Todavía se puede

La concejala Cecilia Páez pone el foco en la elección presidencial del domingo.

Cecilia Páez

Estos días han servido para descubrir que sí existe desidia estatal pero, además, para entender por qué los extremos en política pueden ser tan dañinos para una sociedad como la nuestra, que asistimos azorados a la más infame de las estrategias para captar votos sin importar siquiera que el resultado sea una corrida bancaria o, peor aún, los números de la inflación.  


La última opción

La cifra nacional de inflación fue de 12.7% en el mes de septiembre y una interanual de más de 138% y la friolera de 103% acumulado en los primeros 9 meses del año. En Mendoza el número es todavía más importante: 16,4%. Obsceno.

La manera coloquial de explicar esto es simple: déficit fiscal, es decir, gastar más de lo que se tiene y el responsable de la política económica del país es "el" candidato a presidente del oficialismo y quien, "en ausencia" del presidente Alberto, comanda este gobierno.

Por eso estamos así, meta prueba y error, sin un rumbo cierto, sólo poniendo parches, dándole a la maquinita, inundando la plaza financiera de pesos (sin peso) con un indignante plan platita. Inmoral.

En el otro extremo, un pequeño felino que se cree león, porque así se lo permitió Massa y cía. Nunca se imaginaron que financiarle la campaña al díscolo antisistema, creyendo que así le restaría votos a Bullrich, les daría de beber de su propia medicina y terminaría restándole al mismísimo Massa, ubicándolo en tercer lugar de preferencia en la carrera presidencial. Es tan así que en las listas del libertario hay peronistas amigotes del superministro candidato.  

Patricia Bullrich en Mendoza: "La mafia tiene miedo"

Claramente entonces, podemos afirmar que este cóctel explosivo, sin dudas ha sido pergeñado por lo más nefasto de la política argentina y que tiene el propósito de intentar que el verdadero cambio no se produzca.

Uno quiere seguir con las prácticas que nos han llevado a este panorama de incertidumbre. Pero lo único cierto es que todo aumenta de manera vertiginosa.

El otro promete terminar con la casta vendiendo espejos de colores como si la solución de todo estuviese a un clic de distancia. Nada de lo que dice es realizable.

"El León" sostiene que va a erradicar todo el sistema político porque lo considera nocivo, ignorando que lo que debe suceder es dotar de gente idónea y proba en cada una de las instituciones del Estado. Las democracias se refuerzan con instituciones fuertes, que lejos de idealistas o fundamentalistas nos garanticen transparencia en cada acto de gobierno, de manera que se abstengan de contaminarse de corrupción, el peor de los males para nuestro país, pero que le ha servido como herramienta para mantenerse en el poder al populismo.

Los extremos son peligrosos y los argentinos lo padecemos. Debemos ser capaces de ver más allá de la coyuntura electoral, salir de este microclima y mirarnos como un país con educación pública, con obra pública, con seguridad (jurídica y en la sociedad), con pleno empleo, con una política económica sustentable en el tiempo. Necesitamos volver a creer.  

Más allá del domingo: el lunes y los días que vendrán, con presidente elegido o a medio elegir

Para eso, no podemos darnos el lujo de que vengan con mensajes mesiánicos y tampoco que nos sigan mintiendo. Hay una Argentina mejor, porque hay una candidata que está preparada para asumir semejante desafío y ella es Patricia Bullrich.

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