¿Apto psíquico a candidatos? ¡Por supuesto!
Desde el Partido Libertario explicaron el sentido del examen psicológico a sus afiliados.
Entre las repercusiones de la elección de autoridades del Partido Libertario Mendoza llevada a cabo el pasado domingo, surge una inquietud que ha trascendido mediáticamente con tonos de humor e ironía, y que precisa ser abordada con la seriedad que merece.
En nuestra vida en comunidad tenemos asumido por normal solicitar un examen de aptitud psíquica a los docentes que educarán a nuestros niños. También solicitamos lo mismo a nuestros policías, a nuestros médicos, a nuestros cajeros de supermercado, a quienes vierten combustible en una estación de servicio, y a un centenar más de profesiones y oficios cuando aplican a un puesto laboral. Repetimos sistemáticamente este pedido, junto a un certificado de antecedentes penales, un currículum vitae, y en cada espacio de inserción laboral les realizamos una entrevista a los fines de evaluar sus aptitudes y actitudes.
Basamos esta costumbre en la necesidad de reducir el riesgo de poner en manos no aptas ciertas responsabilidades que consideramos fundamentales para los servicios que prestan, o bienes que producen.
El Partido Libertario de Mendoza ahora hará exámenes psicológicos a quienes quieran sumarse
Sabemos ya de antaño que el ámbito de la política funciona en general como una suerte de imán atractivo a quienes portan algunos rasgos especialmente psicopáticos y manipuladores; personajes que logran aterrizar siempre parados en espacios de poder, para utilizarlos en propio beneficio, olvidando la premisa fundacional de la política como instrumento de gestión de cambios en bienestar de la sociedad.
Con todo lo anteriormente dicho, ¿no empieza a parecer razonable al lector exigir a quienes deseen ser candidatos desde un partido político, un examen integral que evalúe sus antecedentes, su historia, su aptitud psíquica, sus intenciones? ¿Todo ello con la mera finalidad de minimizar el riesgo de colocar al lobo a cuidar las ovejas? Por supuesto que sí. Es razonable, y es necesario.
La medida a implementar no pretende discriminar de ningún modo a personas con padecimientos mentales. Muchos individuos atraviesan situaciones de ansiedad, angustia, depresión, etc., que precisan de ayuda especializada, y que con el acompañamiento adecuado logran resultados maravillosos en su desempeño. No es un estigma atravesar una patología mental, y no debe ser tomado a la ligera el sufrimiento de otro ser humano. Instamos y alentamos a toda persona sufriente en este aspecto, a buscar ayuda a su salud mental.
La iniciativa partidaria de incluir en su selección de posibles candidatos un amplio proceso de evaluación, persigue como objetivo poder proponer como alternativa electoral a los mejores seres humanos, personas de buenos valores, que no pretendan de la política un instrumento para el posicionamiento personal, y que no mezclen sus locuras de poder personal con el bienestar de la gente.
Desde su fundación, el Partido Libertario aboga incansablemente por una nueva forma de hacer política, libre de viejas suciedades amañadas desde siempre; llámese casta, o el término que se prefiera, todos soñamos y trabajamos por sostener un espacio donde el compromiso, la vocación, y la lucha contra la corrupción sea nuestra bandera inequívoca de transparencia y esfuerzo. Este compromiso debe trasladarse al proceso de selección de candidatos, porque serán la coherencia y la sensatez la guía absoluta de esta nueva conducción partidaria.
A modo de cita casi obligada, dado que ha sido el desencadenante de los comentarios que me motivan a escribir estas líneas, me tomo el tiempo de traer el último párrafo de otra nota de opinión por mí publicada hace ya muchos meses. En la misma deslicé "Como epitafio final, en la lápida política de esa estrella fugaz, cito a Mateo 7:15-20, y pido no olvidar que por los frutos los conoceréis". Un tiempo después, porque es signo de grandeza aprender de los desaciertos, hay que admitir que es tarde reconocer los frutos cuando el árbol ya enraizó.
Me tomo finalmente el atrevimiento de mencionar unas palabras en torno al escándalo desatado a partir de los posteos del Presidente Javier Milei en relación a operaciones con criptomonedas. Sin dudas, habrá un costo político que él mismo deberá abordar, y un aprendizaje obligado a partir de este error.
No son novedad los rasgos obsesivos y narcisistas en la personalidad de Javier Milei, sin embargo, no se observan a simple vista rasgos psicopáticos que pongan en duda su honestidad. Con certeza, desde mi punto de vista, el mayor de los aprendizajes será dejarse asesorar. El núcleo duro que rodea al Presidente aplaude obsecuentemente, sin tener en cuenta que un buen consejo puede doler, pero puede salvar. Se ha ido retirando de los costados del Primer Mandatario a personas de la talla de Villarruel, Mondino, Marra, etc., que sin miedo a equivocarme, habrían previsto el error a cometer y lo habrían desalentado. Aquí radica la inconmensurable importancia de equipos sólidos, autocríticos, capaces de señalar los desaciertos, en pos de cuidar la imagen e institucionalidad.
La concentración de poder nunca es buen consejero, y no garantiza jamás la libertad plena. Vienen momentos de recapacitar desde las altas cúpulas de La Libertad Avanza... si es que pueden.
LA AUTORA. Mariel Maestri. Médica psiquiatra. Miembro del Consejo Directivo del Partido Libertario Mendoza.