Los comienzos y la evolución de la Facultad de Medicina en la Universidad de Bologna, Italia

Después de leer el artículo del Dr. Eduardo Da Viá sobre la triste historia de la Medicina Práctica, me pareció oportuno mencionar también los orígenes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Bologna, Italia. Ateneo del que fui docente por casi 30 años.

José Jorge Chade
Presidente de la Fundación Bologna Mendoza Dr. en Ciencias de la Educación.



El año académico comenzaba el 19 de octubre, el día después de San Lucas, y las clases se dividían en dos categorías: ordinarias y extraordinarias y se impartían de 6.00 a 21.00 horas. La puntualidad era importante y los profesores estaban obligados a comenzar las clases cuando sonaba la campana de la iglesia de San Pedro. La ceremonia de graduación tenía lugar en la catedral de San Pedro desde principios del siglo XIII hasta finales del XVIII y constaba de dos partes: un examen privado, un examen público y, por último, una ceremonia llamada convenctatio. 

Tras la concesión del título, el estudiante recibía un anillo de oro, un tocado y una bendición. En 1316 llegó el reconocimiento oficial de la Universitas Artistarum, institución en la que convergían todos los estudiantes de Artes y que comenzó a colaborar con la antigua escuela de los Legistas. Antes de que finalizara el siglo XV, la enseñanza se amplió y, gracias al interés por la filosofía aristotélica y las matemáticas, se abrió el camino a la enseñanza de otras Artes Liberales, además de las iniciales Gramática, Retórica y Dialéctica.

Se introdujeron la filosofía, el griego, los estudios judíos, la literatura, la teología, la astrología y la medicina. Algunos de los nombres más famosos de la literatura italiana pasaron periodos de estudio en Bolonia: Dante Alighieri, Francesco Petrarca, Guido Guinizelli, Cino da Pistoia, Cecco d'Ascoli, el rey Enzo, Salimbene da Parma, Coluccio Salutati, San Carlo Borromeo, Torquato Tasso, Laura Bassi, Carlo Goldoni, Giosuè Carducci, Umberto Eco. Pico della Mirandola y Leon Battista Alberti también asistieron a esta universidad y Niccolò Copernico estudió allí derecho pontificio. 

En los años siguientes, también estudiaron aquí muchos extranjeros ilustres, como Thomas Becket, Paracelso, Erasmo de Rotterdam, el papa Nicolás V, Raimundo de Peñafort, Alberto Durero y muchos otros. Mención especial merece la enseñanza de la medicina, incluida en el programa de Artes por una bula papal de 1219. Aún hoy, el escudo de la Universidad conserva en el ángulo superior derecho a los Santos Cosme y Damián, patronos de médicos y farmacéuticos y protectores de la Facultad de Medicina. 

Fueron dos hermanos cristianos de Siria a los que se atribuye el milagro del trasplante de piernas y muchos otros antes de su martirio bajo Diocleciano.

Es interesante saber que en aquella época existían tres ramas de la medicina: la práctica, la teoría y la astrología, es decir, el estudio de la influencia de los astros en la salud.

Gracias a esta última, comenzaron los primeros impulsos para los estudios astronómicos, cuyo alumno más famoso fue Copérnico, quien, comenzando como estudiante de derecho, primero, y de medicina después, sentó las bases de la astronomía moderna. Sin embargo, en un principio no existían escuelas regulares de medicina hasta la llegada de Taddeo Alderotti de Florencia (1223-1303), que comenzó sus conferencias en 1260 y a partir de entonces la doctrina médica creció en importancia. Incluso Dante asistió a sus clases durante sus estudios en Bolonia y lo recuerda en el canto XI del Paraíso (XII, 82-85). Fue el médico más famoso de la Edad Media y escribió el texto médico más antiguo en italiano sobre las reglas de la salud e introdujo los "consilia" durante sus conferencias, es decir, los casos clínicos.

Con el paso de los años, se dio gran importancia a la cirugía, que al principio era una asignatura subordinada. Ésta se extendió a las aulas con Ugo Borgognoni y, en particular, con su hijo, el fraile dominico Teodorico de Lucca (1205-1298), cuya tumba puede verse en la iglesia de Santo Domingo en Bologna y que difundió el uso de la spongia somnifera como anestesia para aliviar el dolor quirúrgico y modificó el tratamiento de las heridas. Fue en esta época cuando los profesores de medicina asumieron el título de doctor y, más tarde, de catedrático. 

Al cirujano Guillermo de Saliceto (1210-1277) se le atribuye la publicación de un texto sobre la práctica quirúrgica y la reintroducción del uso del bisturí que sustituyó al cauterio utilizado por los árabes. Las disecciones anatómicas comenzaron entonces a practicarse, primero en animales y luego en cuerpos humanos, que se habían descuidado desde la época romana.

Al principio, la enseñanza de la anatomía tenía lugar en los domicilios particulares de los profesores, pero no fue hasta 1637 cuando se construyó un verdadero Teatro Anatómico.

Teatro Anatómico- Universidad de Bologna (1637) Destruído por un bombardeo durante la segunda guerra mundial y reconstruido totalmente recuperando todo los pedazos originales.

