La responsabilidad social de la UNCUYO
La opinión de Luis Dalmasso sobre las cosas que ocurren muros afuera de la UNCUYO, con el llamado a la reflexión sobre los cambios que hay que impulsar.
Soy vecino de la zona de UNCUYO. A través de los años he vivido los beneficios y perjuicios de serlo. Por ello les quiero compartir mis impresiones sobre el tema y sumar un aporte a los debates actuales.
Desde muchos años en las primeras horas de la mañana por avenida Champagnat se hizo imposible el tránsito de norte a sur para ingresar a avenida del Libertador dado la negativa de la UNCUYO a realizar una rotonda frente a su ingreso por dicha avenida, lo que obliga a todos los vehículos que salían de la Universidad por el oeste a tomar avenida Champagnat hacia el norte hasta el primer retorno y luego poder retomar su dirección al sur en conjunto con todos los autos que venían desde Las Heras y El Challao.
Muchos de ellos, que deseaban ingresar a la Universidad, tenían que hacer un kilómetro de más, rodeando todo el Parque Aborigen para retomar Champagnat en dirección sur norte y así poder ingresar, generando un colapso en dicha rotonda y Champagnat, sumado a horas de demora e importantes accidentes que han salido en los medios de comunicación en forma cotidiana, complicando la vida a los vecinos de la zona por demás, haciendo casi imposible la simple tarea de llevar a nuestros hijos al colegio.
Pero ¿usted cree que todo terminó aquí? No. Nuestra peripecia aún no terminó, ya que, al retomar Libertador hacia el este, el caos es igual o peor, porque el ingreso por José Ingenieros a la UNCUYO genera otro atolladero en la rotonda de Monseñor Orzali, donde también se producen accidentes a diario y hacen que nuestro madrugar pareciera estar alejado de la ayuda de Dios.
Otra falta grave en el comportamiento social de la UNCUYO, es que cualquier frentista de Capital está obligado a construir veredas en su frente, la Universidad demostrando que le importa el medio ambiente donde está inserta, no tiene veredas en ninguno de sus frentes. El único veredín sobre calle Ingenieros lo construyó Aysam. ¡Ahhh!, pero ahora quiere hacer "medianera" pero sin vereda.
Antes de comenzar a detallar las obras que realizó el gobierno provincial en estos últimos años, me voy a remontar al año 2009, durante el gobierno de Celso Jaque, cuando se construyó una gran muralla alrededor de todo el perímetro del complejo Bomberos/Base Condor/Aeroparque.
En ese momento todos los vecinos lo festejamos, dado que éramos víctimas de la inseguridad y que este se encontraba en un estado de abandono en su mayor parte y servía de refugio y huida de los malvivientes que venían desde el barrio San Martín a perpetrar asaltos, robos y vandalismo en nuestros barrios. De hecho, yo había sido victima en dos ocasiones de asaltos y en la última cometí la imprudencia de perseguir al maleante, quien fue capturado.
La seguridad generada por esta obra permitió el desarrollo de toda la zona entre el canal Papagallos, av Champagnat, Regalado Olguín y Dr. Cicchitti aumentando la construcciones y la superficie cubierta en más de un 500%, por lo que no les puedo explicar mi disgusto y perplejidad cuando el intendente (luego Gobernador ) Rodolfo Suarez, fue al barrio y nos explicó su proyecto de Ciudad del Futuro que comenzaría con la prolongación de avenida Cicchitti incluido un puente que desembocaría en el barrio Olivares y continuando hacia al parque General San Martín, vinculando Las Heras-Capital-Godoy Cruz en un proyecto Unicipio.
Por otra parte, la construcción de una nueva calle que nacería de una nueva rotonda en la avenida Champagnat y con dirección este-oeste, paralela en su lado norte al canal Papagallos, intersectaría a Dr. Cicchitti continuando en esa dirección para empalmarse a Gran Capitán y vincularía así desde Av. Champagnat hasta el Hospital Lagomaggiore.
Solo con la perspectiva del tiempo una vez que se realizaron las obras, debo reconocer que con muchas críticas a varios detalles (Ejemplos: haber realizado un tramo más amplio en Av Cicchitti dividiendo la calle vecinal de la avenida o haber previsto una mejor urbanización en Barrio Olivares con la correspondiente pavimentación de la calzada) las obras son positivas y son progreso, ayudan a la cohesión social, acortan las distancias, mejoran los barrios más humildes y en definitiva nos dan a todos una mejor calidad de vida.
Con respecto a la inseguridad, tuvo un aumento, pero ni por mucho la que vivíamos antes del 2009, cuando no solo no teníamos esa "muralla" sino que había un solo policía para toda la zona y patrullaba en su viejo "Falcon" personal; pero mucho más aumentaron las personas indigentes que pasan pidiendo y cartonenado varias veces al día, aunque eso es harina de otro costal.
Creo que en mi interior siempre supe que esta obra era correcta, pero tengo hijas y no quería volver a tener el miedo de antes del 2009, ese miedo que nos ata y empequeñece.
