Cada taza de té cuenta una historia

Marcela Muñoz Pan da cuenta, en esta nota, de Casa Ceferina.

Marcela Muñoz Pan

Los amantes del té bien saben que une recuerdos, despierta los sentidos y se comparte en una ceremonia iluminando momentos, pausas, añoranzas, la melancólica tarde, y un sinfín de puertas humanas comienzan a abrirse. Su cultura milenaria fue trasladada al cine, el arte, la literatura, la música, es casi imposible que no fuera posible porque inspira con su variedad de colores y sabores mundos inimaginables y exquisitos. Para millones de agricultores, el té es su principal fuente de ingresos, un pueblo, una ciudad o un país hacen de su cultivo un patrimonio cultural con prácticas sustentables, inclusión, resiliencia y amor por la tierra que bendice esas hojas tan generosas, el cultivo y consumo del té es una forma de ser.

Cada taza de té cuenta una historia

Cada taza de té puede contar una historia antigua, reciente o nueva, puede abrazar un secreto. Yo te cuento una historia de amor unida por esta mágica infusión. Por las mañanas Ceferina preparaba el té en hebras para su amado, abrazando la taza de sus sueños, mientras el sol entraba por la ventana, él pasaba caminando lentamente para retener en su memoria esos aromas etéreos y descubrir el secreto de ese té que preparaba Ceferina. Las cascaritas de naranja, el seductor cardamomo y toques de canela, fueron sus primeras sensaciones y supo que esos sabores en boca serían el comienzo de una gran historia de amor.

Cada taza de té cuenta una historia

Al caer la tarde volvía a pasar frente a la casa de su amada, Ceferina lo esperaba en el umbral de la luz que pintaba su cabellera rubia, su vestido de gasa verde y rosa, y sus zapatos blancos que marcaban su esbelta figura. Momentos inolvidables en la ebullición de las seducciones, las sonrisas de ambos sonrojaban aún más la tarde. Él se animó a mirarla fijamente y sin pestañar, y con todo el mundo a sus pies la invitó a salir por primera vez.

El día del encuentro llegó con toda la prisa que tienen los enamorados, ella lucía radiante con su vestido rosa pálido, su sombrero verde manzana, él con su traje azul y pañuelito en el bolsillo blanco con pintitas azules, ambos se volvieron a gustar y la ternura junto con la brisa de la primavera fueron testigos de un romance frutal, hondo en días perfumados.

Pasaban los días y no pasaba el tiempo para ellos, salían todas las tardes a caminar por la plaza, soles y lunas sellaron lo simple y lo profundo de ese amor. Las tacitas de té guardaron todos los secretos de dos vidas unidas por aromas y palabras serenas, los besos en silencio, la entrega de almas reposando en unas cascaritas de coco y naranja. Él abrazó a Ceferina como bautizando un territorio infinito, y al oído le propuso pasar toda la vida que tuvieran juntos, ella dijo que sí bajo la luna llena de esa noche ardiente, con brillantes anillos se prometieron seguir siendo ese té calentito que fue testigo en las tazas de porcelana de una historia que despuntaba tanta historia, una historia que puede ser tú historia, nuestra historia.

Cada taza de té cuenta una historia

Un tecito rico de la mano de una delicada y exquisita pastelería te esperan en Ceferina, llamando al +54 9 2611517 de lunes a domingo de 09:00 a.m. a 20:00 p.m., podés hacer una reserva, serás muy bien recibido por la familia Quiroga Ana y especialmente por Ana Gisela Ana que convertirá tu momento en un blend poético. @casaceferina. Gracias a Silvia Carcereri por su colaboración en la creación del video compartido.

Tratado sobre el té. Poema siete tazas de té

La primera taza acaricia mi garganta y mis secos labios

La segunda rompe los muros de mi solitaria tristeza.

La tercera busca los secos arroyos de mi alma para encontrar los cuentos de los cinco mil rollos.

Con la cuarta, el dolor de las injusticias pasadas desaparece a través de mis poros.

La quinta purifica mi carne y mis huesos.

Con la sexta me transporta a los reinos de los inmortales.

La séptima me proporciona un placer tal, que casi es insoportable.

(Lú Tóng (790-835), seudónimo YuChuanZi, fue un poeta chino de la dinastía Tang, conocido por el estudio durante toda su vida de la cultura del té).