Falleció "Carlitos" Simón, periodista y buena persona
Su fallecimiento ha conmocionado a mucha gente que lo quería y que lo seguirá queriendo. Pero fundamentalmente, el periodismo ha perdido a un cultor de la verdad que, debido a su bajo perfil, masivamente probablemente no lo reconozcan.
Pocas personas puede ser identificadas hoy en día por su profesión y su carácter. Carlos Simón, Carlitos, sí. Era periodista, en serio, paciente, preguntón, buscador. Y era buena persona: amigo, consecuente, llamador cuando alguien se olvidaba de llamarlo.
Murió en las últimas horas. Estaba enfermo y, sin embargo, calculamos que muchos de los que hablamos en las últimas semanas con él no sabían, como en el caso de quienes hacemos Memo, que estaba enfermo. No lo informó, probablemente para no condicionar la sinceridad del encuentro cotidiano, siempre alrededor de alguna información que necesitaba datos extra, complementos o análisis.
Carlitos -tal como le conoció más de medio mundo- fue periodista de Los Andes, esencialmente, pero además, colaborador concienzudo de cuantos lo necesitaran.
Así sucedió cuando leyó en Memo que estábamos trabajando en torno a las propiedades del Grupo Vicentin en Mendoza y, de motu proprio, buscó datos que había notado que nos faltaban y los aportó con humildad: "Chequealo, pero creo que es así". Y era así.
Su fallecimiento ha conmocionado a mucha gente que lo quería y que lo seguirá queriendo. Pero fundamentalmente, el periodismo ha perdido a un cultor de la verdad que, debido a su bajo perfil, masivamente probablemente no lo reconozcan.