La educación debe ser un servicio esencial del Estado
El senador provincial radical Diego Costarelli respondió a los conceptos del ministro de Educación, Nicolás Trotta, para quien el funcionamiento del sistema educativo es "discutible".
Las nuevas tecnologías nos brindaron herramientas invaluables durante esta emergencia sanitaria, pero quienes están formados específicamente para brindar los conocimientos necesarios son los docentes. Esa función no la puede llevar a cabo el alumno, ni los padres, por mucho esfuerzo que hagan. La presencialidad no solo se necesita por cuestiones del desarrollo de las aptitudes sociales de los chicos, es indispensable en cuanto a la correcta transmisión de los contenidos.
Más allá de los distintos modelos pedagógicos, que pueden compartirse o no, hay un hecho innegable: aun con todas esas herramientas tecnológicas y la conectividad con la que contamos, la presencia de alumnos y docentes en las aulas sigue siendo irreemplazable.
No podemos permitir que nos detengan con el miedo ni que subestimen a nuestros niños. Durante este año de pandemia han aprendido y adoptado todos los cuidados y protocolos de prevención que les hemos enseñado.
La educación debe ser un servicio esencial del Estado. Es una responsabilidad garantizar ese derecho, no es discutible. Y vemos con enojo, pero lamentablemente no con sorpresa, que para este gobierno nacional la educación no es imprescindible. La actividad de los casinos y la televisión por cable sí, pero no la educación.
El conocimiento, los logros académicos, el respeto por la autoridad y las instituciones, y los valores humanos están devaluados en nuestra sociedad. Y la escuela, como apoyo a la familia, ejerce un papel insustituible en la adquisición de los mismos.
Mientras tanto, el gobierno nacional subestima, los gremios extorsionan y el kirchnerismo es cómplice de que eso suceda.
¿Qué futuro queremos para las generaciones que conducirán el rumbo el país dentro unos años?
Las escuelas deben abrirse y los chicos deben comenzar el proceso de vuelta a las aulas. No hay nada más urgente que eso.