Dar vida a las palabras: la palabra devaluada
"Quizás, después que la pandemia sea superada por la ciencia y no estemos sumergidos en los nombres de todas las vacunas. Nombres que nos producen miedo, pero también esperanza, recuperemos, con educación, el valor de la palabra".
- 1- Lugar de reflexión sobre el lenguaje de Niñez y Adolescencia.
2- La palabra. La palabra devaluada. Amenazada.
- El lenguaje de nuestros niños y adolescentes. La relación hombre máquina.
- El rol de la comunidad. Medios y en especial de la comunidad educativa.
3- El valor de la palabra.
La palabra
La palabra es expresión del pensamiento (logos).
Portadora de sentido
Reveladora de belleza.
Tiene un valor ético.
Palabra y educación son términos relacionantes, que se refieren exclusivamente al ser humano.
El hombre como animal simbólico.
La palabra permite al hombre comunicarse y de este modo construir sus representaciones sobre sí mismo, los otros y el mundo.
La educación es un proceso de comunicación, es diálogo.
Si esto es así:¿Cuáles son los signos de esta devaluación que amenaza no sólo la palabra oral, sino también la escrita?
-La cultura de la sociedad del espectáculo (Debord) o del consumismo manipulador, convierten a la palabra en un discurso mediático de marketing.
- La estrechez del lenguaje verbal en diarios y revistas.
- La conversación es desalojada de los lugares de encuentro, suplantada por los ruidos y el sonido alucinante y alienante de la música de moda.
- Las conversaciones de niños y adolescentes a las salidas de los colegios . Los insultos, la grosería.(Beca)
- La letras de las canciones de moda que han descendido al grado de la estupidez.
"Esto no debe sorprendernos: la destrucción de la intimidad y la vida interior. Son condiciones sine qua non para el adiestramiento de los adolescentes que los convierten en títeres del mercado y clientes fieles de la farándula" (Ivonne Bordelois)
Hablamos pero no nos entendemos
El lenguaje de niños y adolescentes en la era de la tecnología informática. En este tema , llamo la atención sobre el problema de la miscommunicatión o descomunicación que se plantea en la relación hombre-máquina.
Descomunicación o comunicación interferida o frustrada, con serios problemas de comprensión. Hablo de los vicios de la comunicación: especialmente, en las dos formas relacionantes: la interacción interface y el internet relay chateo.
El lado oscuro de este proceso no se hace esperar: Bla, Bla no es falta de entendimiento sino de contenido. La Virtualización de la comunicación (Fernad Brandel), nos alerta, nos sorprende y nos acongoja..
La sujeción al lenguaje técnico de los programadores y la invasión de términos extranjeros, nos hace sentir en la Torre de Babel, especialmente, a las personas mayores.
Los teléfonos dependientes y los mensajes de textos.
Dar vida a las palabras
Recuperar el valor la palabra, significa recuperar el valor y la profundidad del pensamiento.
- En la familia. En el lenguaje familiar.
- En el desencuentro generacional.
- En el tercer padre : la Tele. Homo Videns. Teletontos actuales. (G. Sartori)
En la escuela. La misión docente. La palabra del maestro..
Devolver la vida a las palabras
"No es inútil, nunca superfluo, recordar que la lectura, no es un ejercicio mecánico, que consiste solamente en reproducir, hasta perfectamente los sonidos figurados por las letras" Sarmiento vitupera a los malos maestros, que acostumbran a los niños a leer con una voz monótona e inexpresiva. Por su culpa el texto de un libro es letra muerta. (Sarmiento)
Tal fue la misión de Sarmiento. La palabra como instrumento de enseñanza debe encarnar conocimientos y vivencias para poder crear y recrear un acto didáctico con sentido. La palabra viva que se nutre de ideas, de realidades, que se pronuncia con fuerza y armonía, transfiere a quien la escucha el interés que crea vínculos de saber y provoca nuevas búsquedas. Ese es el hecho pedagógico por excelencia: el encuentro, el dar vida a las palabras.
Recuperemos el sentido, la interpretación, la palabra bella de la poesía, la palabra dotada de un significado ético.
Quizás, después que la pandemia sea superada por la ciencia y no estemos sumergidos en los nombres de todas las vacunas. Nombres que nos producen miedo, pero también esperanza, recuperemos, con educación, el valor de la palabra.