Los cadáveres nunca eran de boloñeses sino de condenados a muerte o personas sin parientes y, a veces, cadáveres sacados de cementerios. Las pruebas de que los patólogos realizaban una autopsia han llegado hasta nosotros a través de pinturas de la época en las que los maestros aparecían sentados en un sillón sosteniendo un libro de anatomía. Frente a ellos había una mesa con un cadáver tumbado y un cirujano, o barbero, con un cuchillo en la mano diseccionando el cuerpo. Mondino de' Liuzzi (1270-1326), alumno de Taddeo Alderotti y lector de medicina práctica, introdujo la enseñanza regular de la anatomía como base indispensable del plan de estudios de los médicos y en 1316 escribió Anothomia, el primer y más famoso texto de anatomía utilizado por todas las universidades hasta el siglo XVI. Su obra contribuyó en gran medida a aumentar la fama de la Facultad de Medicina y Anatomía de la Universidad de Bolonia. En el siglo XVI, las enseñanzas de la «magia natural», es decir, la ciencia experimental, y entre los maestros más famosos de la época figura Ulisse Aldovrandi, uno de los primeros entomólogos de la historia y fundador del Jardín Botánico en 1568.

También fue importante Gaspare Tagliacozzi, precursor de la rinoplastia y el primero en practicar una especie de medicina estética ante litteram para amputados con trasplantes de nariz utilizando tejidos del brazo. El apogeo de la Universidad llegó en el siglo XVII con Marcello Malpighi (1628-1694), que enseñó patología, utilizó el microscopio para investigar el cuerpo humano, descubrió el funcionamiento de los pulmones y realizó numerosas investigaciones neurológicas. Llegó a ser un profesor de renombre internacional y un tipo de célula renal que descubrió lleva aún hoy su nombre. Gracias a su fama, fue nombrado miembro de la Royal Society inglesa, que publicó su ópera omnia. Los siglos XVIII y XIX fueron ricos en luminarias: el anatomista Luigi Galvani (1737-1798) descubrió la electricidad biológica y su influencia en el cuerpo humano; Pierpaolo Mulinelli, que introdujo el primer curso de operaciones quirúrgicas en el cuerpo humano e impartió clases en los dos grandes hospitales conocidos como «dellaVita», dedicado al cuidado de peregrinos e inválidos, y «della Morte», para el cuidado de los condenados a muerte; el cirujano Giovan Antonio Galli, que creó en el palacio Poggi (Hoy Rectorado) una escuela de obstetricia en la que se enseñaba la ciencia del parto tanto a médicos como a comadronas según un método ideado por él, que utilizaba tablillas de cera tridimensionales y modelos de arcilla del útero, así como instrumentos, las llamadas «máquinas de parir», que simulaban la situación real de la gestación. En los años siguientes, no menos importantes fueron Alessandro Codivilla (1861-1912) y Francesco Rizzoli (1809-1880), considerados los padres de la ortopedia moderna, y algunos tratamientos quirúrgicos inventados por ellos se siguen practicando hoy en día.

El actual centro ortopédico de Bologna (Famoso en toda Europa) lleva el nombre de Rizzoli en su honor. Pietro Loreta (1831-1889), que pronto se hizo un nombre en el ámbito profesional por su capacidad para realizar operaciones en todos los campos de la cirugía, a menudo utilizando instrumentos que modificaba para adaptarlos a sus propias técnicas. Giuseppe Ruggi (1844-1925) defensor del progreso de las técnicas quirúrgicas e innovador de las prácticas higiénicas y antisépticas en los quirófanos. Cesare Cavina (1888-1935) dentista y experto en traumatología maxilofacial. Utilizando técnicas perfectas, a veces originales y atrevidas, realizó cirugías reconstructivas del macizo facial y trasplantes de mandíbula, especialmente en víctimas de la Primera Guerra Mundial.

Uno de los lemas más importante para los estudiantes de medicina de todas las

épocas en esta Universidad ha sido y es "la humanización de los servicios" como

primera regla.

La antigua y prestigiosa sede de la Universidad, el Archiginnasio (= la escuela primaria en términos de importancia) construido por el arquitecto Antonio Moranti en 1563, aún puede visitarse hoy en día. Fue encargado por Pío IV para reunir en un solo lugar todas las escuelas del Estudio Boloñés entonces dispersas por la ciudad y permaneció activo hasta 1803. Construido en dos plantas, con dos grandes escaleras separadas y el aula Magna del Stabat Mater (ópera de Rossini representada aquí), cuenta en su interior con numerosas aulas divididas para los estudiantes de Legisti (derecho civil y canónico) y Artisti (filosofía, medicina, matemáticas, ciencias físicas y naturales), así como el famoso Teatro Anatomico construido en 1637 según un diseño de Antonio Levanti. Se trata de una sala dedicada entonces al estudio de la anatomía en forma de anfiteatro con una mesa de mármol y una cátedra coronada por un dosel sostenido por dos estatuas conocidas como «los despellejados». Alrededor, estatuas y bustos de médicos famosos decoran las paredes, entre ellos el de la lumbrera griega Hipócrates y el de la romana Galeno. 

En septiembre de 1988, la Universidad de Bolonia celebró sus 900 años de historia. En la actualidad, esta institución consta de 11 facultades y 33 departamentos y acoge a más de 80.000 estudiantes.

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