ser parte del ajedrez al que están jugando. Sobre todo, porque en este esquema de "izquierda vs derecha" él queda en el medio, con sus apuestas: Tadeo García Zalazar y Marcos Calvente, si es que no saca a otro de la galera. Falta conocer su definición final, mientras observa el juego de los otros intentando no perder lo construido.

"Eso será hasta que vea las encuestas, como ya le pasó con su delfín Martín Kerchner frente a un Rody Suarez que nunca terminó de digerir", sueltan desde lo que podríamos llamar -solo en modo tentativo- como "el ulpianismo".

Y a todo esto, no hay que olvidar el plan con el que sueña el senador y exgobernador Suarez, primer gobernador de "Los Kennedy cuyanos": volver y seguir la alternancia con Cornejo.


La masmédula: un PRO sin límites y sus amiguitos

Si hay un escritor que exploró hasta los extremos cuáles eran los límites expresivos ese fue Oliverio Girondo con su particular y efervescente, si cabe el calificativo, poesía. Lo dio todo de sí en su obra "En la masmédula".

Hoy, esa expresión -menos poética y más extrema- la está dando el PRO mendocino, con su proceso interno que debería concluir el 30de junio en elecciones internas para definir una conducción.

Ya hemos dicho (y se nota a simple vista, por cierto) que dentro de esa fuerza se odian. No hay un proyecto en común sino dos distintos. Si gana el sector de Gabriel Pradines, se van de Cambia Mendoza. Si gana el de Hebe Casado, se quedan en Cambia Mendoza. No hay plan en común para que la fuerza represente un núcleo de ideas en común, básicamente porque con De Marchi se "peronizaron". Vieron que camaleonándose según la ocasión consiguen vigencia y probaron. De tal modo que están en muchos partidos a la vez, un acto fallido de peronización, ya que los seguidores del General al menos mantuvieron la cordura de disputarse el mismo espacio, el PJ, antes de atomizarse.

Borrarse: doble interpretación

Hay dos posibles lecturas de que los dos principales actores del sector antidemarchista vayan estén de viaje en medio del proceso interno. 

1- Que estén confiados. "Vamos a ganar", repite la vicegobernadora todo el tiempo, barrio por barrio en donde va contándose las costillas anticipadamente.

2- Que les importe un bledo el resultado.

Casado estará en España en un encuentro de la Fundación Libertad que aglutinará a expresidentes latinoamericanos y al escritor Mario Vargas Llosa. El otro es su mano derecha en el Senado y en el espacio político, Pablo Priore, que se fue de vacaciones. Alegó en su círculo cercano que "son los días que no se tomó el año pasado", tal vez desconociendo que los funcionarios políticos no tienen "días adeudados", como se verificó en el reclamo de los exfuncionarios de Jorge Omar Gimenez en San Martín que hicieron el ridículo planteo de querer cobrar "vacaciones no tomadas" cuando asumió Rufeil, y que les frenó de golpe Elizabeth Crescitelli, solo con una dosis de sentido común y legislación.

Confusiones y trapizondas

Hay, además, una serie de hechos confusos, algunos de los cuales podrían encuadrarse en delitos. Nadie sabe a ciencia cierta quiénes son PRO y quiénes La Libertad Avanza (LLA). Esta última fuerza, la de Martín Menem y Karina Milei, le quitó espacio a los primeros mileístas de Mendoza. Están a full afiliando gente después de haber conseguido las adhesiones para constituirse como partido político.

Pero esa primera base de las adhesiones, a las que podía firmar cualquier humano sin que implicase estar afiliado, estuvo llena de falsificaciones: delitos, usurpaciones de identidad, básicamente. Entre otros, aparecieron el diputado Enrique Thomas y el padre fallecido de Priore. Ambos amenazaron con ir a la Justicia. Thomas, por ser un hombre público, además tiene la obligación de hacerlo. Pero optó por "perdonarlo" cuando el Clan Arrieta (la diputada, su hermano y sus padres) le explicaron que cayeron en una trampa de un dirigente que presumiblemente los engañó para perjudicarlos...

Allí es cuando aparece la mención a los prestidigatodores de la "poesía extrema" que une al PRO con LLA: un tal Lucas Carosio, que es abogado y exapoderado de La Unión Mendocina, concejal del PRO en la Ciudad de Mendoza y candidato a presidente del PRO en Ciudad de Mendoza que fue impugnado en su candidatura. Y aparece otro protagonista: Juan Carosio, que es hermano de Lucas. Es abogado, fue asesor de los senadores Rolando Baldasso y Germán Vicchi (PRO). Fue nombrado asesor de la diputada de los patitos, Lourdes Arrieta, y podría haber filtrado el viejo padrón del PRO del 2018 para que Arrieta pueda hacer las adhesiones en LLA Mendoza. No llegó a firmar como asesor de Lourdes Arrieta en el Congreso y lo echaron -según las argumentaciones en el micronuniverso del sector- "por el tema de las adhesiones". También aseveran que nunca llegó a cobrar ese mes de trabajo, y que quedó altamente "caliente".

¿Y las alternativas?

Podrán preguntarse: "¿Es todo lo que hay en la política mendocina?". Y la verdad es que no, hay bastante más, pero probablemente estén comiendo pochoclo viendo esto o, en todo caso, esperando que el pochoclo caiga desde arriba y se les convide, aunque sea por error.

Ya se vio en la semana todo lo que pasó en el Partido Verde, que parece que caerá de maduro, con sus frutos prohibidos: el oficialismo niega tan rotundamente que se vayan a alinear con el sector de Carlos Ciurca en el peronismo con la misma fuerza con que la legisladora ciurquista lasherina Adriana Cano lo admitiera, hace un tiempo.

Hay otro sector, el que lidera el gremialista de los municipales de la Ciudad de Mendoza, de origen radical, el actual senador Dugar Chapel, que jamás se unirían al peronismo.

Y está el hombre que ya pasó por todos los partidos, Marcelo Romano, que tiene un cargo en el Congreso de la Nación que no ejerce, con un salario altísimo (posiblemente, más que un diputado nacional) y está adscripto a la Municipalidad de Maipú, en una jugada administrativa que registra pocos o ningún otro antecedente, como es que un asesor del Senado de la Nación preste funciones en una comuna. (Seguí la saga del Partido Verde con un clic aquí).

Y después vienen los que están al salto por conseguir un cargo, como ya le pasó al MID, que no sabía si apoyar a Cornejo o a De Marchi y que ahora anda de nuevo generando acciones que catapulten el sello a la luz pública, uno más en el gran mercado de ocurrencias y juntadas que buscan cazar algo. Y el asunto es que les dan bolilla desde el poder, porque "un sello más es un sello más", como deben pensar. Una cabecita política más al estilo de Homero Simpson que al de su hija Lisa.

Con estos grupitos hay mucho para contar, pero ¿vale la pena? Tal ve en otra oportunidad.

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