Estrategias ganadoras: campañas políticas en tiempos de redes y streaming

En los prolegómenos de las campañas electorales, el análisis y la opinión de Ruben Zavi, consultor político. Licenciado en Ciencia Política y especialista en Comunicación Política.

Rubén Zavi
Politólogo y especialista en Comunicación Política

El 2025 será un año clave en la política argentina, con las elecciones de medio término poniendo a prueba a los partidos y a sus candidatos. En un escenario electoral cada vez más competitivo, contar con una estrategia sólida desde el inicio no es solo una ventaja, es una necesidad. En este contexto, el papel de un especialista en comunicación política se vuelve fundamental para diseñar campañas que no solo logren captar la atención del electorado, sino que también sepan adaptarse al cambiante ecosistema de medios.

Hoy, la mediatización política, las redes sociales y las plataformas de streaming han transformado la forma en que los políticos se comunican con los votantes, y son los jóvenes quienes juegan un rol central en este nuevo panorama. Sin un asesor especializado, es fácil que un candidato se vea superado por las dinámicas de las redes o pierda el control de su narrativa. En este artículo, detallamos los elementos clave para iniciar una campaña y no "morir en el intento".

Un mensaje claro y coherente: el corazón de la campaña

El primer paso hacia una campaña exitosa es construir un mensaje que hable tanto a las emociones como a las preocupaciones de la sociedad. En un escenario de alta polarización, donde los discursos muchas veces se radicalizan, es vital mantener la coherencia del mensaje.

El framing, o el encuadre de los temas, es clave aquí. Los candidatos deben ser capaces de presentar sus propuestas de forma que reflejen una visión positiva de futuro, encuadrando los temas de tal manera que conecten con el público desde una óptica de solución, no de conflicto. Este recurso es particularmente importante en el contexto actual de mediatización política, donde los mensajes pueden ser reinterpretados o viralizados en redes sociales con gran rapidez.

El rol de los jóvenes y las redes sociales

Hoy, los jóvenes no solo consumen información política en las redes sociales, sino que juegan un rol activo en la creación y difusión de contenido. Plataformas como TikTok, Instagram y Twitch se han convertido en espacios donde los políticos pueden interactuar de forma directa con los ciudadanos, utilizando el streaming como una herramienta poderosa para conectar con la audiencia de manera más informal y cercana.

Sin embargo, esta visibilidad debe estar acompañada por una estrategia sólida. Las campañas exitosas son aquellas que entienden cómo moverse en estos nuevos ecosistemas mediáticos, sabiendo cuándo y cómo intervenir en las conversaciones online. En este sentido, un candidato que no se adapta a los códigos de las redes sociales corre el riesgo de parecer desconectado de la realidad, especialmente para los jóvenes, que buscan autenticidad y dinamismo en sus líderes.

Conocer al electorado: no todos los votantes son iguales

La segmentación del electorado sigue siendo una piedra angular en cualquier campaña. Pero ahora, con la posibilidad de segmentar aún más a través de redes sociales y publicidad digital, los candidatos pueden hablar directamente a diferentes grupos con mensajes específicos.

En este punto, el framing también juega un papel crucial. Dependiendo del público objetivo, el mismo tema puede ser presentado de manera diferente. Un mensaje económico puede ser visto desde la óptica de la creación de empleo para los más jóvenes, o desde la estabilidad de las jubilaciones para los adultos mayores. Saber quién es el electorado y cómo enmarcar los temas según sus intereses es vital para evitar que el mensaje se diluya.

Los datos no mienten: la importancia de basarse en evidencia

En una campaña moderna, los datos son más importantes que nunca. A través del análisis de redes sociales, encuestas y estudios de opinión, los equipos de campaña pueden ajustar sus estrategias en tiempo real, basándose en lo que verdaderamente preocupa a la gente. Esta capacidad de adaptación es fundamental en un entorno tan volátil como el actual, donde las opiniones pueden cambiar rápidamente ante un evento viral o una crisis mediática.

Además, los datos permiten medir la efectividad de los contenidos en streaming y redes sociales, algo indispensable para saber si las acciones de campaña están resonando en el electorado joven o si es necesario cambiar el enfoque.

Controlar la agenda mediática y digital

La capacidad de un político para controlar la narrativa en los medios y las redes sociales es un factor decisivo. Hoy, más que nunca, los políticos deben ser conscientes de que la conversación se da en múltiples canales, y que quienes dominan la agenda mediática y digital son los que logran instalar temas de discusión.

El riesgo de las redes sociales, sin embargo, es que los mensajes se pueden distorsionar rápidamente. Aquí entra la importancia del framing: saber cómo anticipar las posibles interpretaciones de los mensajes y adaptar la comunicación para evitar malas interpretaciones o ataques virales que puedan desacreditar al candidato.

El candidato por encima del partido

En un entorno donde los partidos políticos han perdido la centralidad que alguna vez tuvieron, la figura del candidato cobra una importancia crucial. La imagen personal de los líderes políticos se ha vuelto más relevante que la estructura partidaria en sí. Los ciudadanos votan más por las personas que por las siglas.

La construcción de una marca personal sólida, que trascienda al partido, es una tarea clave para los candidatos en esta era de mediatización política. Las plataformas de streaming y redes sociales permiten humanizar a los políticos, mostrando un lado más accesible y cercano que puede generar confianza en el electorado.

Adaptabilidad: el arte de reaccionar a tiempo

Como en toda campaña, surgirán crisis y momentos imprevistos. Las campañas que sobreviven y triunfan son aquellas que logran adaptarse rápidamente a los cambios. La flexibilidad para ajustar mensajes, estrategias y tácticas es indispensable, especialmente cuando la reacción del público en redes sociales puede ser instantánea y determinante para el éxito de una campaña.

Un político que no sepa reaccionar a tiempo o que quede atrapado en una crisis sin manejar el framing adecuado corre el riesgo de perder el control de su imagen.

Han cambiado las reglas del juego

Iniciar una campaña política en el 2025 es, sin duda, un desafío mucho mayor que en el pasado. La mediatización, las redes sociales y el streaming han cambiado las reglas del juego, y los candidatos que no logren adaptarse a esta nueva realidad están destinados a fracasar. La clave está en dominar el framing, controlar la narrativa y, sobre todo, conectar con un electorado cada vez más diverso y exigente, donde los jóvenes juegan un rol crucial.

El éxito no está solo en sobrevivir, sino en saber aprovechar cada oportunidad que ofrece este nuevo ecosistema político y mediático para ganar la confianza de los votantes.

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