Entre lápices y pinceles: los huarpes, historia de un genocidio inconcluso

Un maravilloso diálogo ficticio pero, generoso en remembranzas, entre dos grandes de Mendoza: Fidel Roig Matons y Juan Draghi Lucero, en la pluma de Eduardo Da Viá. Los huarpes: aquellos que hicieron que el destacado médico mendocino se volviera escritor.

Eduardo Da Viá

Los huarpes, hacia el siglo XV se encontraban en varias zonas de las futuras provincias argentinas de San Luis, Mendoza y San Juan e incluso en el norte de la provincia de Neuquén. Habitaban desde el río Jáchal (al norte) hasta el río Diamante (al sur), y entre la cordillera de los Andes y el valle de Conlara en San Luis.

Constituían una nación pacífica, de hábitos sedentarios, dado que el asentamiento en las vecindades de las Lagunas de Guanacache les proporcionaba la certeza de la alimentación en base a la pesca y a la caza de patos y además productos del cultivo de la tierra para lo que diseñaron un inteligente y eficiente sistema de regadío con aguas provenientes del Río Mendoza.

La producción agrícola llegó a ser tan importante que proveía de maíz y trigo a Buenos Aires, donde la caballada cimarrona consumía los sembradíos

Tenían su propio idioma con dos dialectos, el Milacayac que se hablaba en el norte de Mendoza y el Allentiac Sur de San Juan.

Fueron sometidos a todo tipo de vejámenes y abusos, como la esclavitud por parte los Incas y las encomiendas de los máximos genocidas del suelo americano, los españoles.

Desaparecieron como grupo étnico distintivo a mediados del siglo XVIII, entre otras causas, por la falta de inmunidad del organismo de los aborígenes contra las enfermedades de los europeos; al sistema de encomiendas impuesto por los españoles y por el cual enviaban a los indígenas cuyanos a trabajar a Chile donde sufrían malos tratos que causaron una importante mortandad. Hacia 1640 la distribución espacial de los indígenas en la región huarpe se había alterado, muchas zonas quedaron despobladas y los que escapaban de ser enviados a trabajar habían huido a zonas de difícil acceso.

Unos los refugios naturales que utilizaron fueron las lagunas de Guanacache ubicadas al norte de Mendoza, sur de San Juan y parte de del noroeste de San Luis.

Zona de difícil acceso por el monte espinoso, la presencia de animales potencialmente mortales, tales como el puma y reptiles venenosos, yarará y víbora de la cruz.

En el s. XVII comenzó la mestización con los españoles, biblia mediante, como siempre pretendiendo además convertirlos al cristianismo, siendo que ellos tenía su propio dios Hunuc Huar (Dios de la Montaña) y de donde deriva el gentilicio huarpe: "Huar" más la partícula "pe" que significa "gente de".

Prueba de ello es la construcción de la Capilla de la Virgen del Rosario.

La Capilla del Rosario es un ícono de Lavalle, emblema arquitectónico del secano, que congrega a devotos religiosos, apasionados de la arquitectura, fotógrafos, patrimonialistas y a amantes de la belleza y el silencio del paisaje lavallino.

La construcción original, que data de 1609, fue realizada bajo la influencia de los jesuitas, con ramazones y palos de algarrobo, la que con el tiempo desaparece.

En 1753, con la llegada de los franciscanos, se edifica una nueva de adobes que sufre las consecuencias del terremoto de 1861.

El edificio actual se reconstruye sobre los antiguos muros y cimientos, esta vez orientado al Norte.

Lo cierto es que para principios del s. XX, ya no eran perseguidos, sino directamente ignorados, lo que motivó el primero de mis artículos escrito después de la visita que hiciera al territorio de la Laguna del Rosario y que titulé "Los Huarpes, Discriminación o Indiferencia".

Pues bien, hasta aquí la historia es conocida o conocible para quienes por curiosidad se adentren en la bibliografía ad hoc, muy pocos por cierto, pero afortunadamente siempre hay humanos sensibles, curiosos y dotados de un espíritu envidiable de investigación y difusión.

Tal el caso de dos grandes de la cultura mendocina, que dedicaron buena parte de sus muy ricas vidas al estudio y documentación de ello derivada, para bien de los protagonistas, los nativos, y para conocimiento de algunos indiferentes que despertaron a la realidad gracias al aporte de Don Fidel Roig Matons y de Don Juan Draghi Lucero.

