Inversión educativa: ¿cantinela política?

"El debate sobre financiamiento educativo no es solamente una cuestión de intencionalidad política. No basta decir tenemos que invertir. Hay que asumir que el presupuesto en educación actualmente se consume casi todo en salarios. Se invierte poco en infraestructura y menos aún en innovación", sostiene en uno de los párrafos de esta nota Isabel Bohorquez. Fuente informativa para un buen debate.

Isabel Bohorquez

Por estos días se habla mucho sobre inversión educativa, entiendo que como parte de la campaña y -tal vez- tema de agenda de la próxima conducción presidencial.

Resulta útil esta discusión porque al menos nos recuerda que hay una ley de financiamiento educativo (ley 26075 sancionada en el año 2005)[1] y una ley de cantidad mínima de días de clase (ley 25864 sancionada en el año 2003)[2] , así como otros tópicos sobre el sistema educativo, ya que además del tema ampliación de la inversión se está hablando sobre aumentar días de clase, vincular la educación al mundo del trabajo, aumentar las jornadas extendidas en los niveles primario y secundario....

Con esto me refiero a lo que circula como propuestas que -en realidad- son o debieran ser conquistas de nuestro sistema educativo.

Ya hemos planteado en otros textos el incumplimiento de la ley de financiamiento educativo y hemos comentado que alcanzar el equivalente al 6% del PBI nacional en educación, es un pendiente que durante los últimos 18 años de sancionada la ley solamente se plasmó o casi se plasmó en tres ciclos lectivos y con un esfuerzo considerable de las provincias debido a que son ellas las que cubren el 75% -por lo menos- de ese porcentaje aspiracional.

Nación ha aportado alrededor del 1,3 % de lo esperado y dicho porcentual ha sido destinado a las universidades (únicas instituciones educativas que están bajo su órbita) en un 85% a sueldos y con un margen muy reducido a las provincias en cuanto a lo que son decisión discrecional por los fondos coparticipables.

El sistema educativo argentino obligatorio, básico y universal desde nivel inicial a nivel secundario incluido junto con los institutos de nivel superior terciarios, son potestad y responsabilidad de los estados provinciales. Son las provincias[3]-insistiremos en este punto- las garantes de financiar la educación obligatoria, poco o nada reciben de Nación y en estos últimos años, salvo excepciones, han retraído el presupuesto educativo[4].

Yo me pregunto: este señor ministro que anunciaba la propuesta de reforma de ley de financiamiento educativo ¿sabrá de su incumplimiento reiterado? ¿Incluso dentro de su propia gestión? ¿Sabrá qué sino alcanzamos el 6% difícilmente podremos alcanzar el 8% como porcentaje aspiracional?

Es más, me pregunto si los legisladores tanto nacionales como de las jurisdicciones provinciales ¿sabrán algo al respecto? Porque la indiferencia o la inacción son tan grandes que no se entiende cómo en nuestro país podemos hablar tanto y hacer tan poco.

La primera discusión honesta que habría que dar en el recinto legislativo y con aportes de todos los sectores es: ¿por qué no logramos invertir lo que nos proponemos?. ¿Qué falla en el sistema de distribución de los recursos económicos al interior de cada provincia? ¿Cómo podemos mejorar el control de gestión para que se cumpla lo comprometido?

El debate sobre financiamiento educativo no es solamente una cuestión de intencionalidad política. No basta decir tenemos que invertir. Hay que asumir que el presupuesto en educación actualmente se consume casi todo en salarios. Se invierte poco en infraestructura y menos aún en innovación.

¿Cuánto dinero necesitamos hoy en Argentina para sostener nuestro sistema educativo y optimizarlo? ¿Se puede hacer una proyección para los próximos 5/10 años considerando que la educación es un proceso de largo aliento y que las demandas actuales requieren mirar el futuro?

¿Cuáles son los trabajos, oficios, profesiones que tendrán mayor demanda? ¿Cuáles son las herramientas que debemos hoy comenzar a proponer para nuestros niños y jóvenes? ¿Hacia dónde estamos mirando?

¿Cómo vamos a resolver las dificultades tremendas que hoy tenemos en cuanto a calidad de los aprendizajes, deserción escolar, etc. etc.? ¿Cuántos recursos necesitamos para afrontar esas dificultades?

Mientras seamos una sociedad que se ciñe entre banderas y teorías pero no se sienta a trabajar sobre la base de lo que realmente podemos hacer y lo que necesitamos hacer para mejorar nuestra educación, el financiamiento va a seguir siendo insuficiente y poco operativo.

Y finalmente, la gran pregunta: ¿cuándo vamos a funcionar de un modo genuinamente federal sin la constante irrupción de un gobierno nacional que impone pero no cumple su parte ni se hace cargo de las medidas que asume? ¿Cómo podemos alcanzar el federalismo pendiente desde nuestro origen fundacional?

Cada provincia debería ser cada vez más plenamente autónoma y responsable. Hasta aquí las medidas de alcance nacional no han generado el progreso ofrecido ni han permitido que cada jurisdicción crezca regionalmente según sus propios escenarios y oportunidades locales. Tampoco ha generado igualdad en la distribución de la riqueza ya que, por el contrario, las zonas más pobres continúan pobres y las más ricas hacen un esfuerzo estéril; inclusive, no han desaparecido los feudos políticos y seguimos teniendo cotos de poder que parecen intocables.

Nuestra Argentina profundiza el mapa de la desigualdad y en este caso, el financiamiento educativo tal como está planteado no ha resuelto las necesidades básicas. No se ha podido concretar la meta de la ley N? 26.075... ¿qué nos hace pensar que reformarla sin una autocrítica sincera ni un plan de trabajo región por región nos va a salir bien?

¿Seremos tan tontos o nos hacemos los tontos?



[1] https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/ley26075-58ad93e7a4641.pdf

[2] https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/90000-94999/91819/norma.htm

[3] https://argentinosporlaeducacion.org/wp-content/uploads/2023/05/Financiamiento-educativo-provincial.pdf

[4] https://www.infobae.com/educacion/2023/05/23/la-mitad-de-las-provincias-redujeron-el-porcentaje-de-presupuesto-para-educacion/

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