Bajo fuego: ¿en dónde estaban todos los que tenían que estar?
La democracia no les pertenece ni a los que manifiestan ni a las autoridades exclusivamente, sino a todos, por lo que no se puede permitir que se la deje liberada al azar.
Se atentó abiertamente contra el emblema del sistema democrático, la Legislatura. Allí están representados los partidos políticos votados en elecciones libres por la ciudadanía. Un año después de que una horda condicionara el accionar de los legisladores tomándolos como rehenes y obligándoles a cambiar su voto, otro grupo, pequeño pero organizado, armado, prendió fuego a la Casa de las Leyes luego de intentar hacer lo propio con la Casa de Gobierno y el Poder Judicial.
¿Dónde estaban los que tenían que rodear el edificio para que no sucediera lo que pasó? Alguien debe dar explicaciones en forma urgente y éstas, deben satisfacer, ya que Mendoza, este sábado, no tiene entero su edificio legislativo porque un grupo de personas tuvo tiempo y libertad para prenderle fuego.
En diferentes momentos hasta los delincuentes que se escindieron de la justa marcha de reclamo por el femicidio de Florencia Romano para volverse destructores del patrimonio público, creyeron que llegaba la policía a reprimirlos. Pero eso nunca pasó.
Mientras tanto, el vecindario y las personas que quedaron atrapadas en la Legislatura se preguntaron una y mil veces, a viva voz en algunos casos, por qué no llegaba ayuda para frenar los desmanes que se estaban produciendo y que eran transmitidos en vivo y en directo.
Finalmente, los violentos fueron abandonados por los que se habían enojado y estaban allí, pero se dieron cuenta de que ninguna bronca justifica ser protagonistas de la generación de caos y destrucción. Los policías del interior del edificio legislativos ayudados por bomberos, pudieron controlar el fuego y resolvieron por sí solos la situación.
Todo es insólito, pero la democracia no les pertenece ni a los que manifiestan ni a las autoridades exclusivamente, sino a todos, por lo que no se puede permitir que se la deje liberada al azar. Hay que actuar para defender sus instituciones, antes que cualquier otra cosa.