Eximio pintor el primero y destacadísimo historiador, folclorista y literato el segundo. Coincidieron en sus andanzas laguneras y en su condición de mendocinos por adopción, cambiando de nacionalidad Fidel, nativo de Gerona, Cataluña y por lo tanto español y de provincialidad Juan, dado que era santafesino.

Además fueron coetáneos; Roig nació en 1885 y murió en 1977, en tanto que Draghi lo hizo en 1895 y 1994 respectivamente.

Fue en la década de los treinta de la pasada centuria, cuando conociéndose antes por sus obras, ya de pública fama, habrían de coincidir geográficamente a orillas de las lagunas de Guanacache. Cada uno pertrechado con los elementos necesarios para sus respectivas vocaciones, pinceles y pinturas Don Fidel, lápices y libretas o cuadernos Don Juan.

Quiso el devenir de la historia, aún por acontecer, que un día cualquiera y estando Juan conversando con un jovencito de indudable estirpe huarpe por sus rasgos fisonómicos, sentados en el borde la laguna con los pies en el agua, pasara por la misma huella cercana a la laguna y hollada a diario por los nativos, Don Fidel Roig Matons portando una rústica valija de madera donde cobijaba sus elementos de trabajo: pintura y pinceles. Ya era el "pintor del desierto".

? ¡Buenos días! - Dijo Fidel dirigiéndose a los tertulianos.

? Buenas - Respondió Juan inadvertido de la presencia silenciosa del transeúnte.

? Pero, Ud. es Juan Draghi no?

? Y Ud. Fidel Roig, y seré curioso ¿qué hace por aquí?

? Soy visitante frecuente, vengo a pintar?

? Y Yo a indagar , observar y escribir que es mi oficio?

? Bueno, yo me instalo en la laguna del Rosario donde me facilitan alojamiento, siempre me quedo unos días porque no es fácil llegar a estos parajes?

? Yo me vengo en tren, El Sanjuanino, que tiene parada en su laguna Respondió Juan, pero me alojo un poco más al este?

? Mucho me gustaría juntarnos a charlar, pero tendría que acercarse Ud. Porque yo me instalo debajo de un toldo sostenido por cuatro palos, junto a la Laguna para protegerme del sol y de la resolana que refleja la agua; estoy pintando la vida de los laguneros?

? No dude que lo haré, será un placer y quizás mañana mismo, finalizó Draghi.

Fidel Roig Matons pintando junto a la laguna.

Fidel Roig Matons pintando junto a la laguna.

Al día siguiente se apersonó Draghi tempranero, cuando Fidel ya estaba preparando su "estudio" bajo el toldo rudimentario, vestía una chupalla y una chaqueta a guisa de guardapolvo, y en el suelo la valija abierta de donde habrían de salir mágicas imágenes de la mano del artista.

Un lagunero diestro posaba de pie sobre una canoa de totora, munido de una pértiga corta que le servía habitualmente para avanzar clavándola en el fondo de la laguna poco profunda.

Un silencio atronador envolvía el entorno, haciéndolo apto para la meditación, la pintura o la charla.

?Lindo día Fidel, le molesto o puedo?

?Claro que puede, en realidad lo esperaba y puedo pintar hablando así que desembuche nomás?

?Bueno le cuento que yo ando por estos pagos desde niño, acompañando a un hachero, veníamos a juntar leña para venderla en la ciudad, única entrada de dinero para mi madre, viuda desde muy joven; al morir mi padre nos quedamos sin sustento allá en Santa Fe y aquí mi madre tenía una pariente que nos ofreció alojamiento y que a su vez conocía al hachero y con el cual transó mi madre, él hachaba y traía la leña y mi madre la vendía?

?¿Pero siendo niño no le temía al bosque espinoso y lleno de alimañas?, dijo Fidel.

?Yo me enamoré del bosque y recorriéndolo me topé con los huarpes, recelosos primero y luego verdaderos anfitriones con quienes me pasaba horas charlando, como lo hacía con el muchachito con quien me viera Ud. ayer. Si supieran los citadinos el nivel de inteligencia y el desarrollo filosófico de esta gente, animales para los blancos íbero descendientes, infatuados en su supina ignorancia, creyéndose superiores por vivir en sus mugrientas y apestadas ciudades y no en el límpido y saludable secano lavallino donde sentaron reales los huarpes mucho antes del criminal aposentamiento hispano a la vera del canal cacique Guaymallén (Lugar de Ciénegas en lengua huarpe).

