El fabuloso negocio que sería poder vender culpas

El doctor Eduardo Da Viá analiza un momento específico del pasado "debate" entre aspirantes a la gobernación de Mendoza, con su particular tono que pone en debate algunas posiciones.

Eduardo Da Viá

Más allá del triste espectáculo del debate obligatorio entre los candidatos de Gobernador para el próximo, ya muy próximo, período gubernamental, que no aportó, como era de esperar, nada que no hayamos escuchado cientos de veces en el transcurso de este año. Para el olvido.

Los protagonistas que en sus respectivos mandatos en los distintos niveles en que les tocó actuar, gobernación, intendencia, legislatura, ministerios etc. se regodean hablando de sus logros como si fueran resultado de un sacrificado esfuerzo en pos del bienestar social, víctimas de su propia bondad y altruismo mejorando algunos mejorables y construyendo algunos construibles.

Casi todos tareas necesarias de larga data y que los antecesores del poder se las ingeniaron para no hacerlas destinando los dineros a obras más ostentosas aunque menos necesarias o hasta totalmente inútiles.

Pero de tanto atribuirse méritos a sí mismos, la misma verborragia les hizo olvidar que precisamente para hacer esas obras fueron votados por el pueblo, vale decir no fueron producto de la bonhomía que supuestamente los caracteriza, sino de la necesidad ineludible de cumplir lo prometido.

Claro, la tarea es infinita por cuanto el mundo siempre requiere mejoras y cambios y resulta imposible solucionar todo en una gestión determinada de gobierno. Pero ésto, que es inherente a la condición humana, por cuanto nadie vive para siempre y ostenta simultáneamente el poder y los medios para rellenar todos los huecos de que adolece la sociedad, en vez de ser admitido como parte de la realidad, en sus mezquinas mentes necesitan de pretéritos culpables que no quisieron o no pudieron hacerlo, o bien cuando las omisiones en el quehacer son en tiempo real, la culpa la tiene siempre la oposición que pone trabas en las ruedas del carro ejecutor; lo cual muchas veces es lamentablemente cierto por la sencilla razón de que un buen gobierno tiene todas las posibilidades de seguir ostentando el poder legitimado por el voto, ante la incapacidad clara de la misma oposición para presentar planes alternativos mejores que los proyecte a un futuro ganador.

Ante la inoperancia y la incompetencia de unos y otros, lo mejor es, como dije en anteriores escritos, tercerizar las culpas.

En lo que al ahora nos atañe, tanto Parisi como De Marchi culparon directamente a Cornejo por la muerte inconcebible de la paciente en el Hospital Central.

Ni siquiera tuvieron la honestidad de responsabilizar al encargado directo del normal funcionamiento de los elevadores, que seguro lo hay, en vez de la absurda e injusta crucifixión del Gobernador que como resulta lógico no puede estar presente en todas partes simultáneamente. Adviértase que utilizo la palabra que implica el rol de gobernar, y no la persona que lo desempeña. No soy cornejista ni antiperonista, soy un observador que desde la lógica encara el problema de las culpas.

También obviaron decir que en la administración pública, la mayoría de los cargos técnicos son de carrera y los efectores acompañan las distintas gestiones aun cuando cambien de bandería política.

La jefatura de maestranza del Hospital Central no es un cargo político habitualmente, lo mismo que los electricistas o los carpinteros.

En el triste caso de Parisi, no teniendo nada mejor que ofrecer, se aferró al triste accidente para inculpar a Cornejo, al que por lógica ve con más posibilidades de ser electo gobernador que las pocas que él tiene, entonces, cobardemente, le endilga una culpa que no merece.

¿Qué palmarés puede presentar Parisi en su larga trayectoria como concejal, intendente y legislador? Pareciera que muy austero dado que no lo exhibe como cucarda para justificar su voracidad política.

Durante su gestión como legislador ¿Fue alguna vez a los hospitales no a prometer maravillosos futuribles sino a interiorizarse de los problemas y necesidades con la sincera intención de dar soluciones?

Ahora tienen los opositores la brillante oportunidad de culpar al actual mandatario provincial por el incendio en San Agustín, cuando hace más de 10 años que se encuentra saturada y en situación de riesgo. No lo defiendo por cuanto debió haber tomado manos en el asunto, pero nadie de los anteriores lo hizo tampoco.

Parisi y De Marchi van a necesitar atribuir muchas culpas si pretenden remontar posiciones que al menos por encuestas no mejoran a pesar de las promesas mesiánicas.

Es aquí cuando la empresa que propongo y que llamaría CULPAS A PEDIDO, algo similar a las lápidas de los cementerios.

Y de planes concretos y factibles, incluso con fechas tentativas de inicio, mejor no hablar, desobedeciendo el consejo del Gran Maestro cuando dijo "Mejor que prometer es realizar". Claro, saben bien que revertir el desastre nacional fruto de los desaciertos y la corrupción, llevara años sequien sea que gane.

Con el injusto planteo de culpabilidad hecho por los mencionados candidatos, tendríamos que remontarnos a la gestión de Rivadavia, repartiendo culpas de tal manera de quedar limpios precisamente de CULPA y cargo para iniciar una gobernación que a no dudarlo será excelente.

Después de culpar a Cornejo, y para marcar diferencias, Parisi habló de su plan de gobierno, absolutamente nuevo y hasta revolucionario diría yo, dado que es el primero en hablar de:

"Desde el peronismo creemos que se puede gobernar de otra forma, que se puede generar trabajo y oportunidades que no existen hoy solo por falta de gestión y desidia, hay una alternativa y se la vamos a contar a los mendocinos de todas las formas que podamos"

Desde la mesa política resaltaron que "la idea de alternativa representa, también una propuesta de gobierno superadora, empática, de diálogo y de un profundo compromiso con la realidad de cada mendocino y mendocina"

"En los próximos días se abordarán las 'alternativas' que se pueden proyectar en áreas sensibles, como seguridad, salud, educación y vivienda" (¿?).

Como es dable observar, un despilfarro de ingenio y sapiencia otorgado por años de actividad política y una burla para los votantes que esperan PLANES, con detalle de origen de los fondos y con desagregado de las obras y medidas a tomar, amén de las prioridades que espera establecer.

Todas palabras vanas, dichas de una u otra forma por la totalidad de los políticos.

Lo que sí le reconozco es la capacidad detectivesca de que goza, dado que mientras las autoridades vigentes estudiaban este horrible fenómeno del incendio, y sobre todo si fue o no intencional, él, solito con su lupa, descubrió al culpable: CORNEJO.

Felicitaciones Omar, cuenta Ud. con mi voto; lo único que lamento es que me perdí la venta de una culpa dado que Ud, carece de ellas.


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