Ley de Alquileres: el divorcio con la realidad es total

Una tragicomedia de enredos. En eso se ha metido la política al pretender regular minuciosamente el mercado de alquileres. Lo analiza aquí la experimentada corredora pública inmobiliaria Fanny Cruz.

Fanny Cruz

¿Cuáles son los cambios que introdujo el Senado en la Ley de Alquileres?

Los puntos clave del proyecto promovido por el oficialismo son:

- Mantenimiento de contratos por tres años.

- Ajustes semestrales en lugar de anuales.

- Aplicación del índice Casa Propia, que considera el menor índice entre la variación salarial y la inflación del último año. Actualmente, se utiliza el Índice de Contratos de Locación (ICL) del Banco Central.

- Contratos en moneda nacional.

- Incentivos impositivos para propietarios que alquilen sus viviendas.

En Diputados se había propuesto bajar nuevamente a dos años el período locativo y dejar que las partes eligieran el mecanismo de actualización 

Mientras todo esto sucede el mercado continúa paralizado.

Razones por las que es un buen momento para adquirir un inmueble

Lo que ocurre es que la política no entiende cómo funciona el mercado: el mercado tiene sus reglas y no le importa cuál es la coyuntura política.

Hay algo que ya deberíamos entender respecto de la conflictibidad en el mercado locativo: más que un problema monetario es un problema de confianza. Mientras el mercado no vuelva a confiar será muy difícil que se reconcilien los actores de esta relación.

Obviamente seguirá distante la oferta de inmuebles si el plazo de locación continúa siendo de tres años. En un contexto casi hiperinflacionario, tres años es una eternidad. Es lógico que no se puede legislar sólo para el corto plazo,esto es comprensible, pero dos años fue un plazo que históricamente funcionó.

Delivery de contratos: Mientras más prohíban la contratación en dólares , pero la inflación siga siendo la actual, más se tenderá a contratar en esa moneda, al mercado no le interesa la política, funciona con sus propias reglas.

Con la expectativa de las elecciones, la presunción de que la ley que seguramente cambiará pero no se sabe cuándo ni cómo. La incertidumbre ya es total. Y obviamente quién tiene su inmueble destinado a la locación ante este panorama , esperará antes de cerrar cualquier contrato. 

Y mientras más pretenda intervenir el estado en la relación contractual más continuará perjudicando a la parte más débil de la relación que son los inquilinos, para los que alquilar ya se volvió un karma.

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