El miedo es el peor consejero nos inmoviliza o nos pone violentos, nos esconde e impide que nos relacionemos y que decidamos en "libertad", palabra que ahora está de moda, pero encerrados en fanatismos extremos a veces no comprendemos toda su dimensión, necesitamos libertad para vivir, para nacer, para migrar, para circular, para crecer, para desarrollarnos, para educarnos y formar un juicio crítico, para profesar nuestra fe, para respetarnos, para generar igualdad de oportunidades que hagan que la libertad sea posible para todos.
Volviendo a nuestro asunto, en este contexto la UNCUYO decide levantar una gran muralla a su alrededor para generar falsa seguridad, para reducir sus costos de seguridad o seguir creyendo que viven en una burbuja que los confirma como élite de la sociedad, o -usando otra palabra de moda- confirmarse como "casta" incapaces de generar interacción con la sociedad y modificarla, desarrollarla, estimular a sus actores amplificando los valores que permitan vivir en fraternidad.
Las obras realizadas por el Gobierno de la Provincia ayudaron mucho, pero no suficiente a descongestionar el tráfico sobre avenida Champagnat al tener una alternativa paralela que desemboca directamente en el ingreso por J. Ingenieros a la Universidad y la rotonda en avenida Champagnat mejora el tráfico de todos los vehículos que quieren salir hacia el sur y la UNCUYO los obliga ir hacia el Norte pudiendo hacer el retorno en la misma.
También mejora la fluidez vehicular al ser una vía directa entre Las Heras y Godoy Cruz.
Pero el problema de la seguridad de los alumnos y docentes en la UNUYO es real, no tan grave como el que tuvimos los vecinos de la zona hasta el 2009, pero no por eso menos importante. ¿Es la solución la "muralla"? ¿O mejor sería realizar amplias avenidas con gran iluminación en los laterales Norte y Este de la UNCUYO que permitan ayudar a unir a los habitantes de la ciudad y que unidas a cámaras y sensores dada la mayor visibilidad permitan mayor seguridad? ¿Cuál paisaje prefiere producir la UNCUYO?
También para mejorar los accesos y visibilidad podría ayudar a la entubación del canal en su lado este sobre todo sobre el barrio Olivares con una avenida (en vez de muralla) que desemboque en diagonal en calle Democracia. ¡¡Y por favor una vereda!! Aunque sea sobre avenida Libertador cada vez que hay una tormenta es imposible transitar por la misma.
También el uso de políticas como tomar personal que resida en estos barrios en forma preferente, otorgar becas de deportes a los niños y adolescentes de estos barrios, dictar cursos en estos barrios sobre distintos temas que ayuden a su desarrollo y un largo etcétera que toda universidad prestigiosa e importante tiene como objetivo: transformar la sociedad donde tiene influencia.
Si cualquier ciudadano de Mendoza decide por la inseguridad levantar una muralla en su frente, es absolutamente válido, ya que el no posee el poder de cambio, solo puede ser víctima de la misma, pero que lo haga una universidad pública, que no solo tiene el poder de cambiar su entorno, sino que debiera ser parte de sus objetivos, realmente es incomprensible y demuestra el calibre de sus dirigentes.
Para cerrar el tema seguridad, y para quienes crean que teorizo, les cuento que tengo 2 hijas: una de 13 y otra de 17 años (con discapacidad ). Con ellas salimos a andar en bicicleta desde hace muchos años, desde que se realizaron las nuevas calles, en vez de ir por Av. Champagnat lo empezamos a hacer por Cicchitti atravesando el Barrio Olivares, durante unos 2 años, hasta que en julio pasado nos asaltaron 8 adolescentes, uno armado, en calle Democracia y J. Ingenieros.
Con mucha bronca por haber perdido las bicis, pero por sobre todo la libertad de circular por ahí tranquilos y tener que volver a hacerlo por Av Champagnat. La misma libertad que pierden muchos vecinos que viven en esos barrios asediados por malhechores. Pero no pierdo de vista que ese barrio mejoró con las calles y la urbanización, con las viviendas y mientras, más posibilidades de crecer tengan todos viviremos mejor.
Si bien la UNCUYO tiene muchos aportes positivos que dar a la sociedad y no han sido el objeto de esta nota, quiero destacar uno y que a su vez es la gran deuda del gobierno provincial y es haber señalado a través de sus exámenes de ingreso a los colegios secundarios el muy bajo nivel de la educación primaria.
Esperemos por el bien de nuestra comunidad empezar a tener más dirigentes capaces de ser estadistas, de soñar un futuro y trazar el camino hacia él influyendo en la opinión pública y el humor social y menos dirigentes populistas que solo toman medidas eficaces en el muy corto plazo y solo pueden medir la opinión pública con permanentes encuestas para actuar en consecuencia sin producir ningún cambio positivo. Más dirigentes que tiendan puentes y menos que levanten paredes, menos grieta electoralista y mas concertación y sinergia que hagan próspero a nuestro país.