Desacierto ante el golpe que viven las pymes turísticas en Mendoza

En innumerables oportunidades, desde UCIM hemos hablado de lo castigado que está el sector turismo en la provincia.

Desde la pandemia de COVID 19 hasta ahora, tanto hoteles, como transporte u otros servicios directamente relacionados con el turismo, han tenido una gran caída, que se sostiene en el tiempo.

Lógicamente, como estamos en una crisis económica pocas veces vista, los ciudadanos argentinos, con sus bolsillos muy flacos, pueden destinar poco, muy poco y algunos nada, a la recreación y mucho menos, a viajes.

Debido al tipo de cambio poco favorable tampoco el turismo de exterior ve como tentadora la visita a nuestra provincia.

Las pymes turísticas, en esta coyuntura vienen muy golpeadas y con actividad muy por debajo de lo necesario para sostenerse. Por supuesto que no pasa lo mismo con grandes empresas del rubro que poseen otro tipo de clientes y otras "espaldas". No hablamos de ellos en esta oportunidad.

Es por todo esto que, un fin de semana largo como el que estamos transcurriendo, que se preveía con bastante reserva, se presentaba como muy prometedor para quienes están esperando con desesperación a los visitantes que vengan a apalear, al menos un poco, tanta malaria.

Pero no pudo ser o al menos, fue en menor medida.

Lamentablemente, por imprevisión, justo este fin de semana, la empresa que provee agua en Gran Mendoza y otras grandes zonas de la provincia, decidió hacer una operación para "avanzar con la obra de macromedición de acueductos". Justamente un fin de semana largo.

Los turistas recién llegados a nuestra provincia, con deseos de pasar lindos momentos de relax y esparcimiento, se encontraron con la imposición de tener que cuidar el agua por las obras mencionadas, para que no se agotara. Dada esta circunstancia, unos cuantos decidieron seguir camino a otros destinos dentro o fuera de la provincia.

Decididamente, se trata de un gran desacierto de las autoridades del sector. Gestionar significa prever y facilitar marcos de acción a las actividades productivas para poder generar riqueza, para mejorar la calidad de vida de los mendocinos.

Algo que podría haberse previsto, evitó que millones de pesos se quedaran aquí, no solo para quienes estamos soportando este desastre económico (específico para el turismo) sino que también, para cientos de comerciantes y proveedores de servicios que también podrían haberse visto beneficiados.