"Nada enalteció tanto el mandato de Biden como dejarlo"

Walter Olson dice que incluso aquellos como él, que discrepan usualmente con las decisiones de la administración Biden, deben reconocer que al optar por renunciar a su campaña de reelección, Joe Biden actuó en el mejor interés del país.

Walter Olson

Con disculpas a Shakespeare, nada en su mandato lo enalteció tanto como el dejarlo.

Incluso aquellos de nosotros que discrepamos habitualmente de las decisiones políticas de la administración Biden deberíamos reconocer que, al optar por renunciar a su carrera por la reelección, Joe Biden actuó en el mejor interés del país, así como de su partido. Es mejor que las duras elecciones a las que se enfrentan los votantes este otoño no se vean empañadas por presentimientos de incapacidad o mortalidad. Biden se retira en un momento en el que sus seguidores probablemente le recordarán como un héroe.

Legalmente, lo que sigue debería ser un proceso tranquilo. El proceso de nominación se diseñó teniendo en cuenta acontecimientos como éste. Quienquiera que sea elegido por la convención demócrata aparecerá en las papeletas de los cincuenta estados y el nombre de Joe Biden no estará en ninguna de esas 50 papeletas. Tanto la nominación de delegados como las donaciones se produjeron en un contexto de normas publicadas y ni los votantes de las primarias ni los donantes pueden exigir que se repitan.

Aunque algunos han hablado de litigios, no hay motivos obvios para ello y es probable que los tribunales desestimen cualquier demanda, especialmente si la presentan los republicanos, que no tienen derecho a cuestionar la elección del candidato de sus oponentes.

En la práctica, la vicepresidenta Kamala Harris ha actuado con rapidez y eficacia para asegurarse la nominación en menos de 24 horas, con el apoyo de los presidentes de los 50 estados demócratas y de los que podrían ser aspirantes a la nominación, como el secretario de Transporte Pete Buttigieg, la senadora por Minnesota Amy Klobuchar y los gobernadores demócratas Gavin Newsom de California, Josh Shapiro de Pensilvania y Wes Moore de Maryland. Se trata de un proceso extraordinariamente rápido, teniendo en cuenta que ni los asesores más cercanos de Biden ni la propia Harris habían tenido noticia de su decisión con mucha antelación. Es un comienzo rápido para ella, y es probable que sea seguido por una convención relativamente unida.

En cuanto a los republicanos, el mundo MAGA tenía ayer la indignación de una manada de coyotes que se siente privada de su legítima presa. Donald Trump debe abandonar sus planes de seguir machacando al impopular Biden de aquí a las elecciones. La tan cultivada cuestión de la edad se vuelve de repente en su contra, ya que Harris es casi dos décadas más joven que él.

Aunque ahora él intentará definir a Harris antes de que ella tenga la oportunidad, la iniciativa la tiene ella, tanto en decisiones como la elección de su compañero de fórmula como en la medida en que empiece a dejar entrever sus posiciones y las de Biden.

Ya habrá tiempo de hacer retrospectivas sobre la carrera de Biden en el cargo y de volver a preguntarse hasta qué punto otros ocultaron al público toda su condición. Pero por ahora, la elección se perfila como una carrera real, no como una conclusión predeterminada.

EL AUTOR. Walter Olson es Académico Titular del Centro de Estudios Constitucionales del Cato Institute. Este artículo fue publicado originalmente en Cato At Liberty (Estados Unidos).

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