Portezuelo y el riesgo de tener mucha plata sin ideas
El embrollo de contr con un crédito, no poder usarlo en lo que se quiere y no saber en qué usarlo, tironeado por los deseos de muchos. Rodolfo Cavagnaro de enfoca este domingo en los fondos destinados a Portezuelo del Viento.
En estos días vencen los plazos para que las provincias que componen el Comité del Río Colorado (COIRCO) fije su posición ante el pedido de Mendoza para laudar sobre las diferencias existentes entre La Pampa y Mendoza. El gobernador Suárez hizo su presentación y señaló que si el Presidente decide que se hagan nuevos estudios, se consideraría como un rechazo a la obra. En este caso, habría pedido autorización para usar los recursos en otras obras, según consta en el acuerdo entre la Nación y la Provincia.
El primer interrogante que vale hacerse es ¿desde cuándo un deudor le puede poner condiciones al acreedor para decirle en qué puede gastar su plata? En realidad, el deudor debe pagar y no puede poner condiciones y el acreedor puede hacer con su plata lo que quiera. Por supuesto, el hecho de haber constituido una Fiducia asegura que no se gaste ni vaya en gastos corrientes y solos se dedique a inversiones. Pero no parece muy lógico pedirle autorización al deudor para cambiar el destino de los fondos adeudados.
Dado que la decisión del Alberto Fernández es estrictamente política y tiene la presión del kirchnerismo de las provincias involucradas, la decisión es perjudicar al gobierno radical de Mendoza y, con ello, a todos los habitantes de la provincia. Tanto es así que, seguramente, no darían autorización para cambiar el destino de los fondos y, si Mendoza decide avanzar, podría suspender el pago de las cuotas restantes.
Detrás de todo esto está la estrategia de La Pampa y es que Mendoza ponga la plata para hacer la obra y que ellos se puedan quedar con la mayor parte de las regalías. Los mendocinos hemos hecho de esta obra una cosa casi religiosa y por eso los pampeanos piensan que oponerse llevará a que los mendocinos aceptemos todos sus caprichos porque a nosotros lo único que nos interesa es gastar la plata en hacer la obra.
La realidad es que los gobiernos pasados y el actual le ocultaron a los mendocinos las características principales de esta obra. Portezuelo es una represa que tomará agua del río Grande para mover grandes generadores que producirán energía y luego se devuelve el agua al río. Por eso no se entiende la oposición de La Pampa, diciendo que les robamos el agua, ya que solo se la desvía para producir energía y se la devuelve al curso del río. No se usará nada.
Muchos mendocinos creen que se derivará para riego, pero no hay nada de eso. Si se quisiera usar para riego habría que hacer obras para llevar el agua hacia tierras aptas, ya que las que rodean a la represa no lo son. Otra alternativa es derivar caudales al rio Atuel o a las represas de los Nihuiles, pero habría que hacer obras que costarían tanto como la represa. En síntesis, Mendoza gastaría 1.000 millones para beneficiar al sistema interconectado nacional y cobraría por la venta de energía. Muy mal negocio.
Ahora, con la posibilidad casi cierta que Alberto Fernández disponga que se hagan nuevos estudios, que llevarían unos 3 años, el gobernador pide autorización para hacer otras obras. Suponiendo que la concedan, ¿qué obras haría?
Por lo que podemos saber, no hay planificación actualizada de ninguna obra en particular, salvo algunas de Irrigación. El Baqueano, Uspallata u otras represas van a requerir estudios y, en todo caso, Suárez no podría inaugurarlas, no le daría el tiempo. ¿Será por eso que quiere hacer Portezuelo de cualquier manera para figurar en la foto? El problema de estar lleno de títulos para hacer anuncios, pero sin planes concretos como para llamar a licitación de inmediato es algo que salta a la vista.
En realidad, las voces técnicas que han planteado objeciones a la construcción de la represa lo han hecho desde el punto de vista técnico, jurídico y político. Desde el punto de vista técnico se plantea el menor escurrimiento del río, pero Mendoza tiene garantizada una cuota del mismo y nadie podría objetar que se use, salvo que se disminuya la cuota de todas las provincias para adecuarse a los nuevos caudales.
Pero este no es el caso, porque Mendoza no planea usarla ya que la única vez que se planteó fue para abastecer la mina de potasio, en Malargüe, que quedó, por ahora, abandonada. Pero La Pampa usa este argumento solo para molestar, sin reconocer que Mendoza no usará ni un litro de agua.
Desde el punto de vista político, se argumenta que la obra de Portezuelo solo beneficia a la Nación y que por eso los recursos deberían ser nacionales. Que no tiene sentido gastar semejante suma de dinero para hacer una obra que dará ingresos que no permitirían recuperar el costo.
Pero el otro problema es la falta de planes concretos. Tenemos muchas ideas, muchos nombres para llenar declaraciones y facilitar títulos en los medios, pero no hay estudios serios para definir obras. Sería bueno cambiar la actitud, actuar con más concreciones y adelantar el avance de los proyectos para cuando aparezcan los financiamientos. ¿Será posible?