A Milei le está faltando un Baglini
A poco de cumplir un año de gestión, al gobierno de Javier Milei, parece faltarle un vocero que explique con simpleza el propósito del ajuste fiscal, y si habrá luz al final del camino.
Si bien el ajuste de las cuentas públicas goza de un amplio consenso respecto a que era el único camino a seguir después de la ruinosa gestión económica del kirchnerismo, a la administración libertaria le está faltando alguien que explique los tiempos del ajuste y cómo es que al final del ciclo, los argentinos tendrán algún momento de bonanza económica.
"Como la liebre que se acerca a la zanahoria y se la corren con un piolín", así puede sentirse buena parte de la sociedad argentina, que a pesar de seguir apoyando la administración económica del tándem Milei-Caputo, aún le cuesta percibir alguna sensación de comodidad en sus bolsillos.
Claro que la sociedad madura con el correr de los años y alcanza a comprender con mayor dimensión que el gasto superfluo, bobo y la exagerada emisión monetaria para financiarlo, tampoco permiten un desarrollo sostenible, sino más bien una inflación desbocada como la que tuvo el país en los últimos 23 años.
Dicho esto y aunque los pronósticos de JP Morgan hablen de un crecimiento del PBI al ritmo del 8,5% para el último trimestre del corriente año, y hasta Elon Musk alabe las políticas de recorte y eficiencia en el gasto público como camino hacia la prosperidad, para buena parte de los argentinos, todavía "no hay plata".
Los salarios, salvo contadas excepciones de los gremios empoderados por la casta (Bancarios, Aceiteros, Camioneros, Comercio), no han podido siquiera empardar la inflación (a la baja) y se encuentran promediando noviembre, con una pérdida del poder adquisitivo en el orden del 30% respecto a 2023.
Por otra parte, la confianza de los consumidores, medida por la Universidad Torcuato Di Tella, también refleja que las personas mayores, moderan sus expectativas.
Sólo los menores de 30 años, tienen mayor confianza en el gobierno que la tenían en 2023. Mientras que los mayores de 30 tuvieron una caída del -16% y los de 50 años, apenas "la ven" con un 0,39% más de confianza que en noviembre del 2023.
Si de expectativas se trata, en la comparación interanual, se observa un aumento de 2,38% en el componente de "Condiciones Presentes" medido por la UTDT y una caída del -9,20% en Expectativas Futuras. "Hoy estamos mejor, mañana no sabemos".
De todas formas, y para no abundar en números o términos financieros como en reiteradas ocasiones ha hecho el propio Presidente Javier Milei, quien ha sostenido en sus discursos que Argentina viajaba a un ritmo de inflación del 17.000%; que la pobreza era del 95%; la necesidad imperiosa de bajar el riesgo país por debajo de los 1000 puntos básicos y que las jubilaciones le están ganando a la inflación por un 10%, daría la sensación de que, lo que le falta es explicar el propósito del ajuste.
En este sentido y para concluir bien vale rescatar las palabras del ex dirigente, diputado radical y autor del famoso teorema, Raúl Baglini, quien en una entrevista al canal TN, en junio del 2019 cuando el país ya se debatía entre "el modelo del ajuste de Macri" o el "modelo de asado y ponerle plata en el bolsillo a la gente de Alberto Fernández", con su aguda mirada sostuvo:
"Es muy difícil explicarle a la gente que hay que tener estoicismo y seguir resistiendo".
A Milei le falta un Baglini. Le falta un vocero que nos explique en términos sencillos ¿para qué resistir el ajuste?
Que la Argentina debía reordenar el gasto y no repetir la catástrofe económica kirchnerista, ya lo sabíamos todos. Ahora sólo falta entender, si al final de la cuenta tanto esfuerzo, habrá valido la pena.
Para los desmemoriados, el análisis de Baglini en 2019: