Una luz en el Congreso
El paquete legislativo impulsará la atracción de inversiones y mayores ingresos corrientes al gobierno nacional.La redefinición del gabinete con Guillermo Francos a la cabeza y la eventual entrada de Federico Sturzenegger crean espacios para otras reformas necesarias
El proyecto de Ley Bases y las reformas impositivas avanzan el Senado y de ser tratado la semana entrante y aprobado, el proyecto volverá a Diputados para validar o no las modificaciones introducidas.El gobierno conseguiría así una victoria legislativa luego de una semana de incertidumbre, cuestionamientos a la gestión de la administración y la caída en el precio de los activos; el cambio de jefe de gabinete en nuestra opinión mostró reacción por parte del Ejecutivo ante dificultades ciertas y los resultados obtenidos sugieren que la decisión fue acertada.
Pensamos que el paquete legislativo aportará impulso en materia de atracción de inversiones y mayores ingresos corrientes al Gobierno. La redefinición del gabinete con Guillermo Francos a la cabeza y la eventual entrada de Federico Sturzenegger crean espacios para una necesaria nueva etapa en materia de gestión y reformas; además la vigencia del Decreto de regulación también parece asentada.
El Gobierno mantiene los progresos en el frente fiscal y externo, aunque los desafíos siguen siendo importantes ya que a fin de año expira la vigencia del impuesto País que juega un rol clave este año en la consolidación fiscal.
Los indicadores adelantados y coincidentes sugieren que la caída de la actividad económica encuentra un piso, lo que es buena noticia para la recaudación tributaria, el empleo y el humor social.
Pensamos que un aumento del nivel de actividades sería posible con la recuperación de los ingresos reales y el agotamiento de los stocks, pero aún no están claros los motores del crecimiento y eso será una prueba para las reformas económicas y la desregulación. La inflación estaría apoyada en la caída de la demanda, el ritmo del crawling peg y la postergación de los aumentos tarifarios. Hacia adelante, un mayor ajuste a la baja de las expectativas inflacionarias parece necesario para poder evitar que la retomada del ajuste de precios relativos no cambie el sendero de la inflación núcleo y disminuir el peso del exceso de oferta en la convergencia inflacionaria de los no transables.
El Banco Central probablemente continuará acumulando reservas internacionales hasta agosto cuando termine la temporada de liquidación de la demorada cosecha de granos. La fuerte caída del gasto conducirá a un superávit de cuenta corriente este año, pero será insuficiente para mejorar mucho más las reservas internacionales netas que aún son negativas; los flujos de capital y el desatesoramiento son las cartas para la segunda parte del año para evitar pérdida de reservas y ellos probablemente requiere de más confianza y por qué no, un rol para los organismos internacionales como el FMI
Una frazada corta para el saneamiento del Banco Central
El menor rendimiento de los pases con el Banco Central respecto al rendimiento de las Letras del Tesoro continúa favoreciendo el desarme de los primeros; el gobierno celebra que cierra otra canilla de expansión monetaria bajo el supuesto del mantenimiento del equilibrio financiero del tesoro, es decir, un superávit primario suficiente para pagar los intereses de la nueva deuda.
En nuestra opinión, esto es un desarrollo favorable, pero notamos que no necesariamente es un elemento que nos acerca en el corto plazo al fin de los controles cambiarios, porque el superávit primario necesario puede ser mayor al actual y el riesgo de corrida contra activos en pesos es todavía una batalla por ganar como mostró la inestabilidad del contado con liquidación la semana pasada.
La mejora comentada de los fundamentos de Argentina dio soporte a los precios de los bonos en dólares en medio de la incertidumbre de la semana anterior; los desarrollos recientes en el Congreso son entonces una noticia positiva. Seguimos pensando que en caso de normalización de la curva de rendimiento es decir, una convergencia como la de los países con calificación crediticia triple B menos o Triple C más, el mayor potencial alcista está en el GD 35 y el GD 38 solo en el caso de aplanamiento de la curva los bonos más cortos como el GD30 serían los más atractivos, pero notamos que esa no sería la mejor solución para el gobierno ya que debería poder acceder a los mercados internacionales en 2025 para afrontar el crecimiento de los pagos en los próximos dos años.