La cadena de errores en el gobierno de Milei
Los justificadores del gobierno en las redes sociales (su gran arma en campaña) ya carecen de toda credibilidad. La opinión de Darío Lopérfido.
El gobierno sigue atravesando semanas políticamente malas debido a su propia mala praxis y a su enorme problema de recursos humanos. La reacción de algunos ministros, buscando culpables fuera, no hace más que confirmar que la sucesión de errores internos comienza a preocupar a algunos integrantes del gobierno. Los justificadores del gobierno en las redes sociales (su gran arma en campaña) ya carecen de toda credibilidad y publican cosas como si estuvieran justificando el sueldo.
El gran daño autoinfligido comenzó hace meses, cuando alguien los vio vulnerables y les dio la idea de proponer a Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema. No hay ninguna justificación para semejante dislate. Lijo es el máximo exponente de la casta judicial y política. Siempre utilizó las causas para cuestiones sospechosas.
Por mencionar solo una: tiene cajoneada desde hace 19 años la denuncia penal por la venta de las acciones del Estado en YPF. Además, acumula 34 denuncias disciplinarias ante el Consejo de la Magistratura. Es un especialista en mantener abiertas, sin resolución, las causas de corrupción. El gobierno compró el paquete Lijo completo (se lo vendió Lorenzetti) y lo defendió con argumentos insostenibles.
Entre apoyar a Milei o a "lo otro" y el efecto primer episodio de Harry Potter
Esto desató una ola de críticas en los medios y en la política. Macri, Carrió y, muy especialmente, María Eugenia Talerico fueron algunos de los que advirtieron su oposición a la nominación del juez y recordaron sus pésimos antecedentes.
Ya es un disparate que Lijo sea juez federal, y querían ascenderlo a la Corte. No había manera de que eso sucediera. Tras el rechazo en el Senado, algunos seguidores del gobierno decían que nunca había pasado que se rechazara un pliego en la cámara alta. Sin embargo, en todas partes del mundo, cuando un gobierno sabe que no tiene mayoría en un cuerpo legislativo, retira el pliego.
Eso fue lo que muchos sugerimos desde espacios periodísticos. El gobierno actuó con soberbia y torpeza al mismo tiempo, lo que resultó en una derrota legislativa. Podrían no haber presentado a Lijo o haber retirado la propuesta al ver las críticas y la patética presentación del juez en el Senado. Ahora buscan culpables fuera cuando los responsables del papelón los tienen todos dentro.
No hay peor manera de procesar una derrota que esa. "Toda verdad ignorada prepara su venganza", dijo Ortega y Gasset. El gobierno debe aprender que ignorar la verdad puede tener costos muy grandes en términos de credibilidad.
Mientras rechazaban el pliego de Lijo, Milei estaba en su penoso viaje a EE. UU. en busca de una reunión con Trump. Otra muestra de mala praxis. Ir a Mar-a-Lago de smoking para sacarse fotos con señoras no parece ser una gran idea. Es un mal presagio cuando el presidente de EE. UU. no te recibe en la Casa Blanca y te hace ir a fiestas patéticas a las que él no asiste. ¿A quién pueden culpar por una decisión tomada en la más absoluta soledad del "triángulo de hierro"?
Milei había publicado un tweet con la canción de Queen "Friends Will Be Friends" cuando Trump anunció su delirante política de aranceles, que está llevando al mundo a una guerra comercial. Milei creyó que era un gesto de amistad que Argentina tuviera un 10% de aranceles, cuando otros países tienen aranceles mucho más altos.
Quiso decir que Trump tenía un gesto hacia él, pero al ver la lista de aranceles nos damos cuenta de que Argentina tiene el mismo arancel que Australia, Brasil, Singapur, Reino Unido, Turquía, Chile, Colombia, Perú, República Dominicana, Emiratos Árabes, Costa Rica, Nueva Zelanda, Guatemala, Honduras, Ecuador, entre otros países. Ningún otro presidente se jactó de su "amistad" con Trump por tener un 10% de aranceles. Al mismo tiempo, un funcionario de Trump para Latinoamérica, Mauricio Claver-Carone, hizo declaraciones muy duras contra Argentina y el acuerdo (aún no concretado) con el FMI.
El presidente debe entender que quienes lo critican a menudo quieren ayudarlo, mientras que quienes siempre le dicen que sí, muchas veces son los que lo perjudican. En el caso de Lijo, esto es evidente. Otro aspecto a considerar es que los logros se festejan cuando suceden, nunca antes. Desde el gobierno habían filtrado en todos los medios que viajaba a ver a Trump.
Es muy positivo para la República que Lijo quede fuera de la Corte. Lástima que este rédito republicano no le toque al presidente, que quedó solo defendiendo a un impresentable.