Varios de los miembros de esta verdadera comunidad son bilingües, hablan español por su contacto con los curas principalmente, de la misma manera que son bi creyentes dado que reverencian a su dios y también al de los cristianos. Pero aquí conviene aclarar que en realidad su cristianismo es casi siempre espurio y lo aceptan para no entrar en conflicto con los sotanudos que eran tan insistentes como mosca de grupa.

Machacando con que el único Dios verdadero es el que murió en la cruz.

? Su religión era politeísta: el dios más adorado y respetado era Hunuc Huar, que habitaba en las montañas. También adoraban al sol, las estrellas, la luna, el relámpago, el rayo, los cerros y los ríos. Estos últimos representaban espíritus, a los que se les rendía ofrendas para recibir su protección.

?Tengo la misma experiencia Juan? Replicó Fidel.

?Yo converso bastante con ellos, incluso he adquirido los rudimentos del Milcayac, lo que me ha permito gozar de su colaboración para retratarlos en sus propias casas y realizando tareas artesanales como la cestería, destreza en la que son verdaderos maestros.

Tomó la palabra Juan y le explicó a Fidel, para corroborar el grado de desarrollo del pensamiento abstracto que habían alcanzado, su experiencia del día anterior cuando lo encontró conversando con el joven lagunero. En realidad lo que ocurrió es que Draghi escuchó sin querer la conversación del chico con el cura párroco que intentaba incrustarle religión en la cabeza al jovenzuelo, dando por hecho la pobreza de su inteligencia, lo que lo haría proclive a creer los cánones básicos impartidos como verdades indiscutibles.

Así pues, en ese mismo momento el cura lo apestillaba, seguro de su éxito como predicador-lavador de cerebros, preguntándole:

?¿Para vos, qué es el hombre, Pelao?

?El enfermo de inteligencia que acabará con el mundo.

?¿Y la vida?

?Un tiento retorcido que se encoge y que se estira

?El sudor de la pobreza.

?¿Y la pobreza qué es?

?La obra de la riqueza.

?¿Qué es el bautismo de la gente?

?El primer negocio con un inocente?

?¿Y la confesión?

?La entrega de la razón?

?¿Y el casamiento?

?Negocio del cura con dos jumentos?

?¿Qué es Dios?

?El socio del Diablo?

?¿Y qué es el Diablo?

?El socio de Dios, iguales son los dos?

?¿Y qué es el Cielo?

?El negocio del consuelo?

?¿Qué es el Sol, Pelao?

?El Dios que nos da la vida. Sin curas que lo manejen y lo negocien. Luz y calor a los pobres, a los ricos, a los ignorantes y a los sabios. El Sol es la Vida.(*).

?Ni su Dios ni Hunuc existen, yo al menos nunca los vi, pero creo en la Pachamama, donde asiento mis alpargatas, que me da el maíz, el algarrobo y el chañar, y no necesita que le recen ni que se le arrodillen, basta con pedirle que nos ayude en nuestro trabajo sin necesidad de ningún milagro?(**)

?Como Ud. Verá amigo pintor esa es pura filosofía, y yo quisiera saber cuántos blancos tienen tan clara la cosa?

Fidel, que iba asintiendo con su cabeza las sentencias de Juan, le respondió que él había tenido experiencias similares en sus escuetas charlas con los nativos.

?Son de admirar Draghi, coincidimos?  (***)

Los huarpes, con su tesón y su sentido de pertenencia, han logrado construir una comunidad en el verdadero sentido de la palabra y hacer de su legítimo terruño un lugar de paz, trabajo y convivencia.

No tienen Policía ni cárceles, carecen de leyes escritas; sólo obedecen normas ancestrales que todos conocen y no necesitan que nadie se las recuerde.

Cuando uno se adentra en esos secadales, el silencio te llama a la reflexión e incluso a la creación artística o literaria, como les ocurría a nuestros dos protagonistas, Roig Matons y Draghi Lucero.

Vaya esta nota en honor del pueblo huarpe y en el de sus dos más conspicuos estudiosos y admiradores.

NOTAS

(*) Diálogo tomado del cuento "El Pelao" del libro "Y los Ríos se secaron"

(**) Tomado de mi nota "¿Existen los Dioses?"- Las dudas del chalo. Publicado en Memo en Mayo 2023.

(***) Tanto el encuentro como el diálogo entre Roig y Draghi, son ficticios y de mi entera responsabilidad.

Creo que se conocieron pero no he podido corroborarlo a pesar de indagar tanto en las bibliotecas como en la cátedra que ocupó Draghi en la Facultad de Ciencias Económicas.

Por favor tómenlo como licencia literaria.

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