Alberto Fernández y el SUGIA
El autor, el abogado penalista Carlos Varela Álvarez, ofrece una ocurrente analogía entre un episodio humorístico del pasado con la realidad política actual.
Como dice Gieco, en una de sus canciones, "todo está guardado en la memoria", escribiendo estas líneas me acordé el sketch maravilloso que protagonizaba Hugo Arana con Tato Bores haciendo el personaje de José Vivomorfandosapos, como presidente del SUGIA, (Sindicato Único de Giles Argentinos) por el año 91, es decir a fines del siglo pasado y que usted, lector, puede disfrutar en YouTube:
Pensé en ello cuando vi los efectos de la ley procesal penal que regula las normas de prisión preventiva en Argentina (ley 27063), en el nuevo código procesal penal y que trae un nuevo e interesante protocolo para que la cárcel sea la última opción sobre quien pesa la investigación de un delito, dándole al juez o fiscal nuevas opciones de control judicial.
La resolución 2/19 firmada por la Comisión Bicameral de Monitoreo e Implementación del Código Procesal Penal Federal, ya puesta en vigencia implicaba según algunos analistas proteger también a los funcionarios salientes denunciados para mantenerse en libertad durante el proceso penal y para el nuevo gobierno que sus presos por causas de corrupción tuvieran una feliz Navidad.
Así es hasta el momento con las liberaciones que se han ido dando y que por cierto no dejan de ser en muchos casos abusivas las prisiones que padecieron, teniendo en cuenta el viejo principio de inocencia que el punitivismo actual está demoliendo.
El problema es que más de la mitad de la población carcelaria de Argentina no tiene condena según las cifras de casi todos los organismos públicos y privados que se consulte.
En efecto, 8.348 presos del Servicio Penitenciario Federal están encarcelados sin condena. Mientras que 5.963 personas están privadas de su libertad con la correspondiente condena firme.
La nueva ley ha salido con dedicatoria, es sólo para quienes se sienten objeto de persecución política, paraguas discursivo amplio y cómodo para no dar explicaciones.
Es llamativo que hasta el propio Bergoglio en su exposición como Papa en un simposio de derecho penal dijo en su intervención que el abuso de prisión preventiva comprende sólo a la clase política, se olvidó a quienes les lava los pies todos los años.
Los jueces federales, los Papá Noel de ocasión, han dejado regalos libertarios sólo en las casas de los poderosos y amigos del poder. La igualdad ante la ley no está en la bolsa de tan risueño visitante.
Ahora bien los miles de presos sin condena en Argentina deberán anotarse en el SUGIA como nuevos giles, estafados en la fe en el cambio, porque en realidad sólo ha sido un acuerdo entre quienes se van y quienes ingresan, porque si hay una puerta giratoria es esa.
Mientras miles de presos sin condena en las cárceles, muchas de ellas en las peores condiciones de hacinamiento y trato creyeron que la ley los amparaba y que la Navidad era para todes, han visto que es sólo para sólo De Vido, Baratta, Thomas y otros pocos, únicos niños con sonrisa en estas flacas fiestas.
Habrá que decirles la verdad, a los sin condena, que no tiene sentido sus reclamos, sus huelgas de hambre, la paciencia y esperanza de sus familiares y que es mejor no saturar los tribunales con tantas peticiones si del otro lado contestan con formularios de rechazos tipo.
Tato Bores y Arana siguen vigentes como nunca en el país de los giles, ahora víctimas de un tipo común.
Como decía Arana al final del sketch "nosotros somos giles pero no comemos vidrio, está claro eso?.".-
EL AUTOR. Carlos Varela Alvarez es abogado.